La agencia central internacional (ACI) tiene el deber de proteger y cuidar a la humanidad de las amenazas terroristas como peligrosas. Olivia Brown es la jefa de departamento de preparacion y defensa Nacional, es la mejor agente en los últimos tiem...
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Miércoles 15 de octubre a las 07:00 a.m.
Hilary Kennedy caminaba inquieta de un lado a otro en la habitación del Hotel des Deux Iles, ubicado en la pintoresca Isla Saint Louis, en París.
El equipo de la A.C.I. ya no quería llamar la atención innecesaria, tenían suficiente con lo que pasó en Italia, se alojaron en un hostal moderno, pequeño, pero adecuado. Poseía un entorno maravilloso, quien se asomara por la ventana de la habitación contaba con una vista perfecta a la calles francesas. A una cuadra, se podía apreciar un puente sobre el Sena conectando con París. La habitación en la que se encontraba era común, la ducha pequeña, todo permanecía muy limpio y el desayuno exquisito. El equipo se instaló en ese lugar por el simple hecho que fue el CEO Fenix Vera, quien sustentó todos los gastos del hotel y del hospital Italiano, como agradecimiento por salvarle la vida.
El edificio estaba ubicado en el centro de la Isla, curiosamente cerca de todos los lugares turísticos más concurridos, Notre Dame, Le Marais, Bastille, Barrio Latino, Place des Vosges, Rue Rivoli, Sainte Chapelle, y una estación de metro a menos de 5 minutos en vehículo.
La afroamericana desde que la jefa Brown sufrió el accidente se puso al frente de la misión, un día antes había hablado con su jefe Carrington, le aconsejó no dejarse llevar por los impulsos, investigar cada detalle, y mucho menos revelar información importante. Muchos cuestionaron su inesperado ascenso, pocos fueron los que se quedaron callados siguiendo las órdenes que daba, comenzaba a hartarse del evidente machismo que intoxicaba a sus soldados. Tres semanas pasaron, tenían todos los preparativos listos, planearon lo que harían y juntaron todos los datos precisos. El plan consistía en que Fenix Vera asistiera a la subasta en el hotel Metropole, con consentimiento del colombiano, lo usaron como infiltrado; los agentes se harían pasar por sus guardaespaldas y Hilary sería la acompañante, el resto del equipo esperaría afuera del edificio completamente armados.
A la agente Kennedy no le estaba gustando nada de lo que se enteró en esos días, gracias a un informante inesperado, de todas las cosas que se registraron solo se llegaba al hecho de que la situación era más grave de lo que creían. otro problema fue la filtración de información, esto fue demasiado evidente, debido a que fuerzas rusas, japonesas y coreanas estaban moviendo las piezas del tablero hacia una sola dirección, Olivia Brown mencionó “el mundo se enterará que lo estamos buscando, cuando eso pase, va a ver una guerra para ver quien lo atrapa primero, para ese entonces, debemos capturarlo cuanto antes”, decir que esa mujer profetizaba el futuro era darle crédito exagerado, aunque no sería extraño que así fuera, la jefa tenía algo particular en ella, para estar un paso más adelante que sus enemigos se tenía que hacer un trato con Dios o el mismo diablo ¿a quién habrá elegido aquella mujer?
Hilary se encontraba sumida en sus pensamientos, tantas responsabilidades sobre sus manos y no sabía cómo manejarlas, temía por su vida, por la del equipo ¿qué pasaría si cometía un simple error? ¿Cuáles eran las consecuencias? Caminaba a pasos acelerados, su respiración agitada, sus ojos marrones desenfocados, estaba a cargo de una misión, tenía que cumplirla ¿Qué haría la jefa Brown en esa situación?
