76

242 42 19
                                    

Jungkook me entrega a mi bebé, me quedo sentado en la parte trasera y me pongo el cinturón, incluso sobre mi hijo, Tae se ha quedado con la sillita del auto y no tengo idea de dónde está el coche, Jungkook sale del auto, se vuelve a subir y arranca el coche, vamos a mi casa, entramos, me cambio y siento que el día ha sido muy pesado y complicado. Y a penas entro al horario de trabajo.

Salgo del cuarto cambiado y Jungkook y mi bebé están jugando.

-Galletita, despertaste. ¿Cómo estás? ¿Te asustaste mucho?

Mi bebé balbucea y me toca la cara, adoro cuando hace eso, siento que quiere que le preste toda mi atención y así lo hago. Platicamos un rato, yo solo le respondo "¿Ah sí?" "¿En serio?" cuando calla, así nos comunicamos siempre. Mi bebé es muy pequeño para hablar, aun no dice ni una palabra, pero si balbucea, hace trompetillas y para mí esa es la forma en cómo se comunica conmigo.

- ¿Estás listo?

-No quisiera, pero sí.

-Te prometo que lo cuidaré bien. Te prometo también que, si vuelves a enamorarte de mí, buscaré la manera de trabajar más y tener un mejor trabajo para que tú no lo hagas y solo te dediques a nuestro hijo.

-Sé que hay algo que aún no me cuentas, y no te presionaré, pero deberás decírmelo... es hijo de ambos, ambos debemos aportar para su bienestar.

-Lo sé, aún es temprano para hablar de ello, solo quería que lo supieras.

Tomo mi pequeña bolsa donde guardo el celular que Jungkook me ha devuelto, un cambio de muda, porque siempre hay algún idiota que derrama su bebida, aunque solo es precaución, y mi chaqueta.

-Vamos caminando, te llevo. Quiero comprarle más toallitas al bebé, las que había están en la pañalera que tiene Tae.

-La pañalera... ok de acuerdo.

Salimos de casa, esta vez cierro yo la puerta, vamos caminando por las calles adoquinadas, voy saludando a una que otra persona.

- ¿Conoces a todo el pueblo? –Me empiezo a reír, por cómo lo dice Jungkook.

-No Jungkook, la vida en un pueblo es diferente a la gran ciudad, aquí todos se saludan, sin necesidad de conocerse. Inténtalo.

Viene una señora con una bolsa de mandado y se acerca a nosotros, porque va en dirección contrario.

-Buenas tardes. –Le dice Jungkook.

-Buenas tardes. –Le responde ella.

-Lo ves, aquí es así, aunque claro, todo mundo conoce al señor de la tienda, al pandero, al electricista, al señor Lee de la farmacia, a todo aquel que ofrece un servicio, no es tan grande el pueblo y siempre se tienen necesidades.

-El dueño del restaurante Nam, donde trabajas, ¿También es conocido?

-Sí, aunque su reputación lo precede.

- ¿El qué?

-Rompe todo, la gente huye de él.

-No es cierto.

-Lo es, en serio, es todo un caso, no lo hace a propósito, solo sucede.

-Entonces nunca dejes que cargue a nuestro hijo. –Ambos reímos.

-No, no lo tiene permitido.

El viaje es corto y llegamos a mi trabajo.

-El día que pueda, también me disculparé con él, de manera más formal, le pagaré la multa, solo déjame ahorrar un poco más.

-No te preocupes, él lo entiende, yo quise pagarle, pero él sabe que hizo mal, no debió contratarme siendo menor de edad. Sin embargo, mi mamá aportó un poco y él aceptó.

Seamos InfinitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora