Lisa estaba dando mantenimiento al cableado eléctrico después de que la tormenta eléctrica cesó, por suerte, solo tuvo que remplazar el aislante de los cables para quedar como nuevo, casi nuevo.
Ordenó el sitio y llevó sus herramientas al taller para continuar trabajando, era sábado y debía terminar de instalar la iluminación en una lámpara de madera qué hizo Jeongyeon para luego ir donde la vecina y arreglar un enchufe, así que puso manos a la obra.
Pero unos ojos gatunos se entrometieron en sus pensamientos causando qué su enfoque se vea alterado, menos mal no estuvo ocupada arreglando cables donde pasan alto voltaje o la historia hubiera sido diferente.
—¿Otra vez pensando en Jennie, Lisasaurio?
La nombrada dio un pequeño respingo al escuchar a su hermana Jisoo hablarle desde el marco de la puerta.
—Nop.
—En vez de "Lisasaurio" debimos ponerte "Pinocho" por mentirosa o mejor decirte "Goofy" por idiota—Jisoo trató de imitar la risa del personaje de Disney.
—Por eso mamá oso no te quiere—dijo Lisa de forma burlona.
—¿Ah, sí? Pues a ti no te quiere Jennie—declaró triunfante.
—¡Ya tienes pase directo al infierno, maldita Tortunejo!
Lisa fue corriendo directo donde Jisoo con toda la intención de hacerle pagar por su comentario, pero la mayor no dejó qué eso suceda con facilidad al evadir los brazos de su hermana que querían atraparla para hacerle una llave como los luchadores.
Por desgracia, Jisoo era menos fuerte que la menor y ahora tenía los brazos de ella alrededor de su cuello, le estaba privando del oxígeno y la única manera de que vuelva a tener aire en sus pulmones era comunicar su rendición.
—¡¿Te rindes?!—preguntó Lisa con dificultad.
—¡Jamás!—le dio un golpe al costado del estómago, prefería morir antes que rendirse.
Aquello provocó qué el agarre de la menor afloje, fue el momento donde Jisoo aprovechó la oportunidad para zafarse de esa molestosa llave, ambas se pusieron en guardia y lanzaron golpes los cuales algunos conectaron contra su adversario, pero el sonido de disparos cortó abruptamente la pelea.
—¡Ponte detrás del mueble!—ordenó Jisoo, ambas corrieron y se lanzaron por encima del mueble, Lisa se torció el pie mientras que la mayor cayó de cara.
Todo pasó a un segundo plano cuando oyeron fuertes carcajadas, ahí se percataron qué todo fue una mala broma.
—Tenían razón, ositas, estos petardos son geniales—Seulgi colocó el cigarrillo en la boca, cuando tuvo las manos libres acarició la cabeza de Tzuyu y Chaeyoung al haberle dado esa gran idea.
—Y aun tenemos más—sonrió la pequeña con picardía.
—Y también tenemos un proyecto secreto—la risita de Tzuyu fue traviesa.
—¿Va a haber muertos?—la mujer las analizó.
—No—respondieron al mismo tiempo.
—Entonces está bien. Ahora, ustedes dos no se muevan—ordenó Seulgi al ver que sus hijas se arrastraban en el suelo como víboras intentando huir—. De pie, ahora—las chicas se pusieron firmes al igual que los militares—. ¿Me van a decir por qué estaban peleando?
Ninguna de las dos dijo ni una sola palabra, sus labios se mantuvieron sellados y la mujer sabía que por más que insistiera no iba a obtener nada de ellas. Suspiró soltando el humo, criar adolescentes no era nada sencillo.
—Están castigadas durante una semana. Arreglen este desastre y luego vayan a limpiar la bodega—expresó Seulgi con autoridad.
—Pero...—Lisa quiso refutar.
—¿Acaso escuché un "pero"?—la mujer alzó la ceja.
—¡¿Pero?! ¡Puff! ¡¿Quién dijo pero?! ¡Traté de decir que me gusta el nombre Pedro!—Lisa aclaró su garganta y mejor se fue a ordenar con rapidez.
—Tú también debes ayudar, Jisoo.
Con eso Seulgi se fue junto a las chicas. Al ya no estar en el sitio ellas fueron capaces de relajarse, de nuevo se vieron a los ojos, pero ninguna hizo el intento de iniciar una conversación. Los minutos pasaron y la mayor ya no podía con el mutismo de la menor.
—¿En verdad te gusta Jennie?
Lisa alzó la cabeza ante la genuina pregunta de su hermana, ella conocía demasiado bien a la mayor para diferenciar cuando la estaba molestando y esta vez no hubo nada de ello.
Hace una semana que conoció a Jennie por primera vez en ese colegio de ricos, y su mente no ha sido capaz de borrar aquella hermosa chica que se a entrometido en sus pensamientos.
—Sí—contestó finalmente.
—No entiendo, ella solo nos insulta, ni si quiera nos ve como humanos, ninguna de su grupo—cada día ese grupito esperaba en la salida solo para denigrarlas.
No es que Lisa no se haya dado cuenta o más bien no le importaba, ella solo esperaba que Jennie este en la salida para verla y escucharla, aunque sea unos pocos minutos, puesto que su clase no tiene permitido ir al comedor cuando los estudiantes ricos esten ahí.
—Pero solo es porque no nos conoce, mamá oso dice que las personas pueden cambiar—puso el mueble en su sitio.
Jisoo lo meditó por unos segundos, el problema era que Lisa era muy enamoradiza, una romántica empedernida en busca de una historia de amor como los cuentos de hadas qué cree que el amor a primera vista existe. Su hermana es un ser humano con hermoso corazón, pero con malos gustos para elegir a las personas.
La mayor sabía que Jennie era una chica muy atractiva, nadie lo niega, sin embargo, su personalidad era lo contrario. Su naturaleza narcisista y ególatra le hacía creer que era superior a ellas por el simple hecho de poseer dinero.
—Lisa, ella no nos respeta—comentó con seriedad—. Solo vas a sufrir, siempre nos insulta cuando nos ve.
—¡Es que tú no me escuchas! ¡Ya te dije que es porque no nos conoce!—Lisa estaba harta de repetir lo mismo.
—¡Aun sin conocernos no debería tratarnos así! ¡¿La educación y modales no te son familiares?!—alzó la voz—. ¡Se llama decencia humana básica y Jennie no la tiene!
Podrán ser pobres pero su madre las educó muy bien, Jisoo y sus hermanas saben cuando se debe dar respeto a una persona y cuando no, en este caso, Jennie y su grupo no se merecen el mínimo respeto por parte de ellas, solo su indiferencia e incluso su desprecio.
—¡Sí la tiene, dame tiempo para demostrar lo contrario!—arrugó la frente.
—¡Es que no tendrías que demostrar nada, si ella...!—suspiró y trató de serenarse—. Olvídalo, solo hagamos esto y ya.
Lisa observó qué Jisoo ya no planeaba mantener esa conversación, fue lo mejor o puede que se peleen de nuevo y esta vez su madre en verdad les meta una bala por el culo.
Eres un idiota, Jisoo. Deberías apoyarme.
Resopló Lisa, pero ya no importaba, ella estaba determinada.
En el mismo lugar, Jisoo solo pensaba en que su madre tenía razón, algunas personas necesitaban estrellarse contra el mundo para abrir los ojos porque no importa si das argumentos razonables y lógicos, esas personas siempre pasarían por alto aquellos consejos.
Cuando te estrelles, espero que lleves casco.
Jisoo lo sabía, y también sabía que iba a dolerle.
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Yo no hablo con pobres
FanfictionSiete chicas pobres. Siete chicas millonarias. Un encuentro inesperado. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Nota: no permito adaptaciones.