la cherry; junior h

30.

Seguí bailando y miré lentamente hacia arriba; ahí estaba él, recargado en el barandal, mirándonos directamente. Sentí cómo toda mi sangre bajó. Gabito carcajeó al verme.

—Pero no te asustes, Pau, no pasa nada.

—¿Y si se enoja? —pregunté preocupada; él solo levantó los hombros.

—No tiene por qué, ya no están juntos —dijo serio—Ven.

Me tomó del brazo y regresamos a nuestra mesa; lo vi servirnos otro vaso.

—Que no te arruine la noche, ya suficiente te rogué para venir.

Asentí y tomé de mi vaso.

—Está muy fuerte, Gabriel —él sonrió.

—Es para que estés tranquila —me tomó de la cintura y me acercó a él para abrazarme y dejar un beso en mi frente.

La noche pasó; seguimos bailando y tomando. Aunque me ponía nerviosa sentir la mirada de Antonio en mí, Gabito me ayudó a ni siquiera notarlo. Seguía sin entender por qué no mejor se iba; solo estaba mirando por el balcón, ni siquiera bailaba.

—Ya estás muy tomada —dijo deteniéndome de la cintura; yo pasé mi brazo por sus hombros riendo—Vámonos.

—Aún no, estamos muy bien.

—Vamos a regresar después, ¿sí? —preguntó muy cerca de mí y pude percibir un fuerte olor a tequila—Necesitas descansar.

Habló con uno de los hombres que nos acompañaban y pronto ya estábamos en la salida; la camioneta ya estaba esperándonos. Gabriel me tomó de la cintura, y yo solo trataba de caminar lo más derecho que pudiera.

—Yo la llevo a su departamento —cerré los ojos al escuchar de quién se trataba—Ve cómo estás —le dijo a Gabito.

—Tú ni siquiera vienes con nosotros.

—No me interesa, Paula se va conmigo. —yo solo los miraba a ambos—Vámonos.

Me intentó tomar del brazo, pero yo solo di un paso hacia atrás.

—Déjame.

—Paula —me miró serio Junior—No te vas a ir con él —frunció el ceño.

—¿Por qué no? Yo la invité —contestó Gabito por mí; Antonio volteó los ojos.

—Paula —me miró ignorando a Gabriel.

—Ya, déjame en paz —dije molesta—Ya no estamos juntos; no necesito que me cuides, te necesito lejos.

Él solo me miró serio, y me volteé para entrar a la camioneta. Gabito se acercó más a Junior; noté que tuvieron una pequeña conversación, y después entró a la camioneta junto a mí.

—Despierta, Pau, llegamos.

Abrí los ojos y pude ver que nos encontrábamos frente a mi edificio.

—¿No quieres pasar?

—Estamos muy tomados y es mejor que descansemos —tomó mi mejilla.

Asentí sonriendo.

—Buenas noches, Pau.

Dejó un beso en mi mejilla, me sonrojé y salí de la camioneta.

Desperté con una enorme resaca; mi cabeza dolía y todo daba vueltas. No quiero volver a tomar, pensé.

—¿No has despertado? —preguntó Estefanía al entrar a mi cuarto—Gabito te está esperando en la sala desde hace una hora.

Abrí los ojos sorprendida.

—Nos trajo de comer —dijo cantando—Ya sal, pobrecito.

Yo solo reí levemente y me levanté al baño a arreglarme rápido.

—¿Qué haces aquí? —pregunté en cuanto lo vi sentado junto a Mila en el piso.

—Hoy nos vamos a tu pueblo —dijo confundido—¿No te acuerdas? —negué.

Junior's POV:

Estar tirado en la cama era todo lo que hacía desde que Pau me dejó. A veces veía nuestras fotos o sus mensajes de cuando aún me quería. Para lo único que sirvió todo esto es para tener inspiración para el nuevo disco.

Si ella supiera que por fin tengo la canción de amor que tanto me pidió.

Y es que la verdad, no he parado de extrañarla. No puedo dejar de pensar en lo que estará haciendo, en lo mucho que quiero besarla y despertar junto a ella de nuevo. A diario reviso si ya me desbloqueó pero nunca tengo éxito.

Veo la historia de Gabito y me detengo al reconocer el lugar en el que está. Es él de espaldas y de fondo se veía el monte con unas pequeñas casas a lo lejos. Claro que recordaba el lugar, ahí había estado yo hace menos de un mes.

¿De verdad lo había llevado ahí? Sabía que eran amigos, pero que Gabriel estuviera en el lugar más importante para Paula me dolía. Sobre todo después de ver las escenas de hace unos días, él tomándola de la cintura y ella bailando bastante cerca suyo.

—¿Qué verga, wey? ¿Por qué estás con ella? —pregunté al ver a Paula subir a la camioneta.

—Hablamos después —lo tomé del brazo.

—No, contéstame —dije molesto—Nada más viste que nos separamos y te metiste.

—No puedo creer que estés reclamando después de todo lo que le hiciste —sabía que estaba borracho, ambos olían bastante a alcohol—Si tú no la quisiste ni poquito, déjame a mí.

Suspiré enojado aún viendo la historia de Gabito. Hace un mes ese era yo, conociendo a su mamá y durmiendo junto a ella. Pero como él dijo, no puedo reclamar nada. Al final, yo fui quien provocó todo esto.

Oigan ando bien emocionada con como está subiendo tan rápido la historia.🥹 Lleva a penas una semana y ya tenemos más de 2k, gracias. 🩷🩷🩷 Igual sus comentarios me hacen actualizar más rápido, me encanta leerlas.

Igual, es evidente que en esta historia no se quedará con Gabito. Pero si quieren puedo hacer otra historia, obvio una trama distinta, con él, les gustaría?