Capítulo 9

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Debo admitir que la idea de pelear contra Neus me aterra, pero eso sucederá un tres día, lo cual, me aterra aún más la idea de esperar. De ver como me mira me sonrie, y sus palabras rebotan en mi cabeza, "te voy a destrozar, no lo dudes", y no lo dudo.


No duermo por la noche y sólo a intervalos por el día, no como, pero sigo teniendo fuerzas suficientes para pelear, no sé por cuanto tiempo aguantaré así, pero sé que no mucho.

Byron ya ha salido de la enfermería y ganó su pelea de ayer contra Aiko. Y yo gané la mía contra Kian. Parece que los nacidos en Intrepidez no son como los dos esperabamos que fueran. Él dice que no qiere recordar nuestra pelea, dice que hubiera sido memorable si él hubiera ganado, que no lo es y que deje de molestarlo. Me encanta molestarlo. Y al él le encanta que lo moleste.

Ese día luchaba contra Aiko, y él me dijo que era fácil, sólo tenía que golpear unas cuantas veces en la mandíbula y ya estaría en el suelo rindiendose, pero no fue tan fácil. Le golpee en la cara y en la mandibula una diez veces y ella seguía pateandome, así que tuve me pegarle patadas en el estómago hasta que se rindió.

—Odio tus consejos. —dije secamente mientras me sentaba a su lado. Ahora le tocaba a Neus contra Miles, y yo no quería verlo, y creo que Byron tampoco. Así que nos sentamos al final de la sala, lejos de toda la actividad.

—No fue un consejo, fue una indicación, y si no funcionó, es porque no lo hiciste bien. —dijo sonriendo. Acerqué mi mano lo suficientemente cerca de su frente, pero lo suficiente mente cerca y entonces le dí en la sien. Y me empecé a reir.

—Suena hueco. —dije, y él hizo lo mismo en mi frente.

—También suena hueco. —respondió riendo.

Me levanté y me acerqué a la pelea, que ésta ya había terminado, y el resultado era claro. Miles no paraba de sangrar por la nariz y sujetaba un algodón contra ella. Neus ya se estaba yendo. Esperaba que no fuera a las habitaciones, que es donde yo tenía intención de ir. Volví al lado de Byron.

—Voy a ir a dormir. —le anuncié.

Él se despidió y fui caminando hacia los dormitorios. Todo estaba oscuro, los pasillos y también la habitación. Alguien había apagado las luces, ya que siempre estaban encendidas. Me acerqué a mi cama, y me tiré encima de ella. Pronto el sueño me atrapó.

SPIN-OFF DE DIVERGENTE: Nueve.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora