Capitulo 3

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La sala estaba sumergida en un silencio incómodo, la doctora contemplaba el café ahumado que sostenía en sus manos, no quería levantar la vista hacía todos esos agentes que la rodeaban, su mente estaba en un debate con tantas preguntas

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La sala estaba sumergida en un silencio incómodo, la doctora contemplaba el café ahumado que sostenía en sus manos, no quería levantar la vista hacía todos esos agentes que la rodeaban, su mente estaba en un debate con tantas preguntas. Se quedó callada por un tiempo, que no escuchó cuando la llamaron.

- Doctora Bloom - dijo alguien.

- ¡¡Doctora!! - gritaron. Eso bastó para asustarla y obtener su atención.

Después de unos minutos pudo espabilar, miró hacia la mujer que estaba sentada enfrente suyo que con una expresión seria esperaba pacientemente que empezará a hablar.

- Comience a explicar los estudios que realizó a Francesco, por favor - sonreía la agente Brown mientras se recostaba por el respaldar del sofá cruzando las piernas.

- Mi investigación tiene puntos de vista de diferentes factores, es muy complicado - la miró fijando sus ojos azules en esos ojos marrones que reflejaban convicción con una tranquilidad inquietante.

- Lo sé - eso no le borró la sonrisa, la agente levantó la mano para que le entregarán varias carpetas, con fotos que reconoció al instante - Para comprenderla mejor, me tomé la libertad de revisar su habitación, prácticamente toda la casa - soltó una risa - Debo darle mis felicitaciones por su compromiso Doctora, su prometida se ve muy feliz en esta foto - mostró una imagen en donde se veía a una chica con el cabello rosa recogido sonreír mientras lloraba de felicidad, se la habían tomado cuando le propuso matrimonio.

Los agentes Carter y Smith hicieron un gesto de asco, se dedicaron expresiones burlonas sobre la situación.

Bloom no supo cómo reaccionar a esas palabras, mantuvo sus ojos en la fotografía, le asustaba que tuvieran tanta información en sus manos. No tomó en ningún momento su taza de café. Era tanta la preocupación que le invadió, que le costó recordar que tenía que seguir las órdenes que le dieron.

- Ella no esta aquí, se fue de viaje hace unos días - no pudo evitar ponerse tensa, tenia el rostro serio y controlo su tono de voz.

- También lo sé, una visita a su madre a Sheffield - afirmó dando un suspiro, asintiendo con la cabeza - aah nada mejor como pasar tiempo con tu familia, admito que me da algo de envidia - entregó las carpetas a alguien de su equipo al ver que logró el efecto que quería. Se acomodó mejor en su lugar, sin quitarle sus ojos marrones de encima.

El resto del escuadrón solo aguardaban a recibir más instrucciones, por si decidían usar la fuerza en cualquier momento o ponerse alerta por otra situación extraña. Todos estaban concentrados en la doctora Bloom, de hecho, lo estuvieron todo el tiempo desde que llegaron a Varsovia, los acontecimientos raros los dejaron desconfiados que repasaron muchas veces el plan.

Se concentraron tanto en lograr llegar sanos-salvos al objetivo, también que la doctora se encontrará allí, interrogarla por completo y salir vivos. Ninguno se había percatado que alguien los estuvo observando por un tiempo breve mientras esperaban la llegada de la mujer minutos antes, excepto Olivia que vio un Chevrolet camaro negro a unos metros de la casa, seria difícil esconder aquel auto en una villa tan tranquila. Por esa razón se acercó a la cocina, no quería alterar a los demás ni mucho menos hacer un escándalo innecesario por ahora, al empezar a preparar su café, vio por la ventana que daba hacia la calle a un hombre con gabardina negra. Cuando lo analizó todo en ese hombre desentonaba con el lugar, cabello negro con rizos, pero sus puntas eran rubias que brillaban bajo el sol como si fuera dorado, los ojos eran heterocromaticos de diferentes colores, uno azul cristalino y otro un marrón oscuro que daba la impresión de ser negro, la directora Brown lo vio estar parado al otro lado de la calle hacia donde se encontraba. No le sorprendió cuando el hombre posó sus ojos directamente en ella y sonrió, se quedó en la cocina viendo como se fue caminando aquel hombre misterioso. ¿Sería Francesco? Pero su aspecto es extraño, en la imagen de su expediente tenía el cabello completamente negro como la oscuridad misma. El hombre que los observaba tenía el cabello negro con las puntas rubias, ¿Cómo puede ser posible? ¿Se habrá teñido para ocultarse? En todo caso, debía tener más cuidado, si sospechaba que él los estaba siguiendo entonces no había espacio para errores. Tenía que confirmar todo lo que intuía antes de actuar.

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