Me había jodido mucho que Selene me hubiera dejado solo, pero también comprendía que yo solo me había metido en esas cosas y que tenía que dejarla a ella a un lado y resolverlo por mí mismo. Desde antes de conocerla había sido un mujeriego, un tipo sin escrúpulos al que no le importaba nada ni nadie, ya que tampoco tenía a nadie a quien rendirle cuentas. Con mi madre por aquel entonces no me hablaba y no tenía más familia que me apoyara, tampoco tenía pareja, así que hacía con las mujeres lo que me venía en gana. Las mujeres, el alcohol y las drogas pasaban por mi vida como el agua del mar y no tenía filtros. Hacía lo que me parecía y las noches y los días eran todo fiesta. Cuando me centré un poco y me metí en el mundo de la sidra reconduje mi vida, pero luego conocí a Tina y a su familia y volví a caer: nos metimos en el negocio de la mansión y volvieron las drogas, el alcohol y aquellas mujeres solteras o casadas que querían meterse en mi cama, y a mí no me importaba lo más mínimo. Sus maridos me pagaban bien, pero hubo alguna que otra despechada como Jenna con la que nunca me quise acostar porque su exmarido era un mafioso muy peligroso que me la tenía jurada: si le ponía una mano encima, estaba muerto y, aunque ella insistiera y se insinuara continuamente yo jamás caí. Pero en ese momento estaba viuda, su marido había tenido un infarto por una sobredosis y le había dejado todas sus posesiones. Era una mujer con mucho dinero y con muchas influencias: a cambio de favores ofrecía su cuerpo. Su marido se alió con Adam en su momento y me jodieron casi todas mis acciones y las de Paolo, eran unas de ellas. No me lo iba a poner fácil, pero yo a ella tampoco. Volví a mi despacho y me metí otra ralla, lo necesitaba o si no, no iba a poder seguir. El vicio dichoso para no afrontar los problemas como un hombre, pero la verdad es que estaba aterrado y sabía que mi vida pendía de un hilo y los cimientos que quería construir junto a Selene se estaban derrumbando. Me encaminé hacía la habitación número seis y abrí despacio. Jenna, estaba sentada en el suelo mirándome fijamente, pero antes de quitarle la mordaza que seguramente Selene le había puesto, llamé a Andrés.
— Andrés.
— Dígame, señor. He visto salir a su novia a toda prisa y la sala donde había dejado a los invitados está cerrada con llave y yo no la tengo. - contestó Andrés un tanto sofocado.
— Los sé, no abras. Estos no son mis invitados, son unos estafadores a los que después de esta noche no quiero volver a ver. En cuanto yo me vaya llamarás a la policía y dirás que ha entrado un ladrón y lo tienes encerrado en ese cuarto. Yo te daré la llave: dirás que se hicieron pasar por mis invitados, pero eran unos estafadores que querían robarnos. No te preocupes, en cuanto me llamen a declarar lo aclararé todo. La chica desaparecerá en cuanto arregle sus asuntos conmigo.
Jenna me miraba desde el suelo sin comprender lo que estaba diciendo. Andrés asintió a través del auricular y colgué. Me acerqué hasta ella y le quité la mordaza. Presioné sin que se diera cuenta la grabadora del móvil y la miré. Sus ojos permanecieron fijos en mi un momento hasta que decidió abrir la boca.
— Tu chica ha sido muy astuta, pero me las pagará. Sabes que no puedes dejarlo pasar porque no te devolveré tus acciones y te arruinaré. Así que cede, Samuel y dame lo que quiero.
— Tú, no harás nada porque no te conviene, te largarás en cuanto des la orden de que esas acciones que ni son tuyas ni mías estén de regreso en su sitio. No me tendrás, como nunca lo has hecho, será algo que tendrás que soportar.
— ¡Oh, venga! ¿Crees que ella va a darte más placer que yo? Si ni siquiera me has probado.
— Ni quiero hacerlo. No eres mi tipo y nunca lo has sido. Tyler, nunca te quiso y siempre te utilizó para que fueras su putita y como a mí no me podía ni ver no quería que tuviera nada contigo. Y doy gracias porque así fuera. Me das asco, porque las chicas como tú con ese interés tan monetario no tienen un futuro brillante, si no que acaban en la miseria.
![](https://img.wattpad.com/cover/361238176-288-k95925.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EL EMBRUJO DE SELENE II : HECHIZADOS POR UN SOLO CORAZÓN.
RomanceHay historias que no siempre terminan bien y si lo hacen, después ¿qué sigue? Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero cada historia tiene su intriga y Samuel y Selene han sido un claro ejemplo de que en una relación las cosas no son...