Capítulo 12

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Esa mañana alguien dejó la habitación del Carvajal Girón desordenada, los papeles esparcidos por el suelo, los diarios encimados uno sobre otro en la cama desarreglada, la persona se había levantado desesperada por salir temprano con el resto del ...

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Esa mañana alguien dejó la habitación del Carvajal Girón desordenada, los papeles esparcidos por el suelo, los diarios encimados uno sobre otro en la cama desarreglada, la persona se había levantado desesperada por salir temprano con el resto del equipo de la ACI. Dejando uno de los diarios abiertos.

11 de Septiembre

El clima está templado, cuando sale el sol da un alivio cálido en esta temporada de otoño, en los últimos días hizo mucho frío y no me dejaron salir al jardín. Hoy pude escaparme de las miradas acusatorias de Elena y Daniela, me acabo de esconder entre el jardín de rosas del distrito, aquí los árboles comienzan a perder algunas hojas. Eso me hace sentir acompañado.

No hay mucho que decir en estas páginas, sólo puedo contar el cansancio que estoy teniendo debido a los tratamientos que me impusieron. Ya dije que no quiero intentar alargar lo inevitable.

Pero Francesco se niega... y esto se trata sobre él.

Hemos discutido muchas veces, se que soy su gemelo pero, negar la realidad sólo nos hace mas daño ¿Por qué debo prometer que todo estará bien? Cuando en verdad no es así. Llegará el día. Pero aún no he encontrado la forma de que mis hermanos lo acepten.

He oído que Fran pregunta ¿Por qué Dios nos abandona? Si tanto nos ama, ¿Por qué no ha intervenido en todo lo que nos pasó?, ¿Por qué no nos salvó? Trato de ignorarlo, pero en las noches de mi soledad no puedo evitar hacerme esas mismas preguntas. He rezado con más ímpetu desde que me enteré de mi destino, orado por misericordia con la esperanza que ocurra un milagro.

Mis hermanos juegan en el patio, son felices y libres, Elena los cuida como una verdadera mamá. Estoy agradecido por ello. Se que algún día ella y mi hermano dejarán de ignorar los sentimientos que tienen, podrán unirse algún día, formar una gran familia. Sé cual es mi condición, ya la he aceptado, solo deseo bienestar, felicidad, y paz para mis hermanos, para mi madre, para todo aquel que nos ha ayudado a seguir juntos.

Quiero que Fran encuentre la tranquilidad que nunca tuvo desde que éramos pequeños, cuidó siempre de mi, de Renata, de Alex, y de Ariadna, se hizo cargo en el orfanato. Incluso cuando no debía. Siempre estuvo ahí, nunca se quejó.

Solo espero que esto sea una mala pesadilla, una muy larga, despertar y de hecho estoy acostado en mi cama, con Fran intentando calmarme mientras me canta alguna canción que se inventó. Que mamá llegue corriendo por las escaleras para saber cómo estoy. Quiero volver a verla.

Espero que solo sea una pesadilla.

La brisa que se infiltró por la ventana semiabierta movió las hojas de aquel diario, bailando una tras otra hasta cambiar de página.

24 de Septiembre

Alex, mi hermano pequeño, me ha preguntado ¿A dónde van las personas cuando mueren? Elena le ha respondido que sus almas se convierten en pájaros libres que posan en los árboles, y otras se quedan brillando en la luna junto a las estrellas.

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