El día de Jeongin empezó con un mensaje de Seungmin donde le preguntaba si iba a llegar a la primera clase o si se sentaba con alguien más.
Jeongin decidió que no iba a llegar a la primera hora, no se sentía bien como para aparecerse a su primera hora del día, menos si era biología.
Respondió un "No" antes de volver a ocultarse entre sus sábanas.
No pudo descansar mucho antes de que Bolita de queso entrara a su cuarto chillando.
Bolita de queso era un gato que Minho le obligó unos pocos dias atrás a adoptar, era un gato amarillo que no podía tener mucho tiempo de nacido, apenas había aprendido a caminar sin caerse y siempre se enrollaba cuando llegaba a un lugar.
—¿Por qué ahora? Dile a mamá que te cuide.
No pudo más, tenía que cuidar al gatito que lloraba por su presencia.
—¿No tienes que ir hoy a la escuela?— preguntó su madre cuando lo vió entrar a la cocina sujetando al gato.
—No voy a tener la primera hora así que me voy a tomar mi tiempo para arreglarme.
—Nunca tienen clase con ese maestro. Voy a ir a quejarme a la escuela.
Lo último que necesitaba era que su madre se enterara que faltaba a más clases de las que asistía.
Buscó el jugo en el refrigerador mientras buscaba una excusa para que su madre no fuera a la escuela.
—Ya se quejaron, ya van a hablar con el maestro. No es necesario que vayas.
—Ojalá pronto se arregle eso. ¡No es posible que no les de clases! Oye, ¿tú no tuviste una cita el otro día? ¿Cómo te fue?
Tal vez hablar de su horrible cita no iba a causar nada bueno en su día.
—Decidimos que no nos vemos cómo pareja y hasta ahí lo dejamos.
—Ya llegará alguien, Jeonginnie— su madre se fue dándole un beso en la mejilla y llevándose a Bolita de queso.
Ya llegará alguien, Yang Jeongin. Tal vez otro gato para que se llame bolita de arroz.
—¡Ahí estás! Pensé que no llegarías a historia.
—Yo también.
Si era sincero, no quería llegar a ninguna de sus clases, pero tampoco quería estar en su casa, pero no quería estar en ningún lugar si era sincero.
Por primera vez en mucho tiempo experimentó esa sensación de querer desaparecer y dejar de existir. Tal vez el mundo si estaba terminando a sus 17 años.
Se sentó al lado de Seungmin notando una nueva pulsera en la muñeca de su amigo. Había una inicial que claramente no era la de Seungmin.
—¿Te la dió él?— preguntó tomando el brazo de su amigo para ver más de cerca la pulsera.
Era una B, entrelazada entre cuero negro y rojo. Era muy bonita, no pudo evitar sentirse un poco celoso por la suerte de su amigo.
—¿Qué? Ah, si. Me la dió hoy antes de que entráramos a clases. ¡No es bonita! Estaba llegando a la escuela y él me estaba esperando en la entrada, se acercó a mi y "me acomodó el pelo". Esa fue una excusa barata para poder acercarse un poco más, pero fue tan lindo. Luego tocó mi mejilla.
—¿Y luego? ¿Qué pasó luego?
—Me dijo en su tono coqueto "Hola, corazón"— hizo un intento de voz coqueta para imitar al otro chico, Jeongin se tapó la boca al escuchar lo que le dijeron a su amigo—. Hablamos un poco, me dió la pulsera y luego me dijo que avisara que no iba a llegar a comer porque él me iba a llevar a un lugar.