19. UNA BODA DEMASIADO PERFECTA

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Las bodas, a mi parecer, son un gasto innecesario: muy bonito, sí, pero demasiado innecesario. Mi boda, no iba a ser un espectáculo monumental por mucho que Sam fuera un tipo bastante conocido. Mi boda, iba a ser discreta, con las personas más cercanas y a poder ser, entre esos manzanos tan maravillosos que mi hermoso novio tenía. En cierta forma nunca había ido, pero había visto muchas fotografías en las paredes de sus oficinas, por los pasillos y en la fábrica y la verdad, era un lugar mágico; además, Asturias tenía unos paisajes espectaculares que junto a los manzanos daban un toque especial que sin duda se tenía que aprovechar. Si me hubiera escuchado mi abuela, estaría orgullosa de mí ya que a ella nunca le había gustado lo tradicional; ella fue siempre una mujer que miraba al futuro con entusiasmo y con esas creencias que ella tenía de que todo iba a cambiar. Ella, por supuesto, se casó, pero tampoco fue una boda a lo grande ya que los medios económicos que poseían eran más bien bajos. Fueron un día a la iglesia con dos testigos y sellaron su amor para siempre: con un banquete para cuatro personas y un vestido confeccionado por su mejor amiga Tania: echo con un camisón blanco al que supo sacarle mucho partido. Si por mi fuera haría lo mismo, pero sé que, a mis hermanas, a mis amigas y a Linda no les haría mucha gracia. Por Sam no iba a tener ningún problema, él no era tradicional, nunca lo habíamos hablado, pero seguramente pensaría igual que yo.

La noche antes de la boda de mi padre y Linda, llegamos un poco tarde. Linda y yo habíamos quedado con Nina para cenar, ya que no había tenido despedida, decidimos sacarla un rato. Cenamos y luego fuimos a un karaoke de la zona a cantar unas canciones y tomarnos unas copas. Linda, se marchó un poco antes que nosotras ya que decía que tenía que descansar, pero en realidad, yo sabía que a ella no le gustaba salir hasta muy tarde. Nina y yo nos quedamos en su apartamento un ratito viendo una película hasta que decidí que ya era un poco tarde y también debía de descansar, además, me moría del sueño. Cuando Nina me llevó a la granja ya eran pasadas las dos de la madrugada y cuando entré en casa me encontré a Linda llorando.

— Linda ¿qué ha ocurrido? - me acerqué a ella y le aparté las manos de la cara.

— No... no lo sé. Tu padre ha salido a las siete de la tarde y todavía no ha regresado. - era raro, mi padre nunca salía hasta tan tarde, por no decir, que no salía. - Se ha marchado un poco antes que yo saliera de casa, pero todavía no ha vuelto.

Ni siquiera habían hecho despedida de soltero y eso que insistimos en que tenían que hacerla, simplemente por salir y pasárselo bien, pero ellos se negaron rotundamente, ellos solo querían casarse y veían una tontería eso de las despedidas. Era muy raro que mi padre no hubiera llegado a esas horas y empecé a preocuparme de verdad, pero sin que Linda me lo notara demasiado.

— Pero ¿dónde ha ido? - pregunté abrazándola.

— Había quedado con unos amigos a los que hacía tiempo no veía y que vienen a la boda. Como yo salía contigo y con Nina, él había decidido salir un poco también.

— Seguro que no tarda – dije para tranquilizarla.

— No puedes hacer un conjuro de seguimiento o algo de eso que hacen las brujas. - dijo un poco más alterada de lo normal. - Perdona, cielo. Estoy muy nerviosa.

— No pasa nada, tranquilízate Linda. Seguramente se habrá entretenido hablando con ellos. Si hace tanto tiempo que no se ven, es normal.

Entonces oímos la puerta de la calle abrir y cerrarse de un golpe, y un fuerte ruido. Salimos y encontramos a mi padre por el suelo tirado.

— ¡Papá! - grité corriendo hacia él.

— ¡Iker! - gritó Linda quedándose parada con las manos en la boca.

Como pude lo levanté y me di cuenta de que estaba borracho. Llevaba una cogorza que no podía mantenerse en pie, de esas que te dejan inconsciente y de esas que ya hacía años no cogía. Yo nunca lo había visto así, pero por lo que mis hermanas me contaron, ese fue uno de los motivos por los que mi madre no quería estar con él.

EL EMBRUJO DE SELENE II : HECHIZADOS POR UN SOLO CORAZÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora