Lisa cargaba dos costales de cemento en su hombro izquierdo; tenía sueño, pero era su trabajo y debía realizarlo de la mejor manera.
—¡Es hora del descanso!
Oyó el grito del jefe y suspiró de alivio, por fin era hora de comer. Se quitó el casco y caminó hacia sus hermanas, tomó su mochila de dinosaurio y extrajo dos sanduches.
—Lisasaurio, te traje más periódicos—dijo Somi extendiéndole los papeles.
—¡Por fin tengo más!—los sujetó con una sonrisa—. Gracias, Barbie.
—¿Para qué quieres periódicos?—preguntó Momo comiendo... no quería saberlo, su aspecto lucía radioactivo.
—Es un secreto—guardó los periódicos en su mochila.
—¡Pues ya no lo va a ser! ¡Diabla, Gollum, sujétenla!—ordenó Jisoo ayudando a las menores.
—¡Suéltenme!—Lisa luchó para no dejarse vencer.
—¡Te vamos a dejar si nos dices tu secreto!—Chaeyoung esquivo un pisotón de su hermana—. ¡Te voy a morder si sigues así!
—¡No sí primero te vuelo los dientes!
—Diabla... ¿qué haces?—la voz desconfiada de Jisoo provocó que la concentración de las hermanas se dirigía a la chica.
—Estoy segura que Lisasaurio dejará de moverse con esto—Tzuyu sostenía con las manos dos cables de alta tensión, de ellos salían chispas—. No te muevas, solo sentirás un ligero piquete—sonrió de forma diabólica.
—Suficiente. Ustedes—Jeongyeon señaló a Jisoo y Chaeyoung—, suelten a Lisasaurio, y tú tira esos cables—vio como de inmediato se formó un mohín en la cara de Tzuyu.
—Como siempre, Elsa de ojos rasgados arruinando la diversión—Chaeyoung recibió un golpe en la cabeza a penas termino.
—¡¿Por qué me pegas también a mí?!—Jisoo colocó las dos manos en la cabeza, le había dolido.
—Porque tú empezaste. Tzuyu, tira eso, ahora—comento Jeongyeon con firmeza.
La menor supo que su hermana iba en serio al decir su nombre y no su apodo, así que tiró los cables hacia atrás, pero se escuchó un grito agudo, como el de un puerco. Las chicas regresaron de inmediato a ver que sucedió y era el señor Kim electrocutándose.
Somi reaccionó con velocidad y jaló los cables con fuerza, el hombre cayó aun con ligeros temblores. Las hermanas cruzaron miradas en silencio.
—¿Está vivo?—inquirió Lisa con preocupación.
—No sé, pero como dice el dicho: "del ahogado el sombrero" .
Tzuyu supo lo que quiso decir Chaeyoung, así que ambas fueron hacia el hombre y comenzaron a quitarle los zapatos.
—¡¿En serio le van a robar sus zapatos?!—Somi las miró incrédula—. ¡Aun sigue vivo!—dijo al ver como el pecho subía y bajaba, aun respira.
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Yo no hablo con pobres
FanfictionSiete chicas pobres. Siete chicas millonarias. Un encuentro inesperado. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Nota: no permito adaptaciones.