No sabía que te necesitaba. [Tododeku]

Capítulo 10: Deseo genuino.

Katsuki gruñía mientras jalaba la oreja del peliverde con fuerza.

—Ay, ay, ay, basta, Kacchan, me lastimas...

Katsuki lo soltó con brusquedad y se dio la vuelta para enfrentarlo, pero primero se aproximó dándole un beso en la misma oreja, la cual ahora estaba enrojecida debido al maltrato de antes.

—Un beso no hará que te perdone, Kacchan.

—El imbécil del profesor te lastimó antes y lo solucionaron con besos, ¿Por qué ahora es diferente?

Izuku se ruborizó.

—Hace una semana venías llorando a mis brazos porque te rechazó y ahora andas de noviecito con él, ¿Quién te entiende?

—No estamos de noviecitos...

—Ni siquiera son cuidadosos— Gruñó —Tienen suerte de que haya sido yo quien los encontrara en el jardín.

—F-fue un error, generalmente hacemos ese tipo de cosas en su oficina...

—¿Hasta dónde llegaron, pequeño pervertido?— Preguntó jalando la mejilla pecosa con fuerza.

—¡Kacchan!

—¿Izuku-kun?— Preguntó cierta rubia acercándose con aura asesina al ver a su prometido tan cercano a otro alfa.

—¿Y esta?

Izuku se acercó al oído del alfa para que Himiko no pueda oír lo que tenga que decir.

—Podría decirse que es tu reemplazo, Kacchan. Ahora me casaré con ella.

—Y tienes de amante al profesor, eres terrible— Soltó una risa.

Himiko, no soportando la cercanía de ambos, atrajo a Izuku hacia sí misma, quizás con algo de brusquedad.

—¿Toga-san?

—Eres mi prometido, serás mi omega, no puedes estar de esa forma con otros alfas— Gruñó mirando desafiante a Katsuki.

—¿Ah? ¿Qué dijiste, perra? ¿Quién te crees que-?

—Vamos, Izuku-kun— No dejó que Katsuki terminara de hablar y avanzó, jalando del brazo al pecoso.

Avanzaron hasta donde el auto de los Toga los esperaba, ella ingresó frustrada, Izuku lo hizo con timidez, estaba nervioso. Si ella le contaba a su padre, estaba seguro de que recibiría un castigo.

•

Tal y como se lo esperaba, ahí estaba nuevamente de rodillas, solo que esta vez estaba semidesnudo y en el jardín trasero, donde probablemente nadie podría verlos.

Hizashi le apuntaba con la manguera y el fuerte chorro de agua era disparado hacia su cuerpo.

—¿Quién te entiende? Te estás comportando como una prostituta. Cuando estuviste comprometido con Bakugō no querías y ahora que estás con Himiko, vienes apestando a él.

—S-somos amigos, p-padre— Tiritó abrazándose a sí mismo con la voz entrecortada, estaban a catorce grados centígrados debido a la época de otoño.

—Un omega no puede ser amigo de un alfa, ¿Tú crees que cuando llegue tu celo o su rut no se lanzará a ti para cogerte? ¿Tú crees que en el fondo no lo deseas o él no te desea? Es su naturaleza y no puedes ir dándole luz verde.

No se molestó en responder, cualquier cosa que dijera sería tomada a mal, pero estaba seguro de que lo que tenía con Katsuki era genuino, pues estaba enamorado de su profesor y el otro, de Eijirō.