Capitulo 7

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Olivia Brown no sabía qué karma estaba pagando, que fue lo que hizo mal, para que un momento su equipo hiciera un desastre demasiado llamativo en aquel restaurante, tuvo que hablar con el gerente, pedir disculpas a los chefs, al servicio, descarad...

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Olivia Brown no sabía qué karma estaba pagando, que fue lo que hizo mal, para que un momento su equipo hiciera un desastre demasiado llamativo en aquel restaurante, tuvo que hablar con el gerente, pedir disculpas a los chefs, al servicio, descaradamente entre tantos gritos italianos le pidieron que pagará por los platos rotos. Ella trataba de lidiar con esa situación, los gritos de Carter por tener su mano herida, la discusión que de pronto se les ocurrió tener a dos de sus mejores agentes. Entre la misión y ese momento, sentía todo el cansancio, estrés, ansiedad, agregando un poco de ira, la mujer que siempre tenía su temple calmada, profirió un grito para que todos se callaran.

Guardaron silencio al instante, nadie se movió, nadie protestó, los hombres se quedaron asombrados por el temperamento de esa mujer, las mujeres que estaban observando quedaron boquiabiertas, Olivia Brown respiró profundo para decirles a todos lo que debían hacer.

Sus soldados sabían que cuando se enojaba era señal de peligro, trataban de no provocarla, pero esta vez ni ellos sabían que fue lo que pasó. Sintieron una corriente de aire, fuerte que los empujó a la mayoría, algo extraño había pasado ¿Cómo un tenedor pudo atravesarle la mano a Carter? Nadie podía explicar, la doctora Bloom trataba de frenar la pérdida de sangre, buscaba servilletas, pidió un botiquín, improviso, hizo demostración de sus habilidades como médica. Mientras Olivia ordenaba a todo su equipo que saliera afuera del restaurante.

Hasta que se calmaron los dueños del lugar, la jefa de la ACI salió del local volviendo a pedir disculpas. Atrás le seguía Sasha, quien al parecer manejaba muy bien el idioma, gracias a eso pudo comunicar bien que se haría cargo de todos los daños. Ambos salieron juntos hacia afuera donde estaban los demás. Las personas que pasaban, las que estaban dentro del restaurante, les seguían los pasos, atentos, expectantes, murmurando entre sí.

La jefa de la ACI estaba enojada, solo pasó enfrente de su escuadrón sin emitir palabra, eso era suficiente para entender que su humor había cambiado. Subieron cada uno a los autos blindados, acordaron ir al hotel para descansar un poco. No se podían permitir errores, llamar la atención, Olivia iba pensando en todo el camino si no pasó nada extraño, si tal vez alguien los vio. Desde que salieron de Santa Lucía sentía una presión en el pecho, intuía que algo iba a pasar, el problema es que no sabía qué.

Mientras tanto en el fornasari blanco que iba atrás de los autos, el joven moreno que iba conduciendo quiso romper el silencio.

- ¿Ya me dirás que es lo que planeas? - dijo Hasani sin quitar la vista de la calle.

- Hijo, si te digo lo que planeo hacer, no saldrá como quiero - contestó el rubio con un puchero.

- Papá, solo quiero que sepas que todos están preocupados por esto, es una locura - dobló en una curva, bien no quitaba la vista de enfrente, pero le dedicaba algún que otra mirada a su copiloto.

- Lo sé, confía en mí - Sasha se acomodó en su asiento y miró por la ventana - Sin mi, ellos no son nada - murmuró para sí mismo, como un reproche hacia alguien, o algunos que no quería recordar.

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