Capítulo 19

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Notaba su piel fría contra la mía, me preguntaba por qué siempre estaba así. Me gustaba, de alguna manera me gustaba. Él me hacía sentir segura. Ese momento era seguro porque estaba con él. Me sentía de una manera extraña, todos mis problemas se habían evaporado, él los había evaporado.

Sus labios fríos bajaban por mi cuello, entonces recordé todo lo que había desaparecido y me golpeo muy fuerte. En unos minutos iba a pelear contra él. Me tensé y él lo notó, hundió su cabeza en mi cuello y sus brazos me envolvieron convirtiendose en un escudo contra todo lo que estaba fuera de ellos. Pero el problema no era lo que estaba fuera, el problema eramos nosotros dos.

Y de repente me sentía encerrada, él me ha hecho daño. Y ahora, todo lo que ha hecho, ¿se supone que tengo que olvidarlo? Apartó sus brazos de mí y me miró a la cara. Sé que tengo que mentir porque en realidad no importa lo que le diga, seguiré siendo débil. Y yo siempre soy la débil. Estoy cansada, necesito ocultar cualquier atisbo de tristeza, desconfianza o lo que quiera que sea que me esté pasando. Porque sé que tengo un problema, no puedo pasar de querer besarle a querer correr porque estoy asustada de él en tres segundos. Sentir que sus brazos me atrapan cuando en realidad no lo hacen. No puedo dejar que alguien se dé cuenta de ese problema en mí.

—Lo siento, no debí besarte, estuvo mal. No debí besarte, no debí hacerlo. —dije aguntando las lágrimas que punzaban mis ojos. Él lucía tenso, su expresión exigía un por qué, y tras pensar dos segundos decidí mentir—. Byron y yo estamos bien, sí, e-estamos bien. Lo siento.

—No te disculpes. —dijo serio, estaba dolido, pero también enfadado. Levanté la mirada del suelo y caminé hacia los dormitorios—. ¡Lo siento! —le oí gritar desde la sala.

SPIN-OFF DE DIVERGENTE: Nueve.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora