—Suficiente, no sé qué está pasando con ustedes, pero quiero que me lo digan, ahora—exigió Seulgi.
Jisoo y sus hermanas no alzaron la mirada. No tenían ánimos para compartir lo que sucedió unos días atrás con su madre. Después de todo, ¿qué iban a decir? Ella sí sabe porque esta así... a quién quiere engañar, no era tan estúpida para no darse cuenta que sus hermanas también están así por la misma razón.
Las niñas ricas.
—Estoy hablando y cuando hablo deben verme a los ojos.
—No es nada—Jeongyeon trató de aliviar la preocupación de su madre.
—Aun te faltan veinte años para mentirme descaradamente en la cara—prendió un cigarrillo—. ¿Cómo quieren que las ayude o las entienda si no me dicen que es lo que sucede?
—No queremos darte problemas...—dijo Somi.
—A mí no me dan problemas. Ninguna de ustedes, yo las amo mucho y me preocupo. ¿Acaso les he mentido?
—Sí.
Jisoo regresó a ver a Lisa ante la afirmación de esta. ¿Sorprendida? Era quedarse corto con eso, jamás en toda su vida ha visto a su hermana refutarle a su madre de una forma tan seria.
—¿Disculpa?—Seulgi alzó una ceja.
—Tú dijiste que cualquiera que llegue a conocerme estaría muy feliz. Y no fue así, no lo fue...
Observaron como Lisa se levantó de la mesa y se fue con una ligera disculpa. Fue ahí cuando Seulgi se percató qué el asunto era serio, jamás había pasado algo así.
—Odio ser pobre—dijo Momo.
—Si quieres ayudarnos, mamá oso, entonces es que dejemos de ser pobres—Chaeyoung la miró a los ojos—. Pero eso es algo que no puedes cambiar y nosotras tampoco.
—Chaeyoung, Momo, cállense—Tzuyu no utilizó sus apodos. Se veía muy sería.
—¡¿Y a ti que te pasa?!—la pequeña exclamó.
—Ustedes dos comparten una única neurona y lo peor de todo es que se turnar para decir pura mierda. ¡¿En serio van a reclamarle a mamá oso por esto?! ¡¿Qué es esa mierda de que es malo ser pobre?!
—¡Tzuyu, cuida tu lenguaje!—Seulgi dio un golpe en la mesa.
—¡No, no lo voy a hacer!—la desafió—. ¡Yo...! Yo estoy muy agradecida que nos hayas adoptado, no tenías que hacerlo y, aún así, lo hiciste. Todas sabemos el por qué somos pobres y el hecho que estas idiotas digan algo como esto... me hace pensar que son traidoras.
Las palabras de su hermana calaron muy fuerte en todas, y fue cierto. Lo habían olvidado. Olvidaron la razón por la cual han trabajado tan duro para salir adelante, olvidaron el propósito por el cual aman a esa mujer que es como su madre. Porque Seulgi no era otra cosa más que eso, su madre.
Y lo olvidaron por unas chicas ricas. Jisoo lo olvidó y se sintió horrible.
—La Diabla tiene razón—Jeongyeon intercedió en la conversación—. Mamá oso, te amo mucho y estas idiotas también. No fui una buena hermana mayor esta vez al no darme cuenta... mejor dicho, al no querer darme cuenta lo que sucedía.
—La Elsa de ojos rasgados tiene razón—se sumó Jisoo—. Yo tampoco fui una buena hermana mayor. Yo desde un principio supe lo que estaba sucediendo con Lisa, pero no la detuve.
Eso es un dato que ninguna de ellas sabía a excepción de Jeongyeon qué lo supo al ver las notas, ya que ella fue de la idea. No fue muy difícil para las hermanas conectar los puntos e intuir a lo que se refería Jisoo.
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Yo no hablo con pobres
FanfictionSiete chicas pobres. Siete chicas millonarias. Un encuentro inesperado. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Nota: no permito adaptaciones.