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El sábado llega para mi parecer muy pronto, me despierto y el estómago me duele, no es más que nervios y ansiedad, en pocas horas mi bebé se irá y no estará conmigo, estoy nervioso de que algo pueda pasarle cuando no esté a su lado, algo me dice que no debería dejarlo, que no hay un mejor lugar que mis brazos y mi supervisión, si he dejado que Misha se encargue de él, es porque tiene tres pequeños, el más chico tiene diez años, son educados, sanos y respetuosos, además claro el hecho de que no puedo llevarlo al trabajo, pero si fuera por mí, lo traería a todos lados conmigo.

Al pensar en que conviviré un par de horas a solas con Jungkook no calman en nada mis nervios y eso me da más dolor en la panza, entiendo que Jungkook quiera convivir con su hijo, pero el que deje en claro que de alguna manera quiera volverme a conquistar, hacen que las mariposas que hace mucho no revoloteaban, lo hagan de forma intensa y eso no es bueno, debo pensar con la cabeza y no con el corazón... aunque mi amor por él nunca lo he negado, lo amé desde hace mucho, lo defendí justo por eso, porque lo amaba, porque no quise que mi padre lo dañara, porque sé que mi padre puede ser cruel, y lo es, fue así que, casi mata a mi hijo desde mi vientre o al menos esa era su intención, solo que Jungkook por igual ha sido muy cruel o al menos lo fue cuando quiso quitármelo, el hecho de que diga que fue por dolor, no lo exime de lo que hizo.

Sin embargo, si dejo atrás eso... nunca en la vida podré amar a alguien tanto como he amado a Jungkook.

Es el padre de mi hijo, fue mi primer y único amor, fue mi primero... Dios no puedo ni pensar en que vuelva a tocarme, me pongo boca abajo tratando de quitarme de la cabeza esa imagen. El sonido de un cascabel llama mi atención, levanto la cabeza y mi hijo tiene sujetado de su manita el juguete que Jungkook le regaló, me mira, le sonrió y lo agita vigorosamente, pataleando y moviendo todo su cuerpo.

-Hola bebé, ya despertaste. ¿Cómo amaneciste?

Me levanto de la cama, bajo el barandal y lo cargo, lo acuno en mi pecho y lo mezo suavemente, beso su cabecita.

-Alguien necesita un cambio de pañal. ¿Qué hiciste, te bebiste la alberca completa o qué?

Sin soltarlo, pongo en la cama, el pañal, las toallitas y pomada para las rozaduras por si la necesito, lo acuesto y lo cambio, una vez terminado salgo al comedor lo dejo en su sillita y le preparo su desayuno en lo que se calienta el café.

-Hoy estarás con Tae, sé que te cae bien Tae, también estarás con Yoongi, no te cae mal, pero no lo hagas enojar ¿Ok? Pórtate bien, no hagas muchas travesuras, sé educado.

Mi bebé me mira y abre su boquita para que siga dándole la papilla. Una vez que terminamos, preparo una pequeña hielera con alimento, cereal ya medido, leche igual ya medida, agua, todo, así como meto en la pañalera algunos juguetes, pañales, toallitas, todo lo necesario.

Sigo nervioso, pero sé que también es porque es la primera vez que lo dejaré solo, lo baño, ahora incluso estoy más feliz de poder dejarlo en la cuna, mientras yo me cambio, realmente la cuna fue un excelente regalo para mí, ahora me puedo incluso cambiar con más calma y tranquilidad, ya que no debo estar supervisando al bebé cada cinco segundos.

Dan las nueve de la mañana y Tae toca a la puerta. Lo hago pasar, dejando la puerta abierta.

-Tae... te lo encargo mucho...

-No te preocupes Jimin, no es la primera vez que lo cuido, aunque entiendo que saldrá de su espacio, pero como ya te prometí, si algo se sale de mis manos prometo traerlo de regreso. Y dime qué harás hoy, supongo que vas a descansar, solo no te la pases durmiendo todo el día, busca algo qué hacer, no quiero regresar y encontrarte llorando porque te quedaste solo.

-Ay Tae... no sé si hice bien.

- ¿De qué hablas? ¡Suéltalo!

-Le dije a Jungkook que podía venir, bueno, es decir, él me pidió permiso para venir...

Seamos InfinitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora