Perfidia: Deslealtad o maldad extrema.
"las malas lenguas cultas la llamaban Aspasia, como a la mujer de Pericles, aquella que, con su perfidia, llenó de sangre el mundo de las calles de Samos y Megara"
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La verdad es que fue una noche bastante tranquila, para Altagracia claro porque José Luís tuvo que soportar que su pequeña lo estuviera empujando toda la noche, algo raro pues Heli nunca fue una niña inquieta a la hora de dormir pero tal vez era porque la cama para niños no es igual de grande que la de adultos y estos días se ha acostumbrado a dormir con Altagracia; como de costumbre la alarma sonó a las ocho de la mañana aunque ninguno tenía ganas de despertarse, lo máximo que pudo hacer Altagracia fue apagarla y darse vuelta para abrazar a José Luís.
– ¿No tienes que presentarte a trabajar? — murmura — O estar con tu ex pendiente de otra llamada de los secuestradores
– Ella me prohibió la entrada a su casa, hizo todo un show frente a los policías y el capitán encargado del caso me recomendó no aparecerme por ahora pero que me mantendría al tanto — la rodea con su brazo izquierdo
– ¿Tanto le afecto esa llamada? — ríe suave
– El diálogo que hiciste leer a alguno de tus guardias fue demasiado convincente
– Bueno es que ese es el punto, que no quede dudas
– Hasta yo me lo creí por unos segundos — soba su espalda — ¿Dormiste bien?
– Me diste buenos arrimones toda la noche pero si
– Heli me estaba empujando, trataba de no pegarme mucho a ti
– Raro, conmigo se queda bien quieta, hasta abrazadas dormimos — bosteza
– Con que abrazadas eh
– Creo que debo levantarme...
– Es temprano, quédate otro rato aquí conmigo, aprovechando que Heli sigue dormida
– Es que como que me quieren dar náuseas — hace una mueca leve
– ¿Te sientes mal? — la suelta para que pudiera sentarse
– Un poco... — amarra su cabello en una dona mal echa al sentarse — Está raro porque ayer no desperté así
– ¿Comiste algo diferente?
– Para nada, el menú está bien cuidado justo para no sentirme mal — sale de la cama
La observó caminar con algo de prisa hacia el baño, le dio un poco de privacidad esperándose dos minutos antes de ir a verla, además fue el tiempo suficiente para conseguirle agua fría, ingreso al baño dejando el vaso con agua sobre uno de los muebles y se agacho a su lado para sobarle la espalda, ya no estaba vomitando pero se veía algo pálida.
