SPIN-OFF DE DIVERGENTE: Nueve.

Capítulo 29

—Es bueno tener una Cordialidad en nuestro equipo. —dijo Kian al ver que Byron y yo nos acercabamos al grupo.

La prueba había cambiado, ahora era una "competición", hay dos equipos de veinte participantes cada uno, y en cada simulación de supervivencia se eliminan intengrantes, literalmente, hay que matar, si te matan te despiertas y ves lo que pasa en monitores colocados por todas las paredes de la sala. En la última simulación solo pueden quedar dos personas en cada equipo. Las simulaciones acaban cuando dos de cada equipo esten muertos. Los equipos cambian en cada simulación. Puedes ser el equipo 1 en las primeras simulaciones y terminar en el 2. No lo hacen por colores, por supuesto, estamos en un mundo en el que los colores no se utilizan para esto. En cada simulación los números cambiarán, en la próxima simulación los equipos serán el 3 y el 4, el la siguiente el 5 y el 6, 7 y 8, y por último 9 y 10.

No han explicado la prueba final y tampoco cómo se puntua, lo harán antes de pincharnos con esas dichosas agujas.

—No soy una Cordialidad. —dije fríamente recordando cómo mi madre me obligó a irme. Como me rechazó, por decir de alguna manera—. Si depende de mí ayudaros a sobrevivir, moriréis todos, no lo dudeis. —dije entre carcajadas. Intentando ocultar mi repentina seriedad al oír su comentario.

Me acerqué a la pizarra colgada de la pared, en la que están nuestros nombres y el equipo al que pertenecemos. Estamos colocados en el orden de la clasificación de la primera fase, no me toma mucho tiempo encontrar mi nombre en el segundo puesto, seguido del número uno. Estoy en el equipo uno, con Kian, Brandon, Miles, Aiko, Laurelle, Byron y otros iniciados, no reconozco los nombres porque son trasladados y no estuve con ellos en los dormitorios.

Mis ojos se desviaron al nombre encima del mío, al de Neus, con el número dos. Me alegré al saber que no estará en mi equipo, estaré con mis amigos, pero también el miedo se apoderó de mi al darme cuenta de lo que significa esta pruba. Matar o que te maten.

Después de mirar la pizarra vuelvo junto a mi equipo. Han hecho una piña en la que supongo que estarán planificando su estrategia. Me agaché al lado de Miles y todo me miraron como si esperaran que dijera algo.

—¿Por qué me mirais? —dije a la defensiva, nunca me ha gustado que me miren. Todos movieron su cabeza a la vez como si fuera evidente y Byron señaló al equipo 2.

—Peleaste contra todos y ganaste. —dijo señalando una pizarra en el suelo con todos los nombres y las características de cada uno. Miré al equipo dos y recordé todas las pelas, segundo a segundo, y eso es algo que lamenté.

—No a todos. Neus me ganó las dos veces. —dije encogiendome de hombros y diciendole a Miles, quién escribía, lo que tenían que hacer para ganarles mientras les enseñaba a los demás a hacerlo.

—Pero él se rindió la segunda vez. —dijo con odio, intenté calmarlo y sacarlo de su alteración.

—Tranquilo, lo he superado. —suspiré, al ver su mirada sabía que estaba molesto por mi comentario, estaba claro que no lo había superado—. Lo estoy superando. —me corregí.

Después de una hora, Miles dejó de escribir, todos sabían lo que tenían que hacer y cómo lo harían. Sólo disponíamos de cuchillos, así que empezamos a entrenar la puntería. Sólo teníamos una hora antes de empezar.

—Arden, ¿me ayudas a practicar los movimientos? —dijo Miles, tiré el último cuchillo dandole a la diana y me acerqué a él.

—¿Tienes algún problema en concreto? —dije intentando ser amable.

Al cabo de quince minutos dejamos de practicar y volvimos a reunirnos haciendo una piña. Kian fue asignando nuestro objetivo, las personas que intentaríamos matar si tenemos oportunidad.

Miré a cada uno de mis compañeros a la cara y no quería que ellos pasaran por lo que Neus me hizo, aunque sólo sea en una simulación. Miré en su dirección, y cuando volví la cabeza ya estaba decidido.

—Me quedo con Neus. Yo lo mato.