Capítulo 20

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Jennie estaba consolando a Sana qué seguía llorando después de que esa tipa la besó.

—¡Una pobre me besó!—la chica se halló indignada y humillada hasta las lágrimas.

—¡Hay que llevarla a terapia, puede haber secuelas psicológicas!—gritó Nayeon—. ¡Vamos a salir de esta, cariño! ¡No te rindas!

—¡Debemos ir al hospital! ¡¿Qué tal si la contagiaron de rabia?! ¡Hay que desinfectarla!—Jennie no iba a permitir que su amiga se infecte de eso.

—¡¿Aló, policía?!—vieron a Rosé hablando por teléfono—. ¡Mi amiga fue besada por una pobre, esto es una emergencia! ¡No es broma, señor oficial, es una emergencia!

—¡No llames a la policía!—Jihyo trató de quitarle el teléfono—. ¡No queremos que se enteren que Sana fue besada por esa!

—¡Cierto!—volvió a pegar su oreja al aparato—. ¡Olviden todo lo que dije respecto a que mi amiga fue besada por una pobre! ¡En realidad quería llamar a los bomberos, adiós!—colgó la llamada.

—¡Y aun tengo la boca negra!—Sana lloraba desconsolada.

—Eso te va a durar por lo menos una semana o quizá menos, pero lo tendrás algunos días—reveló Mina al acordarse de que esa tinta no se va a ir aún si se lava la boca con cloro.

—¡Nooooo!

La chica de ojos gatunos solo arrugó un poco el rostro al oír el chillido de su amiga tan cerca de su oreja. Trataron de tranquilizarse al notar que estaban empeorando el ánimo de su amiga con sus gritos, pero no podían culparlas, ella también estaría llorando si una pobre la besa y le deja la boca negra.

Aunque no creo que ella se atreva a besarme.

Recordó a la chica obsesionada con los dinosaurios y ojos verdes, se ponía tan nerviosa a su lado que incluso le parecía raro.

—Quizá en el internet encontremos algo para que se vaya—sugirió Rosé secando las lágrimas de Sana.

—Es verdad, luego restregamos tus labios hasta que se vaya ese beso de la pobre—Nayeon la abrazó—. No estás sola.

—Podemos hacer una fiesta y podrás besarte con quien quieras—Jennie sonrió, le hacía falta una fiesta—. Y ellos van a estar agradecidos.

—Apoyo lo que dice Jennie, habrá montón de chicos y chicas que puedas besar, pero ya no llores—Jihyo le dio unas palmaditas.

—Podemos hacer la fiesta el viernes, a todos nos gusta el viernes—declaró Dahyun revisando que deben comprar.

—Hay un lugar exclusivo en esta zona, pertenece a las Siete Familias. Le pudo decir a mi papi que despeje todo—Nayeon les indicó con el celular—. Esta cerca del edificio que está construyendo nuestras familias.

—¿Los obreros trabajan los viernes? Es que no quiero ruido—dijo Rosé con una mueca.

—Por supuesto que trabajan los viernes Rosie o no podrían mantener sus casas de cartón—comentó Jennie con obviedad—. Además, no creo que paren la construcción si les decimos a nuestros padres, escuche por Jimin oppa que es importante.

—Solo ponemos la música alta y ya está—Jihyo dio la solución—. Así que ya tenemos planes.

—Gracias chicas, son las mejores—agradeció Sana más tranquila.

—De nada, luego pensamos en qué hacer con las pobres—Nayeon no lo iba a dejar así.

Las chicas le hicieron un abrazo grupal a Sana, haber sido besada por esa vagabunda debió ser traumante, pero estarían para su amiga.

Yo no hablo con pobresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora