Yo Te Mantengo.

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Tres Días Después

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Tres Días Después.

– ¿Vas a trabajar desde hoy?

– Si, quiero supervisar las cosas en la oficina — baja su taza

– Tía acabas de volver — ríe — Además dices que todavía no te acomodas al horario, apenas son las cinco de la tarde y ya te quieres dormir

– Voy a tardar otro poco en adecuarme — asiente — Pero estuve mucho tiempo fuera, debo supervisar mis negocios de cerca

– Tampoco ibas muy seguido a París y tu Constructora estaba bien

– Porque los mantengo a raya, todo me lo notifican, todo me lo mandan al correo y hago muchas vídeo conferencias, estoy pendiente de todo

– ¿Por qué no haces lo mismo aquí? — indaga Regina — Mira entiendo que ames trabajar pero acabas de volver, tienes problemas para dormir y estas embarazada, tampoco paraste mucho en París, necesitas estar quieta de verdad

– ¿Por qué? ¿Nada más porque cargo a un humanito? Él o ella está perfectamente, se arrulla mientras camino, le hace bien que me esté moviendo

– Si le hace bien cuando no es en exceso, no quiero que te agotes, bajale un poquito

– Este bebé ya se imaginaba que su mamá es una mujer intensa — se pone de pie — Que ama su trabajo en exceso, porque ya estaba destinado a ser mi bebé, él o ella lo sabe, se preparo para esto — se inclina para besar la cabeza de su sobrina — Y ahora me voy, nos vemos en el hospital luego de que pases por Isabela ¿De acuerdo?

– ¿Comeremos fuera tía?

– No sé... ¿Les importa si comemos aquí en casa? — las ve — Es que quiero llegar y estar descalza un rato antes de volver a la oficina

– ¡Ves! Ni siquiera soportas estar en tacones

– Son nuevos, es por eso, todavía no se adecuan — rueda los ojos — Relájate, todavía tenemos cinco meses para esto Regina, no me empieces a estresar ahora — va y besa su mejilla

– ¿Traes la faja puesta?

– Tal vez... — se apura en salir del comedor

– ¡Altagracia!

– ¡Adiós, adiós, adiós! — toma su bolso — Rápido Matamoros o no me va a dejar irme

– Si Doña — sonríe leve siguiéndole el paso





Llegando a La Constructora aprovecho que era día de juntas, esa era la mejor forma de estar al día, toda su mañana se trato de ello, en su primer descanso en la oficina aprovecho para quitarse los tacones y la faja, apesar de que quería seguir escondiendo un poco más su embarazo esta idea comenzaba a ser ridícula ya que la faja era incómoda.





°•°•Perfidia°•°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora