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Bajo a desayunar y es uno de mis desayunos preferidos, así que desayuno tranquilo, mi papá está desayunando tranquilo, trato de no verlo y de apurarme para irme a la escuela, él hace lo mismo, cuando he terminado me levanto, pero un mareo me regresa al asiento.

Me quedo ahí un par de segundos, tocándome la frente, cerrando los ojos, tratando de esperar a que pase, cuando abro los ojos, volteo a ver a mi padre, que me está viendo.

-Un mareo.

Solo eso dice, teniendo el cuchillo y el tenedor en el aire sobre su plato.

-E-es que, ayer... me quedé llorando mucho rato, porque extraño a mami... pero estoy bien.

Me levanto, hago una reverencia y subo las escaleras, quisiera correr a mi cuarto, pero prefiero no hacerlo, me sujeto del barandal y entro a mi cuarto, me lavo los dientes, tomo mi mochila y salgo de la casa, mi padre no estaba cuando salí así que, me subo al bus, porque no quiero ver al chofer y llego a la escuela.

Como cada día Jungkook está esperando por mí. Hoy no corro a sus brazos, hoy me siento dudoso, no sé qué dirá cuando le diga, me mira diferente, pero sé que puede ser porque no he corrido, porque no lo he visto con una sonrisa como cada día.

Al llegar a él me abre sus brazos, yo sonrío y me acerco a su pecho, si Jungkook me llega a rechazar, extrañaré su olor, sus abrazos, todo de él. Me apretuja en sus brazos y yo hago lo mismo, presiono fuerte, no quiero sepárame de él, quiero estar con él por mucho tiempo.

Quisiera regresar a ese día y repararlo, no dejar de vivir ese momento, claro que no, porque fue lo más bonito que viví, solo quisiera asegurarme de ese condón, de que todo lo que vivimos lo hubiéramos hecho con protección. Me separo un poco de Jungkook, baja la mirada y me mira.

- ¿Me quieres? ¿En verdad lo haces?

-... Te quiero, te quiero mucho Jimin.

Vuelvo a guardar mi cara en su pecho y lloro bajito, no quiero que nadie se entere, ni de que he llorado, ni del por qué lo hago. Jungkook quiere sepárame de él, pero me aferro con más fuerza.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?

Niego con la cabeza y sigo abrazándolo, para mi suerte la campana suena y ambos entramos como locos a los salones, no nos despedimos, no me va a dejar al salón, cuando entro el maestro ya está dentro, me quedo parado en la puerta, esperando que me autorice a pasar.

-No es usual que llegue tarde joven Park, lo dejaré pasar por hoy... puede ir al baño si es que lo necesita.

Medito por un segundo lo que dice, entonces con la manga de mi suéter me limpio los ojos, niego con la cabeza, entro y me siento en mi asiento, la clase comienza, muchos ojos me miran, pero yo no les hago caso, me concentro en la clase, apenas es miércoles y debo mantenerme tranquilo hasta poder hablar con Jungkook el viernes, tratar de que nadie se entere de nada, mucho menos mi papá.

A la hora del almuerzo me reúno con Jungkook, nos tomamos de la mano como cada día, comemos tranquilos, unos chicos se empiezan a pelear en plena cafetería, pero no pasa a mayores.

- ¿Me dirás lo que tienes?

Levanto la vista para ver a Jungkook, como no le respondo agita mi mano que tiene entre sus dedos.

-Te quiero mucho Jungkook. De verdad te quiero.

-... Yo también te quiero, ¿Has pensado qué dirás para vernos el fin de semana?

-... Jin el empleado de mis padres, dice que me puede ayudar, que hará lo posible porque mi papá salga de la ciudad para que yo pueda de... ir contigo, para poder vernos.

-Eso estaría perfecto, mis padres no estarán, así que volveremos a tener la casa solo para nosotros.

Jungkook se ríe y me convida un trozo de pay.

-Jungkook... si me pongo muy gordo... ¿Aun así me querrías?

-... ¿Por qué preguntas eso? Jimin, yo me enamoré de ti, no de cómo te ves, es verdad que eres muy guapo, pero me gustó tu ternura, tus ojos, tu bonita forma de apenarte por todo, incluso la forma en cómo me agrediste ese día que nos conocimos... creo que me enamoré del cómo de forma insolente me mostraste la lengua.

-Es que tú me tiraste.

Ambos reímos.

-Sí, bueno, eso me gustó de ti, estoy enamorado de ti, no del cómo te ves y si llegas a estar gordo y así te sientes bien, lo aceptaré y si no te sientes bien... te ayudaré, podremos ir al gimnasio juntos o comer mejor, qué se yo, mientras tu estés bien, yo estaré bien.

Sonreí ante sus palabras, me regaló otro pedazo de pay. Terminado el almuerzo me dejó en mi siguiente clase, a la salida caminamos un rato, nos sentamos en una banca del parque, un pequeño mareo me desequilibra, sutil me escondo cuando me acerco al hombro de Jungkook y ahí me quedé por un largo rato, él no lo notó.

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Que lindo es el apoyo de la pareja, aceptarnos tal y como somos, impulsarnos, motivarnos, así es como debería ser. 

El sábado no publiqué porque no llegamos a la meta, pero no pasa nada. nos leemos el jueves!!!!

Seamos InfinitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora