Hyunjin se mantuvo abrazando a Jeongin hasta que el chico dejó de llorar.
Lo primero que hizo al dejar de llorar fue besar a Hyunjin, como si le estuviera agradeciendo por estar con él cuando se sentía débil.
—Gracias por no decir nada mientras lloraba y no pensar que soy un tonto por llorar.
—Príncipe, llorar es lo más normal del mundo. Esta bien si quieres llorar, yo estaré contigo siempre que eso pase para que te sientas a salvo. ¿Está bien?
—Antes de conocerte lloraba más seguido. Me encerraba en mi cuarto y me tiraba al piso para llorar, luego hacia mis tareas.
Hyunjin abrazó más fuerte al poeta antes de darle un beso en la mejilla, aún húmeda y fría por el llanto de minutos atrás.
—¿Sabes que te quiero mucho, príncipe? Eres la persona más fuerte que conozco.
Por primera vez dejó que su corazón actuara antes que su cabeza.
—Te amo.
Tomó por sorpresa a Hyunjin, abrió los ojos y la boca, como si eso le ayudará a comprender lo que acababa de oír.
Hace media hora vomitaste en un árbol y estás descalzo a mitad de un parque.
—Creo que considerando mi situación de este día en específico, fue mala idea decir que te amo. Hubiera sido más lindo si no hubiera vomitado 30 minutos atrás.
Se acomodó para ya no estar encima de Hyunjin, el chico aún no decía nada.
¿Qué tan lejos llegaré corriendo sin zapatos?
—¿Me amas?— preguntó finalmente cuando Jeongin ya estaba preparado para correr.
—Es un sentir muy peculiar, empieza en la punta de mis pies y me asfixia. Si, te amo.
Otra vez no dijo nada.
Vamos, no es tan difícil responder algo. Tú ya lo has dicho, tú ya lo sientes. ¿Por qué ahora es diferente?
—Jeongin...
—Debo irme a mi casa.
Jeongin nunca fue muy atlético, de hecho se queda sentado en la clase de educación física junto con Seungmin mientras comen algo que hayan comprado en la cafetería, así que se sorprendió a si mismo corriendo más rápido que nunca ignorando el dolor en sus pies. Podría intentar unirse al equipo nacional de atletismo, podría correr los 200 metros planos.
No tardaron en abrirle la puerta cuando tocó de forma desesperada, pasó de largo a sus hermanos antes de meterse al baño.
Respiró profundamente intentando recuperar el aire perdido. No podía volver a vomitar, no creía que tuviera más alimentos por regresar en el estómago.
Que no te haya dicho nada en ese momento no significa que no lo sienta.
Se lavó la cara con agua y se frotó el rostro para intentar eliminar todo lo malo.
Solo lo tomaste desprevenido.
—No debí haberle dicho que lo amo.
¿Y si solo estaba esperando a que yo lo dijera para que pudiera burlarse con todos por eso?
No, Hyunjin no es así.
¿Seguro?
Se sorprendió que lo dijera, no pensó que iba a ser tan pronto.
A la última persona que le dijiste eso se desapareció después de abusar de ti.
—Cállate, por lo que más quieras cállate ya. Deja de pensar por una vez en tu patética vida, solo una vez— se pidió a si mismo mientras lloraba.