Perfidia: Deslealtad o maldad extrema.
"las malas lenguas cultas la llamaban Aspasia, como a la mujer de Pericles, aquella que, con su perfidia, llenó de sangre el mundo de las calles de Samos y Megara"
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Los primeros días en el departamento después de aquel ataque a la casa fueron complicados, en especial con tres perros que añoraban su gran espacio verde. Por ahora había trabajado desde el departamento para estar más segura pero debía asistir hoy por última vez para una reunión que trataba de su calendario de construcción, hablarían de varios proyectos a la vez antes de ceder el mando a su mano derecha mientras estaba de licencia; durante las horas que pasó en La Constructora supo que había una camioneta que estuvo rondando el edificio desde hace unos días esperando que apareciera.
Ya que había sido bien cuidadosa para que no dieran con su departamento sabía que tratarían de localizarla en su lugar de trabajo, así que decidió crear una distracción para poder salir a salvo, mando a Matamoros pasear por el centro hasta perderlos con las dos camionetas, también descubrió que perdieron la señal del teléfono con el que Anibal se comunicaba con Laura, o sea que ya no podían escuchar ninguna llamada de ese teléfono, les tocaba esperar a que llamara nuevamente a Laura para pinchar el nuevo número pero dudaba que eso pudiera ocurrir, lo más probable es que descubrió lo que habían echo y no caería otra vez.
– ¿Qué pasó? ¿La bebé ya viene? — pregunta al levantar el teléfono
– ¿Vas hacer esto cada que te llame? — gira en su silla
– No... Tal vez
– La bebé aún no viene, relájate — niega y suspira — Necesito que subas a tu camioneta y me vengas a buscar de La Constructora
– De acuerdo pero ¿Por qué?
– Anibal mando a sus hombres esperar a que apareciera por aquí, no saben donde me fui a refugiar después del ataque a mi casa y francamente, es extraño que no buscará venganza por mis perros, debe estar inquieto
– ¿Siguen fuera de tu Constructora?
– No, están siguiendo a Matamoros ahora, no voy a permitir que descubran el departamento, mi sobrina y hermana también viven ahí
– Voy saliendo para allá...
– Tenemos que hablar de lo que haremos
– Sigo diciendo que tu plan es demasiado arriesgado, en especial porque la bebé va a nacer en cualquier momento
– Bueno pero tú no me has dado otra alternativa
– Estoy pensándolo Altagracia, no se me ocurre algo sin ponerlas en riesgo y a ti tampoco
– Mi plan es más seguro, además llega en buen momento, esta inquieto y va a cometer errores, hay que aprovecharnos de eso
– ¿Y qué? ¿Vas a ir a la hacienda a parir agarrada de un árbol?
– Burlate pero en cuclillas es la mejor posición para hacerlo, obviamente no lo haría bajo un árbol pero si en mi cuarto
– Prefiero que estés aquí, cerca del hospital donde te pueden atender bien y a nuestra hija
