Perfidia: Deslealtad o maldad extrema.
"las malas lenguas cultas la llamaban Aspasia, como a la mujer de Pericles, aquella que, con su perfidia, llenó de sangre el mundo de las calles de Samos y Megara"
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– Debió ser difícil pasar por un parto, en especial el primero, en tu hacienda
– Luís fue muy reconfortante y me mantuvo en calma, además conseguimos traer a mi obstetra a tiempo, revisaron a Olivia luego a mi y como ambas estábamos perfectas yo me pude calmar
– Ella es muy bonita — sonríe viendo a la pequeña que descansaba en sus brazos — Y se ve que están haciendo un estupendo trabajo porque es una bebé tan calmada
– Uy sólo ahora — dice Luís desde el otro extremo de la sala jugando con Heli — De noche se pone como una fiera
– ¿Les da mucho trabajo?
– Lo normal pienso, a veces le cuesta retomar el sueño y se pone algo enojona
– ¿Y este ingrato te ayuda en algo?
– Me ayuda bastante — sonríe — Cambia pañales, la pasea, trata de calmarla y hasta la baña, creo que si pudiera darle de comer lo haría también
– Es un acaparador — asiente — Desde chico siempre ha sido así, si acapara mucho a la niña sólo lanzale una almohada a la cabeza
– ¡No soy un acaparador mamá!
– Ya te dije que no hablo con ingratos
– Mamá te traje tus flores favoritas, los chocolates caros con licor que adoras, perdoname ¿No? Además aquí tienes a tus dos nietas
– ¿Debo de perdonarte nada más porque tuviste la cortesía de hacer algo bien?
– Me rindo, no puedo con ella — baja sus cartas de princesa
– ¿Y a los padres de Altagracia si le avisaron? Digo, sería lo mínimo, es su hija la que dio a luz
– Yo perdí a mis padres siendo una adolescente, pero mi hermana estuvo ahí presente
– Lo siento mucho querida, no estaba enterada
– No se preocupe — sonríe leve acomodandole la manta a Olivia — Paso hace mucho tiempo, ahora Luís, Heli y Olivia son mi familia
– Entonces ¿Quiere decir que ustedes están juntos? Digo, hasta donde yo sabía Olivia viene de...
– Heli ¿Quieres ir buscar los chocolates que traje para la abuela?
– ¿Dónde están? Papi
– Le dí la caja a Eunice, debe estar en la cocina
Los tres adultos observaron a la pequeña desaparecer por el pasillo de la casa, Heli no tenía idea de los rumores sobre el origen de su hermanita, de hecho todavía ni siquiera sabía cómo los bebés llegaban a las panzas de las mamás, así que este era un tema que no se podría tocar frente a la pequeña.
