Capítulo 24: Pérdida.

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—Todo es un maldito desastre, Shōto, ¿En qué nos has metido?— Gruñe Enji.

—Basta, viejo, Shōto aceptó regresar con nosotros con la condición de apoyarlo, tu accediste a ese trato sabiendo los riesgos así que te aguantas— Natsuo lo defiende.

—¡Más problemas!— Fuyumi entra gritando —Se trata de las demás familias, los Shigaraki quieren cancelar el compromiso con Tōya.

—¡¿Conmigo?!— Dabi se indigna.

—Son los principales aliados de los Toga, ya me esperaba que sucediera esto.

—Tensei está empezando a tener problemas con su familia— Explica Fuyumi con preocupación.

—Están considerando destituirme a mí- Keigo anuncia.

Natsuo vuelve a hablar —Los acreedores no están felices con la situación... Exigen que Shōto sea retirado de su puesto.

La sala se funde en el silencio, todos empezando a considerar si ceder a las demandas del resto o seguir apoyando a Shōto.

Tōya cambia su expresión dubitativa a una determinada y se acerca a su hermano menor.

—Sabes que te amo... Pero hay un límite de la ayuda que soy capaz de ofrecerte... Estoy completamente enamorado de Tomura, no quiero arriesgarme a perderlo y que sea comprometido con alguien más... Lo siento.

—Está bien— Le sonrió. La verdad es que si estuviera en la posición de su hermano haría lo mismo con tal de no ser alejado de Izuku.

Todos miraron al bicolor una última vez antes de dar un suspiro.

Shōto se presentó por última vez a una reunión general de Endeavor, donde todos dieron su voto a favor de su despido inmediato.

Bueno, si era honesto tampoco quería hacerse cargo del negocio familiar, esa siempre ha sido la pasión de Tōya, no suya, la suya era ser docente.

Se estuvo ocupando de la convalidación de su título para poder tomar a Izuku y Ai, y largarse al extranjero, donde no había conocimiento de los escándalos de su familia, retomar su trabajo como profesor y tener una vida normal alejado de todos los problemas.

—Lamento que las cosas acabaran de esta forma, Shōto-sensei...— Se disculpa Izuku ingresando a la habitación, el mayor le sonríe y abraza para tranquilizarlo —Lo perdiste todo por mí... Tu trabajo, tu familia...

_No perdí nada, amor— Besa la coronilla de la cabeza antes de apartarse para mirarlo a los ojos —Yo escogí dejarlo, para empezar nunca quise dedicarme a la empresa, solo lo hice como un método de intercambio. Yo trabajaba en Endeavor si me facilitaban estar contigo... Y respecto a mi familia, sí, estoy tomando distancia... Pero es porque tú también lo eres, Izuku, eres mi compañero y Ai, mi hijo. Como alfa, lo único que quiero para ti y Ai es estabilidad, paz, amor, no pido más... Con que estén a salvo, yo seré feliz.

—Shō... Estás sacrificando demasiado...

—¿Qué me dices de ti? También dejaste a tu familia, aceptaste castigos y humillaciones para estar conmigo. Te perdiste la oportunidad de crecer y hacer algo por tu vida... Cuando estemos lejos, me ocuparé de que eso cambie...

Izuku asiente sonriendo, se estira de puntitas para besar sus labios.

—Iré a dar un paseo con Ai, ¿Quieres venir?

—Estoy terminando con las maletas, adelántate, cuando acabe los alcanzaré.

—Está bien.

Izuku regresa a la habitación de Ai, lo encuentra sentado en el piso intentando ponerse su mochila, lo cual se le hacía complicado por lo cortas que eran sus manos.

Llegando a su frustración, tiró la mochila al suelo y se lanza a llorar.

Suelta una risilla acercándose.

—¿Te ayudo?

Ai asiente llevándole la mochila, Izuku la abre por curiosidad encontrando un dinosaurio como lo único empacado.

Emprenden su visita al parque, van a la zona de menores donde el pequeño deja olvidada su mochila para sentarse al lado de otra bebé e intercambiar su dinosaurio por una muñeca.

Izuku se sienta a su lado y empieza a conversar con la mamá de la niña, sin despegar la vista de su hijo. Fue cuando divisó una figura a lo lejos que se puso tenso y tomó a su pequeño en brazos.

Las otras personas se acercan sin disimular, siguiendo a su lider, quien se detiene frente a Izuku, que se había alejado de la zona de niños.

—¿Qué es lo que quieres?— Casi gruñe, Ai se asusta debido al cambio de olor en su progenitor.

—Estás marcado... ¿Es el padre de Ai?— Pregunta Himiko, mirando con anhelo al pequeño, que solo la evita aferrándose al omega.

—Eso no te corresponde a ti saber.

—Jugaste conmigo, me engañaste, me hiciste creer que ese niño era mío y de pronto me lo quitaste.

—Tú lo rechazaste cuando te enteraste que no era tuyo, no te lo quité.

—¿Por qué esperaste hasta el final? ¿Por cuánto tiempo más esperabas que él se criara conmigo? Si yo lo hubiera sabido desde el primer momento... Te habría perdonado... Hubiéramos solucionado ese problema cuando aún no nacía.

Izuku no quiere seguir escuchando, se da la vuelta topándose con el señor Toga, papá de Himiko, retrocede dos pasos precavido.

—Ese niño es un error, es una vergüenza para los Toga.

—No es un Toga ya.

—Sigue siendo un recordatorio de tu fraude y la humillación que nos hiciste pasar... Mientras él siga existiendo, todos hablarán de nosotros.

Izuku tuvo un mal presentimiento, se aferró más a su cachorro para no soltarlo, uno de los hombres de Himiko sacó un arma discretamente y le apuntó bajo el saco.

—¿Ves eso de ahí que tiene?— Cuestiona la rubia —Es una advertencia para que no te fuerces, síguenos o acá y delante de todos nos ocupamos de Ai, ¿Quieres ver a tu cachorro morir por tu desobediencia?

Izuku Midoriya llora de impotencia.

Asiente siguiéndolos hacia el auto blanco estacionado al otro lado del parque, dejando caer sutilmente su llavero de All Might.

El mismo hombre que lo seguía apuntándolo con el arma lo vio, pero dejó que se salga con la suya, Izuku agradece mentalmente creyendo que no se dio cuenta.

No sabía que te necesitaba. [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora