Perfidia: Deslealtad o maldad extrema.
"las malas lenguas cultas la llamaban Aspasia, como a la mujer de Pericles, aquella que, con su perfidia, llenó de sangre el mundo de las calles de Samos y Megara"
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– Han pasado muchos días desde la última vez que tuvimos una sesión — comenta Martina en lo que tomaba asiento frente a ella — ¿Por qué?
– Tenía un conflicto que quería arreglar a mi manera, sin que muevas tus manitas alrededor de mi cerebro
– ¿Qué conflicto era?
– Le confese a Luís que lo amo — suspira recargandose en el diván — ¡Grave error! Pero creí que si se lo decía entraría en razón
– Entonces terminaron
– Brevemente — asiente — Estamos de vuelta bajo los mismos términos, aunque ahora logré sacar a su esposa del medio, volvió a acostarse con ella ¿Lo puedes creer?
– Altagracia sabes que esto no va a durar mucho más, si ya volvió a acostarse con su esposa quiere decir que esta reconsiderando una reconciliación verdadera
– Si pues acabo de romper esa posibilidad — sonríe — No la ama Martina, puede que tampoco me ame a mi pero de las dos me prefiere y eso se nota, sólo sigue atado a ella porque esta cómodo, digo ¿Quién no? Laura se hace a la ciega, le reclama de vez en cuando pero le sigue dando el estatus de hombre casado, empresario y respetable, por eso no se quiere divorciar
– ¿Y qué? ¿Vas a seguir a su lado por migajas? Altagracia, con esto podemos hacer mucho, si seguimos haciendo la terapia como se debe, podrías enamorarte de alguien más y ser feliz verdaderamente
– ¡No quiero a otro! Lo quiero a él y voy a tenerlo
– Tú no estas enamorada, estas obsesionada — la señala con el bolígrafo — Y vas hacerte mucho daño
– ¿Y qué es el amor si no tiene un poco de obsesión en medio? — la encara — Amo a ese hombre, lo quiero para mi y voy a tenerlo, tarde o temprano
– ¿Y si él no quiere estar contigo? ¿Ya pensaste en eso?
– No vive sin mi Martina, hace unos días lo emborrache apropósito y me confeso que no puede sacarme de su cabeza, te apuesto lo que quieras a que estuvo toda la semana preocupado porque le consiguiera un reemplazo ¡Tenías que verlo! Estaba muy celoso, va a ser mío — asegura — Cueste lo que cueste
– ¡Altagracia! Lo más probables es que te dijo exactamente lo que querías oír
– Los ebrios dicen siempre la verdad Martina y creeme, él estaba muy ebrio como para pensar
– Estás así de decidida porque ya tienes un plan ¿Qué vas hacer?
– Ganarme su confianza nuevamente, haré que tome en serio mi idea de "sexo sin compromiso" porque si fue un gran error decirle que lo amo, en cuanto esa parte la tenga ganada debo darle por el lado más débil, su hija
– Niña con quien ya tienes una relación — niega suspirando — ¿Vas a involucrar a la niña?
– No fui quien la metio en medio, fue él, nos hizo convivir así que voy a crear situaciones para que eso se repita ¡Soy la mejor madrastra que esa niña podría tener!
