– Yo no puedo montar — la carga mejor — Pero si tu papi esta dispuesto a acompañarte, no veo porque no
– ¡Si! Papi por favor — lo voltea a ver
– Ah no, no vas a subir a una bestia enorme
– Que no son bestias — rueda los ojos — Deja a Olivia con Magda, de todos modos se quedó dormida en la carriola y acompaña a tu hija
– ¿Qué tal que nos caemos?
– Eso no va a pasar... ¿Si sabes montar no?
– Papi sabe ¿Verdad?
– No, no sé montar
– ¡Pues con razón! No tienes miedo de que Heli se caiga, tu miedo es caerte
– No, no quiero que ninguno de los dos caiga al suelo
– Bueno, como papi tiene mucho miedo, lo que no está mal, porque todos tenemos miedo — sonríe — Le diré a Ignacio que te dé un paseito en una de mis yeguas
– ¡Si!
– De ninguna manera
– Es mi hacienda, son mis caballos, tengo excelentes trabajadores y ella es mi hijastra ¿No?
– Si papi, soy su hijastra y yo quiero montar
– Pero yo soy el papá y digo que no
– A nosotras no nos importa
Ambas le enseñaron la lengua antes de que Altagracia siguera el camino para las caballerizas, tenía dos, una más modesta donde guardaba a sus caballos más viejos y mansos, luego estaba la otra donde tenía sus caballos de competición, los que usaban para el trabajo y claro sus sementales más consentidos.
– No vamos a la caballeriza más grande, te voy avisando de una vez
– ¿Por qué? — se queja
– Porque si voy a dejar que te subas a un caballo con alguien que no sea yo, prefiero que no sea de los jóvenes porque son impredecibles corazón
– Pero son los más bonitos
– Claro que no, tengo caballos muy bonitos aquí también
– ¿Si?
– ¡Claro! Sólo que están más viejitos
– ¿Tienen barba?
– No — ríe — Pero sería chistoso ¿Verdad?
– Ahí viene papi — señala
– Ay no, la reina del drama, aunque haga su show te prometo que vas a montar hoy
– ¡Altagracia! — las alcanza
– Si vienes a decir que nos prohibes subir a un caballo, te aviso que no haremos caso
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°•°•Perfidia°•°•
FanficPerfidia: Deslealtad o maldad extrema. "las malas lenguas cultas la llamaban Aspasia, como a la mujer de Pericles, aquella que, con su perfidia, llenó de sangre el mundo de las calles de Samos y Megara"