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Un diecisiete de septiembre nació mi pequeño, un día que jamás olvidaré, sin embargo, no es hasta el otro día que puedo bajar de la cama y sentarme en una silla de ruedas, estoy emocionado y a la vez preocupado por ver a mi hijo, Jin llega a mi lado, de alguna manera me ha tranquilizado mucho verlo, él me acompaña para ver a mi bebé, va dirigiendo la silla y entramos a un cuarto donde está mi bebé, lloro al verlo, es tan pequeño y frágil, está en una caja de vidrió, su pañal le queda muy grande, y tiene en su nariz oxígeno.

Meto la mano en uno de los hoyos, donde la enfermera me ha indicado que puedo hacerlo y le toco su pequeña mano, está dormido y su pecho sube y baja muy rápido.

La enfermera me dice que está bien y que todo es normal, que solo necesita tiempo para recuperarse, la incubadora lo mantiene calientito, acaricio su pierna y su cabecita.

-Hola bebé... Aquí estoy, no te voy a dejar nunca...

Mis lágrimas bajan, Jin me acaricia la espalda como muestra de apoyo, le pido perdón a mi bebé porque sé que todo esto es por mi culpa, por mi irresponsabilidad, por ser apenas un niño con un bebé en brazos.

-Todo saldrá bien, aquí nos tienes, no te vamos a dejar solo Jimin, tú bebé también nos tiene, han pasado los meses y hemos logrado salir adelante, así seguiremos hasta que el bebé salga del hospital y estén nuevamente en casa. Solo sé fuerte un poco más.

Afirmo con la cabeza, Jin tiene razón, no estoy solo, aunque casi todo el tiempo me sienta así. Después de un rato volvemos a la habitación, donde intento descansar, ahora más que nunca debo sacar fuerzas y estar sano para toda la atención que mi bebé va a requerir.

Después de dos días me dan de alta, pero yo no salgo del hospital, las enfermeras me han enseñado a curarme la herida de la cesárea, Yoongi y Tae me ayudan cuando están conmigo, pero paso todo el día con mi hijo, ahora me permiten cargarlo y alimentarlo con un biberón más pequeño del chupón y sentir su pequeño cuerpo junto al mío, es la sensación más maravillosa del mundo.

Le hablo suavecito, lo acerco a mí, lo huelo, lo toco con mucho cuidado, y lo mezo entre mis brazos.

- ¿Quién es el bebé más hermoso que hay?

Le sonrío, lo beso suavemente y no dejo de mirarlo, es tan pequeño, pero con el paso de los días, va creciendo, sus pulmones se hacen más fuertes y sus defensas también.

La doctora me dice que solo esperaremos un poco más, que al menos pese dos kilos para que podamos salir, a mí no me importa vivir en el hospital y dormir en la sala de espera, no me importa que el cuerpo lo tenga contracturado, que me vea pálido y un muerto viviente como dice Yoongi, no hay nada que me saque de este hospital, a menos que sea con mi hijo en brazos.

No es hasta tres semanas después que cambio a mi bebé con un mameluco amarillo con el bordado de un pollito del lado izquierdo, le pongo un gorrito del mismo color y lo cargo, ahora mi bebé pesa dos kilos trecientos gramos y mide cuarenta y seis centímetros, ahora se le ve más rellenito, ya abre sus ojitos y llora más fuerte de cuando nació, una manta calientita le pongo encima y salimos del área de incubadora.

Volteo hacia atrás y sonrío, miro a mi hijo.

-Lo logramos, si pudimos con esto, podremos con todo lo demás, vamos a casa bebé.

Salgo al área de espera y Jin, Tae y Yoongi están esperándome, todos con una sonrisa, incluso Yoongi, salimos y Jin nos lleva a su casa, Nam llega unos veinte minutos después con un globo muy bonito y una pañalera de ositos con un moñito azul, en ella hay pañales, un par de biberones, una manta y una almohada muy pequeña, pero que adoro.

Todos nos reunimos en la sala, mi hijo pasa de brazo en brazo y sé que es querido por todas estas personas que están conmigo, Jin me dice que me hará la curación de la cesárea en la habitación en lo que Tae le da el biberón al bebé, cuando Nam propone darle el biberón, todos gritan que no, lejos de espantarme me ha dado risa, la forma en cómo Nam menea su cabeza hacia un lado y toca su cabello es su forma de aceptar que fue pésima su idea.

Mientras Jin y yo nos vamos a la habitación para mi curación.

- ¿Cómo te sientes pequeño?

-Mmm feliz porque ya estoy en casa, un poco más tranquilo de que mi bebé esté bien, preocupado porque deberé tener muchos más cuidados con él, cansado por todo lo que ha pasado, y esperanzado de que las cosas mejoren.

-Eso está bien, son diferentes aspectos los que hay que tomar en cuenta, lo estás haciendo bien.

- ¿Cómo ha estado mi mami? ¿Sigues yendo a verla?

-Cada día, le platico de ti, de cómo has estado, siento un cambio en ella, tiene más reacciones con su mano, sé que te extraña.

-Y yo a ella, pero no le digas que mi bebé ha nacido.

- ¿Por qué?

-Porque se preocupará, aun no era tiempo de que naciera, si le dices puede alterarse.

-De acuerdo, se lo diré el próximo mes.

-Sí, así cuando despierte, podré enseñarle a un bebé más fuerte, mira que en tres semanas hubo un gran cambio.

-Fue tu amor Jimin, fueron tus cuidados y tus atenciones, sé que piensas que no estás haciendo las cosas bien, pero no es así, solo deberemos cuidar al bebé como cualquier otro, sí, fijarnos en que su temperatura sea la correcta, pero gracias a Dios es el único detalle, es un bebé fuerte y lo sabes.

-Sí, lo es.

Jin se queda conmigo esa noche, pero increíblemente siendo su casa tiene que dormir en la sala, pues no tengo una cuna para mi bebé, los pocos ahorros que tenía los di para pagar la hospitalización y los cuidados para mi bebé, me he quedado sin nada, Jin le devolvió el dinero que aportó Yoongi y Tae, sé que lo han dado con gusto, pero Jin les dice que mejor lo guarden para cuando él no esté en algún otro momento.

Así que mi bebé y yo, dormimos en la cama matrimonial, es muy pequeño y no se mueve mucho, por lo que estoy seguro que no rodará y se caerá, sin embargo, una almohada se la pongo a un costado, mientras él duerme en la pequeña almohada que Nam le ha regalado, y yo en la otra almohada, qué días tan pesado hemos tenido, pero juro que estoy feliz de ver a mi bebé dormido junto a mí y no en esa pequeña caja con oxígeno.

Tae ha ido a comprar chupones más pequeños, pero mi bebé los necesita, aunque ha crecido y pasado la crisis, aun así, es muy pequeño, lo único que debo cuidar de él, es su cambio de temperatura, ya que sus defensas no son tan fuertes, su temperatura puede bajar y eso lo pondría en peligro.

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Sin duda el amor hace milagros!!!

Un bebé muy pequeño, pero rodeado de mucho amor!!!!

Seamos InfinitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora