la cherry; junior h

28.

Junior's pov:

Volví a acomodar mi chamarra antes de tocar el timbre, mire las rosas que llevaba en las manos y releí la pequeña nota que había en ellas. No hay forma que no me perdone. Ya va más de una semana, me tiene que extrañar.

Toque el timbre y después de unos segundos apareció Estefanía, no pude evitar rodar los ojos. Ella también hizo un gesto de fastidio al verme.

—Qué haces aquí?

—Vine a ver a Paula, puedes hablarle?—negó inmediatamente.

—Ella no te quiere ver.

—Ni si quiera le has preguntado, ve a decirle que estoy aquí.—dije comenzando a frustrarme.

—Por qué no la dejas en paz?—me pregunta molesta—Ya fue mucho. Yo no te había visto pero ahora que estás aquí, voy a decirte todo.

Bufé frustrado.

—Yo no te pedí eso—dije buscando a Paula detrás suyo.

Apenas vi que se asomó por el pasillo, ingrese al departamento sin importar la barrera que estaba poniendo el cuerpo de Estef.

Llegue a ella y la abracé, pegue su cabeza a mi pecho y respiré. Cuanto la había extrañado.

—Suéltame, Antonio—pidió tratando de separarse de mi.

—Perdóname, mi amor.—dije tomándola con fuerza.

—No, Antonio—se sacó de mi agarre—Te pedí que me dejaras en paz.

—No me hagas esto.

—No te estoy haciendo nada—cuando me miró pude notar sus hinchados ojos, además de que definitivamente había bajado de peso—Por fin, te estoy dejando ser libre, déjame olvidarte ya.

—No, no me dejes ser libre, yo quiero estar contigo.

—Ahora dices eso, y luego que?—no me miraba a los ojos, evitaba a toda costa mi mirada—En una semana te veré con otra morra.

—Ya, mi amor, por favor. Ya fue mucho pelear.

Intente acercarme a ella e inmediatamente tomo un paso hacia atrás. Auch.

—Está bien, te doy una última oportunidad—sonreí—Seamos novios, quiero exclusividad, que no me escondas y seamos públicos.

Trague saliva y fruncí el ceño.

—Somos novios, con todo lo que eso implica o ya no vuelvas a buscarme.

La mire serio, no sabía que decir.

—Pau tu sabes que no puedo ofrecerte eso aun, dame solo un tiempo y te prometo que..

—Es ahora o ya no será nunca.

Suspire, relamí mis labios y solo mire hacia el suelo.

—De verdad quieres que te deje en paz?—ella asintió—Esta bien.

Deje las rosas en la mesa, me acerqué a darle un beso en la frente y me fui de ahí.

Paula's pov

Ni si quiera así estuvo dispuesto a estar conmigo. Me solté a llorar apenas se fue, que difícil estaba siendo dejarlo ir. Mire las flores y las puse en agua. Cuanto iba a extrañar recibir flores suyas, pensé.

Vi una nota tirada en el piso, supuse que venía con las flores pero se cayó:

"Mi niña hermosa, vivir sin ti no me está funcionando. Todas las noches te imploro porque sin ti me siento solo. Quien te quiere y querrá siempre, Junior."

No reaccione, solo releí la nota muchas veces, como si así pudiese saber más. La lleve a mi cuarto y la guardé en una cajita donde conservaba todo lo que alguna vez Junior me dio y que realmente importaba.

Porque él jamás se dio cuenta que yo nunca quise esas bolsas ni joyas, nunca las entregaba él de todos modos. Lo que yo siempre pedí eran notas como estas, flores, lo que yo siempre quise fue a él.

Regrese a lo que había hecho toda esta semana, arruinarme en mi cama y llorar. Llorar porque no puedo no extrañarlo, porque quiero llamarlo y decirle que no se aleje de mi. Que por favor hago lo que quiera pero que se obligue a quererme.

Es por mi bien y por el suyo también, pensé.

Mi teléfono sonó y el nombre de "G.Ballesteros" apareció en la pantalla, limpie mis lágrimas y conteste:

—Llegó en media hora, Pau—abrí los ojos asustada. Mierda, había olvidado quien vendría hoy.

—No quiero salir, estoy triste.

—No digas mamadas—contestó y yo reí—Pues te caigo a tu casa y ahí nos quedamos, cómo ves?

—No tengo ganas de soportarte, Gabriel—dije molestando, lo escuché reí.

—Me vale madres, ahí me abres—colgó.

Sonreí y me levante para meterme a bañar, me maquillé para disimular las ojeras que había en mi cara y lo muerta que me veía. Todos estos días no me he levantado de mi cama, si no fuera por Estef estoy segura que no me levantaría ni a comer.

—Vendrá Gabito—dije entrando al cuarto de Estefanía.

—Por fin, te veo bañada y arreglada—reí—No saldré de aquí entonces, te lo vas a besuquear o que?

—Estefanía!—le aventé una almohada—No es esa clase de cita.

—Pues mientras te haga olvidarte de Junior, por mi besa al que sea.

Iba a hablar pero el timbre me interrumpió.

—Gabito, Gabito!—dijo Estefanía y yo carcajeé.

Fui a abrir la puerta y me encontré con el susodicho.