—¡Te odio papá!— Grita la pequeña Ishi de aún cinco años ingresando a su casa entre llantos.
Katsuki no sabe si se refiere a él o a Eijirō pero no iba a tolerar ninguna de las dos.
Antes de siquiera poder levantarse del sofa, la mochila de la niña se estrella contra su cara y ella sube corriendo a su habitación.
—¿Qué demonios?— Gruñe confundido sobando su nariz, Eijirō llega cerrando la puerta principal con una sonrisa nerviosa —¿Qué pasó?
—Primer amor fallido.
—¿Qué?
—Se declaró y la rechazaron.
—¿Y eso qué tiene que ver conmigo? ¿Yo qué le hice? Es más, ni debería dejar que tenga pareja hasta los treinta.
—Ve y pregúntale— Rie acercándose a darle un beso.
El cenizo obedece, yendo con cierta curiosidad a la habitación de su cachorra, encontrándola tirada en la alfombra con Alexa reproduciendo Careless Whisper de fondo.
Como Katsuki, se burla internamente de su desgracia, pero como padre, le duele ver a su niña así. Era catorce de febrero, Ishi en la mañana estaba muy emocionada por ir a la escuela por dos razones:
1. Era el cumpleaños de Ai, su mejor amigo.
2. Quería declararse a alguien, quien hasta ahora, había mantenido en secreto.
Ella partió con un aura triunfante y regresó con toda una rabieta.
—Alexa, apaga esa mierda— Ordena acercándose a Ishi —¿Qué pasó, bestia?— Pregunta tomando asiento en la alfombra.
—Callate, te odio— Susurra entre hipidos dándole la espalda.
—¿Se puede saber qué mierda hice para merecer tu falta de respeto?
—A-Ai me rechazó...— Confiesa, haciéndose bolita.
A Katsuki aquella información lo toma desprevenido. Ambos eran mejores amigos, se llevaban muy bien e incluso parecía que de grandes harían una gran pareja.
Pero de grandes, porque Ai tiene diez años e Ishi apenas cinco.
—¿Y eso qué tiene que ver conmigo? Yo no lo he espantado como para que le tenga miedo a tenerme de suegro— Se echa al lado de ella.
Ella se da la vuelta para mirarlo y suspira.
—Ese es el problema, papá. No te quiere de suegro, te quiere de esposo.
—¿Qué?
Los ojos rubíes de la pequeña vuelven a llenarse de lágrimas y se acerca al pecho de su papá para abrazarlo, buscando ser reconfortada, Katsuki soba su espalda.
—M-me dijo que no le gusto porque soy muy pequeña y solo me ve como amiga... Q-que quien le gusta eres tú.
—Y no lo juzgo— Dice, pero ella vuelve a llorar con más fuerza, él se queda abrazándola un rato más hasta que se calma —Ya déjalo, Ai es un tonto, ¿Quién en su sano juicio se atreve a rechazar a un Bakugō?
—Yo— Dice Eijirō ingresando —Recuerdo haberte rechazado seis veces antes de empezar a salir. Y Masaru rechazó a Mitsuki cuando eran más jóvenes también.
—¡¿O sea que aún tengo oportunidad?!— La niña se levanta emocionada, Eijirō se encoge de hombros —Un momento... Entonces la maldición de los Bakugō por ser rechazados...— Se pone a pensar antes de afilar su mirada hacia el cenizo —¡Es tu culpa otra vez! ¡Por culpa de tu cochino apellido me rechazaron!— Gruñe volviendo a llorar.
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No sabía que te necesitaba. [Tododeku]
FanfictionÉl era bello, tierno, sumiso, quería ser un buen omega y conseguir un buen alfa. Según sus padres, su mejor opción era Katsuki Bakugō, uno de la clase alta, al cual debería seducir para comprometerse y subir el status de su familia, por lo que es in...