En los meses finales del embarazo de Jimin dormir, comer y descansar eran cosas difíciles de conseguir para el omega.
La fecha de parto de Jimin llegó el día indicado, nacerían por cesárea. Así que el omega se levantó temprano, se bañó y tomó algunas fotografías de su abultado vientre.
Estaba gigante si tenía que ser sincero. Pero a estas alturas solo le importaba que sus bebés estuvieran bien. Sabían que era un varón al que llamarían Mingi y una nena, Jiyoon.
El día que se enteraron del sexo de los bebés, Yoongi retomó la decoración de la habitación de los pequeños. Por recomendación de todo el mundo dormirían en la misma habitación ya que lo mellizos podían ser muy unidos.
Haber llegado a término había sido un poco una odisea para Jimin, las emociones fluctuaban mucho, había pasado días enteros llorando por su bebé pepdida, los pies se habían vuelto a hinchar a pesar de los masajes, los bebés estaban grandes por lo que pareaban fuerte y lo peor de todo, la última semana no toloreba casi nada en el estómago.
El matrimonio se admitió en el hospital por la mañana y en menos de tres horas el omega estaba en el quirófano junto a su marido.
Jimin recibió anestesia total, el obstetra no estaba seguro de cuán fácil o difícil iba a ser la cirugía por los antecedentes del omega. Así que optaron por dormirlo por completo y esperar lo mejor.
Para cuando Jimin estuvo completamente inconsciente y listo, dejaron pasar al quirófano a Yoongi, lo sentaron en la cabecera junto al anestesista y pidieron que libere sus feromonas. El nivel de estrés del alfa era indescriptible. Ver a Jimin otra vez con un tubo en la boca, me trajo horribles recuerdos de lo que sin dudas fue el peor momento de su vida.
Uso todos sus recursos en mantener las feromonas altas y con mucho esfuerzo lo logró, aunque estaba tan concentrado en eso que cuando escuchó el llanto de su primer hijo pegó un respingo fuerte y con ojos muy abiertos se asomó al campo quirúrgico.
Allí estaba rosado, hermoso y aparentemente muy enojado llorando, su hijo varón, Mingi.
-Es un alfita señor Min - dijo el médico entregándole el bebé a una de las médicas pediatras quien lo limpió y comenzó a revisar rápidamente.
-Mi precioso alfita - murmuró entre lágrimas Yoongi.
Antes que pudiera terminar entender que pasaba el segundo llanto un poquito más agudo de su hija interrumpió sus pensamientos. Jiyoon nació igual de enérgica que su hermano moviendo intensamente sus bracitos.
-Y aquí la niñita, también alfita - dijo el médico repitiendo el proceso que había hecho con Mingi.
-Hola mi amor - dijo el alfa completamente enamorado de esos dos bebitos.
Mientras el procedimiento finalizaba un par de enfermeras se acercaron con los bebés para que Yoongi los vea y marque con su aroma. Esto último era de suma importancia. Sus padres marcaban a los pequeños con el fin de que los reconozcan como sus protectores y sí pertenencia a esa familia. El primer aroma con el que se impregnaba un bebé, sería el de sus padres, ya sea que fueran biológicos o adoptivos.
-Hola mis amores - susurró Yoongi apoyando la frente en la de sus hijos y llenándolos de sus aroma - los amo tanto, tanto.
-Señor Min, estafo muy bien con los bebés, si quiere los puede llevar hasta la habitación. Como son dos podemos darle una incubadora.
-Los llevo en brazos, gracias - dijo Yoongi recibiendo a sus dos hijos - mi marido?
-Lo llevaremos en camilla hasta la habitación, va detrás suyo, en unos momentos van a terminar de despertarlo.
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Flower boy
Hayran KurguJimin es in omega de 21 años estudiante de negocios. Heredero del conglomerado de empresas más importantes de Corea, pero con el objetivo claro de vivir la experiencia universitaria los más normal posible. Yoongi es un alfa poderoso, sumido en el...