Prefacio

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Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
(Juan 3:16)

La biblia narra como la humanidad entregó a un hombre, sin justificación, ni remordimientos, lo condenaron injustamente a una muerte tortuosa, solo por el egoísmo de pocos.

Es así como todo empezó. Uno de tantos hombres debía cargar con el peso de los pecados del mundo, fue señalado desde su nacimiento, marcado entre todos los corderos para el sacrificio divino.

La humanidad se está extinguiendo, cada día decae el razocinio, se rompe la cordura de muchos, poco a poco se va dejando un rastro de miseria y aflicción ¿Dejaremos este mundo, viendo de pie como se desmorona o haremos algo al respecto? Nadie termina de responder esa pregunta. Porque al final del día, todos escondemos secretos.

¿Enrealidad existe el bien y el mal? Quizá su subsistencia este mezclada en lo más profundo del caos, enterrada allí donde el ser humano no pueda encontrar la diferencia entre ambas. Uno siempre debe elegir las decisiones que tomará, pero nadie explica cuál es la correcta.

¿Y si se encuentra algo más allá del entendimiento humano? Nunca se termina de contestar.

¿Y si enrealidad no estamos solos? Huye antes de encontrar la verdad.

La agencia central internacional, fue fundada hace largos años en secreto, a mediados de 1917. El propósito de su presencia, es mantener el orden y la democracia, a diferencia de otras fuerzas federales, su trabajo es arreglar, tapar y reorganizar las conminaciones ineludibles. En el tiempo, siempre se repitió la misma frase como lema principal "La paz es inegociable, ante el orden que debe prevalecer en un mundo progresivo". La agencia se encarga de transmitirlo de generación a otras futuras, adaptándose a los cambios modernos, a las ideologías de la sociedad. Los agentes son esparcidos por todo el globo, pueden estar en cubierto, salvando vidas, capturando a quienes representaban una amenaza a la moral social, y eliminando a los dementes que revelan la verdadera cara de esa raza.

Fueron bendecidos por muchas religiones, por muchos dioses, sus almas están entregadas a su trabajo, como los seres humanos que son.

Bien la biblia, impuesta por dios y sus discípulos, demanda "amar a tu prójimo como a ti mismo" pero no estamos listos para hacerlo, estamos lo suficientemente contaminados de traición, peleas, envidia y prejuicios. Solo uno entre un millón, posee un alma pura, bondadosa e inocente, podría servir de ejemplo para muchos, pero no se salvará de respirar el aire sucio y desdichado que los líderes forman.

Ese libro sagrado lo pinta como un arte que tiene que ser admirado, la humanidad frágil y sumisa, personas que se desvían del camino pero vuelven arrepentidas.

En el mundo, hay un hombre que se ríe de esos relatos, se atreve mirar al cielo y gritar a Cristo todas sus verdades, no le importa ensuciarse las manos, si con eso significa limpiar el mundo que habita.

Ese ser era dos en uno, se entendían a la perfección, soñaban con dominar el planeta "por un bien mayor", esa fue la frase de esos niños inocentes. Justificaba todas las acciones que realizaron.

Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.
(Génesis 1:1)

La creación divina, era la decadencia que se dejaba día tras día, por siglos de los siglos, a una generación inexistente.

La mentira más vil, es que nadie sabe exactamente cómo fueron creados, mil y un teorías que se esfuerzan por revelar todas las dudas que esconde el hombre.

Pero desafortunadamente, si hay una entidad que decide equilibrar las vidas de las personas como si fueran títeres movidos por la conveniencia del titiritero. Siempre debes afrontar los problemas, para ellos por algo debes sufrir.

A medida que pasó el tiempo, he visto como aquel hombre, valiente y audaz, desafío a esa entidad juguetona, pero, las situaciones fueron una peor que otra.

Quebrando su familia.

Quebrando su alma.

Quebró su mente.

La responsabilidad y la presión, lo afectaron profundamente, cayendo aún más en la locura, perdiendo todo rastro de humanidad. Quien sea que se estaba divirtiendo en hacer su vida un averno, se le fue la mano o quizás el control.

De eso se dieron cuenta, pero ya era demasiado tarde para revertir lo que hicieron, todos fueron responsables, más ninguno tomó el lugar.

Él quedó atrapado en la vorágine de su propio caos mental, se convirtió en el arlequin favorito de una familia peligrosa, de aquellos a los que se debe temer de verdad. Ellos vieron su inteligencia como un premio, su vulnerabilidad la convirtieron en una cadena atada a él, vieron una oportunidad perfecta para manipularlo. Bajo su control mantendrían la paz y orden mundial, porque para eso los Santorini hicieron pactos con el mundo, con deidades que no debieron conocerlos.

Los Santorini son los verdaderos gobernantes de la humanidad.

Lo convirtieron en un arma letal, peligrosa, inestable y poderosa.

Durante los años, las personas vieron esperanza en él, muchos abandonaron la idea de un Dios al que no ven, solo para adorar en cuerpo y alma a su nuevo Rey. Demasiado peligroso para contenerlo, muy veloz para pensar, muy rápido para matar.

Si ese hombre se abandono ante la idea de alterar su realidad, siendo consciente de lo que hacía, entonces no hay una salvación para el mundo si alguien se atreve a desafiar su poder.

Solo son tres reglas prevalecidas en un juego contingente.

Nadie toca a sus hermanos.

Nadie toca a sus hijos.

Nadie toca a su familia.

Por un error, por una obsesión, todo lo que debía salir mal pasó. Y una vida importante se pagó aquella noche de agonía, el mismo Todopoderoso lloró por lo que sucedió, sintiéndose culpable que uno de sus hijos sufriera tanto dolor.

Los años pasaron, y de repente los Santorini se inquietaron, algo se les esta escapando de las manos, no lo pueden controlar. El miedo no es un concepto que los defina.

Por ello, un grupo decidió tomar cartas en el asunto, un precio por la cabeza de aquel hombre que personifica a la muerte en persona, nadie que estuviera aliado sobreviría.

Las leyes de la sociedad estan en riesgo, la realidad pende de un hilo, las vidas de todos están en un incierto azar.

Si la agencia central internacional se involucra en esta atropelía, deben recordar que nadie toca a sus hijos. Porque él es una divinidad en este plano existencial, y ya no conoce la misericordia. Ni tampoco el dolor.

Derechos de autor reservados

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