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Cuando mi bebé por fin abrió sus ojitos a los pocos días de nacer, yo solo estaba feliz de verlo, sabía que seguía bajo de peso, pero cuando estuvimos solos, le dejé solo el pañal y lo observé con detenimiento, conté cada uno de sus dedos, miré sus orejitas, su pequeña boca que sin duda se parece a la mía, pero fueron sus ojos los que me hicieron llorar de felicidad, son iguales a los de Jungkook, son grandes y expresivos, podría decir que mi hijo es ojos y lo demás cara, de tan grande que los tiene, es hermoso.

Cuando los cierra para dormir, se parece más a mí, pero no cuando los abre, es una combinación perfecta de él y yo. Quisiera que entre mi mami y yo escojamos el nombre que llevará, pero también me gustaría que Jungkook opinara, pero no tengo a ninguno de los dos a mi lado.

Una vez que supe que mi hijo se parecía tanto a su padre, le besé la nariz.

-Eres mi galletita, por Kookie, a tu padre le decía así y le gustaba, tú eres muy chiquito, hasta que no encuentre el nombre que te pondré te diré galletita, ¿Te gusta? Además, quisiera comerte, de lo lindo que estás.

Mi bebé se ríe cuando le doy besitos en el cuello y en su pancita, procuro estar acostado cuando estoy con él, mi herida va sanando, pero a veces me come y duele, así que procuro seguir cuidándome.

Mi bebé ha cumplido tres meses, es inquieto, si le pongo un muñeco frente a su carita lo sigue con la mirada, reconoce a Tae y a Yoongi, intenta utilizar sus manos cuando quiere un juguete, aunque es aún muy pequeño para cargarlo, se ríe y creo que se ríe de su propia voz, ha empezado a balbucear y puedo quedarme horas mirándolo.

Los chupones ya son tamaño normal, el señor Lee es el dueño de la farmacia y me ha tomado mucho cariño, casi no salgo con mi bebé porque la lluvia puede aparecer en cualquier momento y debo seguir cuidando su temperatura, pero mi bebé ya es querido por igual por el señor Lee.

Hoy voy a la farmacia por otra lata de leche, llevo a mi bebé en la cangurera y me observa cuando le hablo, le platico a dónde vamos, cuando llegamos y nos adentramos a la farmacia, el señor Lee sale del mostrador, para acercarse a mi galletita.

- ¡Es que es tan lindo!

El señor Lee es mayor, tiene cerca de setenta años, pero es amable, dice que siempre ha querido un nieto, pero su único hijo prefirió no tener familia, así que le tiene un cariño especial al mío, los primeros meses fue difícil que galletita aceptara cualquier leche, hasta que el señor Lee solicitó una especial, y esa fue la que le sentó a mi hijo, las leches las acomodó entre otras personas, pues mi hijo no es el único bebé del pueblo, hay mucha gente que nos cuida y el señor Lee es una de ellas.

Regreso a casa y tengo un poco menos de dinero, la leche y los pañales no son nada baratos, he hablado con Nam de volver a trabajar y me ha dicho que con gusto, solo estamos esperando que alguien pueda cuidar a mi bebé, porque en el pueblo no hay guarderías y la única persona que conocí fue Misha, es una vecina que vive a unas pocas casas de mi donde vivo, me encontró haciendo malabares al intentar abrir la puerta, evitar tirar la bolsa del mandado, levantar las llaves que había tirado y sujetar al bebé.

Ella tiene tres hijos, son educados y sanos, necesita dinero y yo alguien que cuide a mi bebé, solo que su esposo no está del todo de acuerdo, pero sabe de las carencias económicas, solo estamos a la espera de eso y entonces tendré que salir a trabajar, por mí, quisiera quedarme con mi hijo todo el día, pero no puedo, mi mami no despierta y Jin no puede estarme manteniendo toda la vida, Yoongi y Tae me ayudan, pero es necesario que trabaje.

El esposo de Misha pide conocerme, se da cuenta de lo solo que estoy, más que nada de pareja, dice que, aunque yo le diga que tengo dieciocho, me veo de menos y no lo culpo, estos días he tenido que vestir con overol pues los pantalones normales siguen sin cerrarme.

Al final accede a que su esposa cuide a mi bebé, él tiene poco trabajo y si yo, me estreso de no tener dinero, él con tres, es mayor la preocupación, seguimos viendo que la gran ventaja es que viven a tres casas de la mía, por lo que cuando Misha salga, no habrá peligro, solo le prometo que en cuanto salga del trabajo, correré para que ella regrese a la hora indicada, incluso si salgo antes, vendré a casa.

El primer día que Misha se quedó cuidando a mi bebé y tuve que regresar al trabajo, estuve nervioso todo el horario, sentía que algo me faltaba, sentía que las horas pasaban muy lentas, cuando salí, literalmente corrí a la casa, abrí despacio la puerta y no había nadie en la sala, sentí que mi corazón se hacía pequeño, entré a la habitación y mi bebé estaba completamente dormido y Misha a su lado leyendo un libro, mi alma regresó a mí, levantó la vista y me sonrío.

Antes de levantarse puso otra almohada al frente del bebé y dejó la que tenía en la espalda, asegurándose de que mi bebé estuviera seguro, salimos de la habitación y recogió sus cosas.

-Es un ángel, se portó bien, a un principio, estaba desconfiado de mí, pero nos pusimos a jugar, ¿Sabes? Extraño mucho jugar con mis hijos, es decir, ahora juegan de manera diferente y yo juego lo que ellos quieren y no al revés.

-Te agradezco mucho, aprovecho cada momento con él, crece muy rápido.

-Lo sé y se ve el cambio que ha tenido, vi la foto de cuando nació, estaba muy pequeño, ahora ya está más grande, y es hermoso.

Misha salió de la casa, después de despedirnos, regresé al cuarto, me cambié y me dormí con mi pequeño, lo extrañé mucho todo el horario.

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Un sentimiento con el cual, sé que muchas se identificarán, ir a trabajar y dejar a los hijos es un sentimiento muy diverso.  

Galletita se parece a Jungkook!!!

Seamos InfinitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora