– ¿Estás son las fotos del bebé? — se recarga en ella
– Si, las puse en este álbum para que no se borren ni maltraten
– Pero esta casi vacío
– Es que todavía hay muchas fotos que poner aquí — ríe — Podríamos tomar algunas mañana ¿Te parece?
– Sip, hay algo que no entiendo
– Dime que es para explicártelo — le acomoda el cabello
– ¿Cómo el bebé es mi hermanito o hermanita si tú no eres mi mamá? Eres mi mejor amiga
– Ah es que tu papi, es también el papi de este bebé, entonces eso te hace su hermana
– Pero entonces ¿Tú que eres mío?
– Puedo ser siendo Alta, tu mejor amiga o si quieres una madrastra pero de las buenas
– No podrías ser de las malas
– Ah no ¿Y por qué no? — sonríe
– Porque eres muy bonita, siempre hacen a las madrastras feas en las películas, tú pareces princesa
– Yo digo que ambas somos princesas — besa su cabeza — Aunque las reinas tienen más poder que las princesas
– Cierto, mejor seamos reinas pero de las buenas
– Claro de las buenas — ríe
– ¿Por qué todavía no sabes que es el bebé? Si no sabes no le puedes poner nombre y tampoco le podemos decir si es princesa o príncipe
– Es que todavía no se deja ver, hace unos días fui con tu papi a ver al bebé y no pudimos descubrir si es niña o niño
– ¿El bebé no quiere que sepan?
– Parece que todavía no
– Ay pero le tienes que comprar cosas, ponerle nombre y... ¿Qué más tienes que hacer? — la voltea a ver
– Su cuarto
– ¡Su cuarto! — se desespera — No sabremos si le gusta el rosa o el lila ¿Qué tal que le guste el azul?
– No te preocupes que todavía tenemos un par de meses para eso
– ¿Cuántos? ¿Tres?
– Tres es muy poco tiempo
– ¡No es verdad! Te fuiste por tres meses y fue mucho
– En este caso nos quedan cinco meses todavía corazón
– ¡Es mucho! — suspira aliviada — Ay pero tendré que esperar demasiado para conocer al bebé
– Un poco — asiente — Pero en cuanto nazca voy a necesitar mucha ayuda, como su hermana mayor puedes distraerlo para que me arregle el cabello o cosas así
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°•°•Perfidia°•°•
FanficPerfidia: Deslealtad o maldad extrema. "las malas lenguas cultas la llamaban Aspasia, como a la mujer de Pericles, aquella que, con su perfidia, llenó de sangre el mundo de las calles de Samos y Megara"