—¿De qué les va a servir tenerme amarrado?— Gruñe Tomura sentado y atado de manos y pies al lado de Shōto, que sabiendo cómo conduce su hermano, le puso el cinturón.
—Para que no vayas corriendo a avisarle a la loca que estamos yendo— Explica Tōya conduciendo con más decencia.
Pero Shōto y Katsuki aún tienen un ligero trauma, por lo que se aferran bien a los cinturones y manijas de seguridad.
•
—No te estás esforzando...— Advierte la rubia empujando a Izuku al suelo para que caiga con brusquedad —Si haces bien tu trabajo, te daré comida para el niño, él ya va a cumplir dos años, solo la leche de tu pecho no bastará para su hambre.
Jadea y vuelve a levantarse tembloroso para dirigirse a la cama y abrir sus piernas.
—P-por favor, Himiko-san, t-te quiero dentro...
—Así me gusta— Se acerca para besarlo, pero debido al contacto, Izuku tiene arcadas y se hace a un lado para escupir la bilis.
Ella frunce el ceño.
—¡Eres un maldito asqueroso!— Lo abofetea.
—L-lo siento— Se disculpa, sollozando, asustado porque teme que ella se desquite contra Ai —Lo siento, d-de verdad... P-por favor...— Abraza las piernas de la alfa —Perdóname...— Llora otra vez, liberando su olor con fuerza —P-por favor, Himiko-san...
Ella sonríe.
—Siempre pensé que te veías lindo suplicando, tú sí sabes cómo convencerme, por eso te amo— Besa la mejilla pecosa, Izuku cierra los ojos con asco —Ven, te ganaste un premio.
Toma al menor de la mano y lo obliga a regresar a la habitación continua, donde Ai ya despierto, jugaba con el agua que le fue lanzada a Izuku la noche anterior.
—No, amor, te enfermarás— Regaña acercándose al niño y quitándole la casaca y pantalones, dejándolo únicamente en body para que pueda seguir jugando sin mojar las prendas.
—Pa, nam-nam— Exige, Izuku le sonríe y acomoda para hacerlo amamantar.
Luego de unos minutos, Himiko llega con dos bandejas de comida.
—Vamos a jugar a algo— Aclara, destapando ambas bandejas al mismo tiempo para revelar una muy elaborada comida, bebidas en una jarra y hasta postre, el olor era sumamente exquisito, sobretodo si no había comido por casi veinte horas —Una de estas está intoxicada— Sonríe explicando —No los va a matar, pero sí que se van a enfermar, y muy feo.
—Papá, nam-nam— Ai se vio atrapado por el plato de sopa y la jarrita de leche, tiró del brazo de Izuku para señalar la bandeja.
Izuku suspiró y se acercó a la primera, tomando un pedazo de pollo y masticándolo, a los pocos segundos sintió arcadas y vomitó prácticamente nada.
Pero él no confiaba en Himiko, así que también probó el segundo plato y el resultado fue el mismo, haciendo sufrir a su estómago y garganta.
—Felicidades, lo descubriste, ambos tienen veneno— Se ríe ella tomando ambas bandejas y saliendo, Ai llora al ver que se va con la comida.
A los minutos regresa Himiko con otra bandeja, Izuku vuelve a probar cada cosa de esta antes de finalmente tomarla.
—Gracias, Himiko-san— Susurra haciendo una reverencia, ella por fin se va y el omega se acerca a Ai —Toma, mi amor...
El pequeño sonríe empezando a devorar todo lo que podía.
Mientras observa a su niño comer, oye que algo cae tras él, se da la vuelta descubriendo que se trata de pañales y un paquete de pañitos, levanta la vista encontrando a un hombre rubio. Su corazón se acelera al instante ante la presencia del intruso.
De hecho ambos no pueden evitar mirarse y querer estar al lado del otro, a pesar de estar marcado, puede percibir el aroma de ese alfa.
—E-ese niño no puede estar así, va a enfermarse— Demanda Jin saliendo con rapidez y dando un portazo.
Cierto, Ai había llenado su pañal la noche anterior, por lo que se lo tuvo que quitar y lavar su cuerpecito con el agua que quedó en el balde.
Ignora los latidos de su corazón y la humedad de su entrada para acercarse con pequeñas lágrimas de alivio a tomar las cosas, esperando a que su pequeño acabe de comer para limpiarlo con los paños y ponerle la empañadura, luego come el resto de lo que dejó su bebé en la bandeja.
Corrobora que su camisa finalmente se secó y se la coloca, siendo lo único que cubría su cuerpo, pero estaba bien, al menos Ai había comido, tenía pañales limpios, su ropita abrigadora está seca, y aunque parecía aburrirse, también hacía un esfuerzo para no molestar a su papá, dedicándose únicamente a echarse en su regazo y mirar el techo de la oscura habitación.
•
—¡¿Van a dejarme aquí?!— Grita Tomura viendo cómo todos salen del vehículo.
—Tiene razón, no podemos simplemente dejarlo en el carro, si Toga lo ve, sabrá que hemos venido— Katsuki razona, misteriosamente de forma civilizada.
—Gracias— Suspira el omega.
—¿Qué sugieres?— Le pregunta Shōto.
—El maletero.
—¡¿Qué?! ¡No sean idiotas! ¡Esto cuenta como secuestro! ¡Dabi, di algo!— Mira a su prometido, que se toca la barbilla pensativo.
—Necesitaremos cinta— Deduce el albino —Si hace ruido nos atraparán así que tápenle la boca y al maletero.
—¡Ustedes están locos! ¡Imbéciles!
—Sí, sí, lo que digas— Katsuki lo carga sobre su hombro para tirarlo a la parte trasera del auto.
—Regresaremos por ti cariño, no olvides que te amo.
Después de silenciar a Shigaraki y ocultar el carro entre el frondoso bosque, Tōya les entregó armas, a Shōto una ballesta conociendo que era la única que sabía usar y a Katsuki una metralleta.
El rubio nunca en su vida había tocado un arma, pero apenas disparó para practicar, supo que tenía una nueva actividad favorita.
—Esperen— Ordena Shōto. Enfocando su vista a lo lejos, un auto se aproximaba —Creo que llegó la ayuda.
—¿Quién es?
—Otro maldito loco— Avisa, cuando el carro se estaciona a su lado y sale Yamikumo.
—¿Dónde está mi hermano?- Gruñe el pelinegro con sus ojos hirviendo en furia.
—¡Hemos venido a rescatar a Izuku!— Gogo sale del asiento del copiloto con una sonrisa.
—Al maletero— Demanda Katsuki, enojado porque vino su pequeño hermanito, que apenas cumplió los dieciséis.
ESTÁS LEYENDO
No sabía que te necesitaba. [Tododeku]
FanfictionÉl era bello, tierno, sumiso, quería ser un buen omega y conseguir un buen alfa. Según sus padres, su mejor opción era Katsuki Bakugō, uno de la clase alta, al cual debería seducir para comprometerse y subir el status de su familia, por lo que es in...