Capítulo 1: El omega perfecto.

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—¿Sabes lo que significa que seas un omega, Izuku?–— Inko sentó a Izuku en su regazo para conversar, él tenía cuatro años y apenas acababa de recibir sus exámenes de segundo género, ella sabía que ya era hora de hablarle de las razas y jerarquías —Que tienes uno de los roles más importantes y protegidos en la sociedad. Tienes el don de crear vida y cuidar de tu hogar, pero eso solo será posible si encuentras un buen alfa...

—¿Cómo consigo un buen alfa?

—Para conseguir un buen alfa, tú debes ser un buen omega.

—¿Y qué debo hacer para ser un buen omega?

—Eso es fácil, mi amor.

Un buen omega no tiene amigos alfas, el único alfa al que necesita, será al que lo marque, el que lo proteja y lo conciba.

—No puedes juntarte con alfas, Izuku, será muy mal visto— Le explicó con suavidad su madre sacándolo del patio de juegos, donde había hecho un nuevo amigo —De otra forma, serás visto como un omega fácil... Y ningún alfa bueno quiere un omega así.

Giró su cabeza y levantó su mano para despedirse del niño, que veía la situación confundido y triste.

"Lo siento..." Se disculpó en su mente "Es lo que hace un buen omega".

Un buen omega siempre servirá y será el soporte de su alfa, recibirlo con una sonrisa debe ser tu prioridad.

—Ayúdame, Izuku.

—Mamá, pero Yamikumo y Yō están viendo la tele con papá, yo también quiero ver...

—Nosotros y ellos somos diferentes, ellos son alfas, nosotros somos omegas.

Izuku asintió entonces, comprendiendo.

Aunque al principio le molestaba mucho la diferencia entre el trato que recibía él y el que recibían sus hermanos gemelos mayores, pronto comprendió que lo que decía su madre era por su bien y se dejaba hacer.

Un buen omega, espera a su alfa con una comida deliciosa, el hogar limpio y mimos.

—¿Cómo la pasaron?— Le preguntó a sus hermanos con la cena servida, los ayudó a quitarse el abrigo para que coman, ellos habían salido a pasar el rato con sus amigos.

—Oh, Izuku, definitivamente te llevaremos, debes conocer ese lugar, tú tranquilo que tus hermanos te invitan.

—Gracias— Se lanzó para abrazar a sus hermanos, que solo podían recibir su cariño, mas no corresponderlo, aunque se murieran de ganas de hacerlo.

Un buen omega siempre debe verse lindo, decente y puro.

—Te ves precioso, Izuku, ¿Lo quieres?

—¡Lo quiero!— Fue a la caja donde lo esperaba Yamikumo para que pague su ropa nueva.

Una vez pagadas las prendas, se acercaron a Yō que estaba sentado a lo lejos viendo algo en su celular.

—Apaga eso, Izuku está presente— Le gruñó Yamikumo a su gemelo menor, quien chasqueó la lengua con molestia, era obvio que estaba viendo porno.

—N-no me molesta, en realidad, no hace falta que lo apagues por mí...— Habló Izuku, no quería que Yō se enoje porque debía dejar de ver.

—Ah, ¿No?–– Preguntó Yō levantándose con la ceja arqueada, guardando su teléfono en su bolsillo.

—N-no...— En cuanto vio que el alfa desocupaba sus manos, tembló.

Una fuerte bofetada se oyó en todo el establecimiento, Izuku tenía la mejilla enrojecida y hasta podía jurar que palpitaba levemente.

No sabía que te necesitaba. [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora