SPIN-OFF DE DIVERGENTE: Nueve.

Capítulo 31

Todos estabamos sentados en las sillas de dentista, apunto de entrar en la simulación, estabamos escuchando a nuestra instructora explicando como se puntuará esta prueba y en qué consiste.

—...Las simulaciones cambiarán de paisaje cuando paseís las fases. Habrá cinco simulaciones. Cuando entreis, estaréis muy lejos del equipo openente. Esta prueba es física, pero también valoramos la manera de pensar en situaciones extremas...

Cuando terminó, hombres y mujeres vestidos de negro se colocaron a nuestra izquierda con una jeringa en la mano. Tuve que reprimir mis deseos de apartarme y salir corriendo al ver que la aguja se metía dentro de mí piel.

—Nosotros podemos hacer esto. —me dije a mí misma.

Todo se volvió negro y noté como me desvanecía. De un momento a otro todo se volvió verde, después empecé a ver árboles. Un bosque. Estamos en un bosque. Miré a mi alrededor y ví a mi equipo tan confuso como yo. Empece a caminar cuando mis ojos se acostumbraron al sol que se filtraba entre algunas ramas. Antes de entrar en la simulación acordamos que iríamos todos juntos hasta divisar al equipo dos.

Me fijé en los árboles, el suelo, los arbustos, la hierba... Intentaba idear una estrategia en la cual pudieramos utilizar este escenario como una ventaja. Después de muho tiempo, me rendí. Sólo podemos luchar.

—¿En qué piensas? —me dijo Aiko caminando a mi lado. Me encogí de hombros.

—En nada, sólo quiero que esto acabe, ¿tú no? —dije mirando cómo intentaba caminar, esquivando las raices de los árboles en el suelo. Lo hacía parecer complicado.

—Sólo acaba de empezar, Arden. —dijo sonriendo.

—Lo sé, es sólo que no qui...

—¿No quieres pelear contra él? —dijo interrumpiendome—. No tendrías que haber dicho que lo matarías, ¿sabes? El equipo ya ha dado por hecho que lo harás, tienen esperanza.

—Dios la he cagado. —dije tapandome la cara, ella se echó a reir al oír mi comentario.

Caminamos por lo que parecieron horas y nos paramos a descansar en un claro. Hacía calor. El sol se estaba poniendo. Así que decidimos descansar por turnos, mientras otros vigilaban. Kian, Miles, Aiko y yo haríamos la primera guardia cuando todos durmieran.

Hicimos una hoguera con la esperanza de ser vistos por el equipo dos, a Byron no le costó mucho encenderla. También hicimos grupos de cuatro personas para ir a recoger agua y para ir a cazar. Después de dos horas ya estaban de vuelta.

No tenía hambre así que mientras todos cenaban yo me dediqué a dar un paseo lejos de todo el mundo. Empecé a caminar y paré cuando creía que era hora de dar la vuelta. Ya estaba lo suficientemente lejos. Di media vuelta y escuché ramas partirse, como si alguien las hubiera pisado. Volví la cabeza para ver quién era, y ahí estaba él. Neus.