—Abre la boca. No así, Seungmin. ¿Yo para que quiero ver tu garganta?
—Tu me dijiste que abriera la boca.
—Entonces abre los labios, o lo que sea.
Todos en el salón estaban viendo a los dos chicos. Habían aprovechado su descanso de 10 minutos para maquillarse y se veían muy dedicados en hacer que funcionara lo que estuvieran haciendo.
—¿Cómo se abren los labios?
—Mejor haz un piquito de patito— Seungmin lo hizo, finalmente así pudo ponerle la tinta para labios—. Creo que te puse muy poca.
Alejó la mano de su amigo antes de que le pusiera algo más.
—Deja primero me veo y luego decido si me pones más o no, además ya no confío en ti desde hace cinco minutos que me pellizcaste el párpado intentando enchinarme las pestañas.
—¡Eso fue tu culpa! Tú te moviste.
Seungmin le rodó los ojos a su amigo y buscó su teléfono para abrir la cámara y verse.
—¡No puede ser!— volteó a ver a Jeongin otra vez— ¿Me veo como siento que me veo?
Seungmin era perfecto, no solo se veía o aparentaba serlo, lo era. Simplemente había aparecido para enamorar a todas las personas que lo vieran, ya fuera de forma romántica o de amistad.
—No sé cómo te sientas, pero espero que te sientas lindo, porque eres lindo.
—Jeongin— Seungmin abrazó a su amigo por el cuello y besó su mejilla—, no sabes cuánto te quiero. Eres el mejor amigo que alguien nunca pudo pedir. De verdad que eres una persona maravillosa.
Sus ojos brillaron por un momento. No acostumbraba a recibir muchos cumplidos, no sabía lo que había hecho para merecerse a una persona como Kim Seungmin como su mejor amigo, porque hasta donde sabía, no había hecho nada.
—Gracias.
—Ahora, ¿Crees que le guste a Chan?
—Espero que si, no te pellizque el párpado por nada. Cualquier cosa que pase, si se intenta sobrepasar contigo, necesito que me lo digas, ¿Está bien?
—Estaré bien, Chan nunca me haría nada ni yo a él, nos respetamos.
—Bien. Te dirá que te ves lindo, no te atormentes por eso.
Después de una horrible clase de matemáticas, finalmente era hora del almuerzo. Ambos amigos se separaron, Seungmin fue a verse con Chan y Jeongin fue a comer.
No había empezado a comer bien cuando le lanzaron una bola de papel. Lo ignoró y siguió revolviendo su comida.
Otra bolita de papel, luego una tercera. Finalmente alzó la vista listo para pelear con la persona que lo estuviera molestando, se encontró con la bonita sonrisa de Hyunjin quien lo veía en la mesa de al lado.
Le hizo señas con la mano para que se acercara y se sentara en su mesa donde estaba Lee Felix y Han muy ocupados hablando de algo como para darse cuenta de lo que hacía Hyunjin.
Se señaló a sí mismo antes de voltear hacia atrás, no había nadie. Hyunjin rió desde su lugar, casi pudo escuchar su pequeña risa.
—Si, tú— leyó sus labios.
Tomó sus cosas y se acercó a paso lento. Hyunjin aprovechó ese tiempo para obligar a Jisung a cambiarse de lugar y sentarse al lado de Felix para dejar libre el lugar al lado de Hwang.
—Ven, siéntate aquí— dijo el artista recorriendose un espacio y jalando su bandeja consigo.
—Hola— saludó a los otros dos chicos de la mesa, le devolvieron el saludo antes de sumergirse otra vez en su conversación.

ESTÁS LEYENDO
De poemas y razón
Fiksi Penggemar"Nunca ningún poeta le escribió un poema a otro poeta"