¡Amiga!.

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– Es que yo soy impresionante — murmura en lo que se dirigía al patio — "Lo voy a ignorar" "Que sufra con mi ausencia" "Que me extrañe el desgraciado" y a la primera ¡Pues claro! Le cuido a la niña, digo la niña no tiene culpa pero

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– Es que yo soy impresionante — murmura en lo que se dirigía al patio — "Lo voy a ignorar" "Que sufra con mi ausencia" "Que me extrañe el desgraciado" y a la primera ¡Pues claro! Le cuido a la niña, digo la niña no tiene culpa pero... ¡Maldita sea! — suspira







Continuo su caminar hasta dar con el patio de juegos, sabía muy bien donde estaba pues Isabela ingreso a este colegio desde el kinder, no fue difícil dar con Helena pues estaba sentada en la banca más lejana a los niños que estaban corriendo por todas partes, ir hasta allá fue toda una odisea con tanto niño atravesandole y casi chocandola, se repetía en su cabeza que cuando fuera madre [Y si es que lo llegara a ser algún día] educaria a su hija/hijo/hije para correr a otra parte cuando una persona intentaba cruzar el patio.







– Hola Heli — sonríe — ¿Me puedo sentar a tu lado?

– ¿Alta? — levanta el rostro — Pero... ¿Porque estas en mi colegio? Ya eres grande, los grandes no estudian

– Lo que pasa es que — toma asiento — Mi sobrina también estudia aquí, iba saliendo de la reunión cuando me encontré con tu papá y me pidió que te hiciera compañía mientras él estaba ocupado en tu reunión

– ¿Entonces no va a volver?

– No por ahora pero cuando acabe la reunión regresará aquí contigo, igual me tienes a mi, digo no soy tu papi pero soy más genial que él y más bonita ¿A qué no?

– Si — sonríe leve

– ¿Por qué no estás jugando? ¿Es por el uniforme?

– Nadie quiere jugar conmigo

– ¿Y eso por qué?

– Las niñas son muy malas y los niños juegan muy rudo — hace una mueca

– Te propongo algo, tú y yo jugaremos un rato pero luego vamos adentro porque tía Alta tiene que hablar con el director y tú me vas acompañar

– ¿Por qué?

– ¿Por qué vamos a jugar o por qué vamos con el director?

– Lo del director — ríe

– Ah son unos negocios, ahora levantate, quítate ese saco porque si mal no recuerdo es muy caliente







Después de quitarse su propio saco ayudo a Heli para hacer lo mismo, la niña iba emocionada delante suyo con dirección a los juegos; claro como estaban acondicionados con césped falso le toco quitarse los tacones o de lo contrario se habría doblado el tobillo por la graba que colocan para que no lo destrocen los niños, estuvieron en el columpio un rato, hizo que le perdiera el miedo a bajar por una resbaladilla bastante alta la verdad, la correteo un poco y ya después pudieron caminar por las instalaciones, no sin antes parar a tomar un poco de agua bien fría; esto había sido una buena terapia pues hacía muchísimo tiempo que no jugaba con una niña tan chiquita.







°•°•Perfidia°•°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora