Capítulo 5

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Era fin de semana, tiempo en que la mayoría de personas descansan, pero Jisoo y sus hermanas no pertenecían a esa "mayoría", ellas trabajan, solo había una pequeña diferencia, lo hacen en sus talleres.

El orfanato es un lugar muy amplio, ideal para todos los niños que han recogido con el transcurso del tiempo, pero ya no había niños, solo siete adolescentes con su madre, lo cual había una absurda cantidad de espacio que con los años fueron llenando con lo que les gusta.

Jisoo portaba un overol y un pañuelo en la cabeza, pequeñas gotas de sudor bajaban desde el cuello por el intenso calor que producía la llama para que el vidrio sea más fácil de moldear.

A ella le encantaba trabajar con ese material, el como sus habilidosas manos pueden llegar a dar forma a una hermosa pieza con tan solo una pizca de imaginación.

Sabía todo sobre el oficio de ser vidriera, sin embargo, la técnica del vidrio soplado fue lo que la impulso a seguir aprendiendo de ese arte, pero no fue fácil, hubo varias equivocaciones y se podía ver a través de sus manos y antebrazos qué gozaban de cicatrices, no obstante, cada una de esas cicatrices demostraban experiencia.

¿Por qué la luz está tan inestable? 

Jisoo completó los detalles restantes de su trabajo y lo dejó reposar en la mesa, era una ballena. Extinguió el fuego y se fue en busca de Lisa, no tuvo que caminar mucho hasta verla con su mamá.

—Jisoo, qué bueno que estas aquí, necesito que llames al resto de ositas, les tengo una noticia—dijo Seulgi dando la última calada al cigarrillo—. Ve tú también, Lisa. Las espero en el comedor—botó el humo por la nariz antes de irse.

—¿Sabes que nos quiere decir mamá oso?—Jisoo preguntó por la extraña sonrisa de la mujer.

—Nop, ni idea, ¿será que esta vez atraparon a Gollum robando?

Jisoo y Lisa detuvieron su andar y se miraron a los ojos, era muy posible que Chaeyoung sea el motivo por el cual su madre está pidiendo que se reúnan.

—Esa idiota va a morir y estaré en primera fila—se rio la mayor.

—¡Yo me voy a quedar con su navaja!—Lisa amaba ese objeto filoso porque era muy intimidante.

—¡Yo quiero su cráneo de serpiente!

Jisoo y Lisa se pusieron de acuerdo en las cosas que le iban a quitar a Chaeyoung cuando muera a manos de su madre por la estupidez que haya hecho, pero primero debían encontrarla al igual que el resto de sus hermanas, lo cual no era difícil porque cada una estaba en su taller.

Todas tienen un oficio, eran profesionales en su campo, solo les faltaba el título. Ninguna se imaginó que al querer ayudar a su mamá con las deudas aprenderían a trabajar desde muy jóvenes, prácticamente desde que eran niñas, pero jamás lo sintieron como algo malo, les gustaba mucho su trabajo y lo dejaban ver en su actitud.

Todas las herramientas que tienen en sus talleres han sido heredadas por la persona que les enseñó el oficio o encontradas en el bote de basura, han tenido suerte.

Todas las chicas se encontraron en el comedor al ser avisadas por Lisa y Jisoo qué su madre tiene noticias para ellas.

—Mamá oso, ya estamos todas aquí—comunicó Lisa.

—Gracias, osita—Seulgi le revolvió el cabello—. Como saben, su colegio se quemó.

Varias miradas se dirigieron al antebrazo de Jeongyeon qué estaba con un vendaje recién puesto para que reducir el riesgo de infección.

—Vamos, no me miren así, estoy bien—Jeongyeon les mostró una sonrisa y movió su brazo con normalidad.

La noche del incidente, lamentablemente, no pudieron llevarla al hospital porque no tienen dinero y el seguro militar de Seulgi no reconoce a la chica como su hija al no haberle dado su apellido, no porque no quiera, sino porque ese proceso es costoso y lo más seguro es que se nieguen a darle la custodia de las chicas por no poseer los requerimientos para adoptarlas.

Yo no hablo con pobresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora