Pov Miranda:
Había pasado un mes desde que firme el acuerdo de confidencialidad con Kitzia. Solo la había podido ver 2 ocasión más, la última vez fue después de llegar de París por la semana de la moda. Al llegar a New York, antes de llegar a casa, necesitaba relajarme y Kitzia era una buena opción. Desde entonces no la he visto.
Faltan 5 días para mi cumpleaños, no soy muy fanática de celebrarlo, la única razón por la que lo celebro son mis niñas, celebrar un año más estando con mis dos alegrías. Mi cumpleaños será un miércoles así que, lo celebraré con mis bobbseys en mi casa de los Hamptons el viernes y pasaremos todo el fin de semana ahí. Estoy pensando en verme con Kitzia el miércoles por la noche para que sea como mi regalo de cumpleaños, claro sin que ella lo sepa. Una noche llena de placer... no habría mejor regalo que me pueda dar, que ese.
Los encuentros que tengo con ella, me relajan mucho tanto física como mentalmente. Mí inspiración a aumentado en la revista, mi estrés a disminuido e incluso me he sentido sexy. Siempre he sido una mujer segura de mi misma, pero tenía años que no me hacían sentir así, después del parto de mis niñas, el sexo con Hunter disminuyó bastante además que lo notaba distante a mí y solo lo hacíamos en la oscuridad. Con Stephen era muy rara vez y solo por "cumplir", en ambos matrimonios nunca fui la de la iniciativa. Llegue a pensar que ya no servía para eso, hasta que llegó Kitzia y me demostró lo contrario, aunque en realidad la que hace la mayor parte es ella. De las 4 veces que he estado con ella jamás le he dado satisfacción, es decir, no he usado mis... dedos dentro de ella, es algo que me a dado curiosidad por hacer, sin embargo me ha entrado la inseguridad de no hacerlo bien, no lograr satisfacerla y quedar en vergüenza en medio del acto.Llegado el miércoles, salí de Runway y me dirigí al departamento que tenía a unos 20 minutos de ahí. Decidí tener mis encuentros con Kitzia ahí, era muy riesgoso el estar quedando en el mismo hotel de siempre. Al aparcar el auto bajé mi pequeña maleta que había hecho con mi muda de ropa ya que, tengo planeado pasar la noche con Kitzia. Al entrar al departamento, me encontré con Kitiza hablando por teléfono en español.
📞
K: Ahora mismo no puedo hablar sobre esto, Sarah.
S: Como qué ahora mismo no puedes hablar. Responde, Kitiza. ¿Por qué hay en tu estado de cuenta un vuelo a New York para el día de hoy?
K: Tengo un asunto que arreglar aquí, regresaré el viernes por la mañana.
S: Esta es la segunda vez que me aparece un vuelo para allá. ¿Qué me estás ocultando, Kitzia?
K: -Escucho la puerta cerrarse y volteo a ver a Miranda- Hablamos cuando esté en casa, si? Ahora tengo que irme, Sarah.
Hey! Cómo estás?
M: -Kitzia se acerca a mí y me besa- Bien y tu?
K: Bien, bien. Me tomó por sorpresa que cambiaras el hotel por este departamento.
M: Este departamento es mío, es menos peligroso que estar viéndonos en el The Lowell.
K: Tienes razón. Te ayudo con tu maleta?
-Kitzia toma mi maleta y la lleva a la habitación. Me serví una copa de vino tinto y le di un gran sorbo. Al ver regresar a Kitzia, la jaló de su camisa y la besó.
K: Es la primera vez que tomas la iniciativa en besarnos.
M: Y eso importa? -Recargó uno de mis brazos sobre su hombro-
K: No. Podrías darle otro sorbo a tu copa, me gusta la mezcla del sabor del vino y tus labios...M: -Suelto una ligera risa y vuelvo a beber de mi copa para repetir el beso que ahora duró mucho más. Al dar el último sorbo, una gota de vino rodó desde mis labios y siguió su camino por mi cuello, al quererme limpiar Kitzia no me lo permitió.
K: De eso me encargo yo.
Se tomó su tiempo para ir siguiendo con sus labios el camino que había tomado la gota de vino y al llegar al inicio de mi pecho, voltio su mirada hacia a mí y sonrió pícara.
M: ¿No seguirás?
K: ¿Tienes prisa por iniciar?
M: No me gusta que respondan mis preguntas con otras preguntas. Pero no, no tengo prisa. De hecho antes de, quiero terminarme este exquisito vino. -Tomo asiento en la sala y coloco la botella en la mesa de centro- ¿Quieres una copa?
K: No gracias. No suelo beber.
M: Más para mi.
K: Oye, ¿por qué la maleta?
M: Esta noche la pasaré aquí.
K: O sea que ¿dormiremos juntas?
M: Aún lo estoy pensando. Podrías quedarte aquí en la sala. Dependerá con que animo termine.
K: Jaja, me aseguraré que sea uno muy bueno y relajado. Ahora bien, mientras te acabas tu vino quiero mostrarte algo que compré para ti.
M: ¿¿¿Para mí??? -Sabrá que hoy es mi cumpleaños???-
K: Si, espera.Kitzia va a la habitación y regresa con una caja rectangular, negra. La extiende hacia a mí y se sienta en el suelo frente a mi. Terminó mi segunda copa y la pongo en la mesa de centro para abrirla.
Al ver el contenido quedé en shock.M: Un pene falso???
K: El término correcto es dildo. Es un arnés con dildo.
M: ¿A caso te golpeaste la cabeza contra el pavimento? Yo no usaré esta cosa.
K: No, no. Tú no lo usarás. Yo lo usaré contigo, yo me lo pondré para satisfacerte a ti ya que no me dejas darte sexo oral, lo compré para pasarla un poco mejor, pero solo si tú quieres.
M: No, no estoy de acuerdo con esto. Tendrás que devolverlo o tirarlo, no dejaré que uses esto en mi.
K: No tenemos que usarlo hoy, piénsalo ok? Y si te dan ganas algún día, tu solo me dices y lo traigo. ¿O prefieres que lo deje aquí?
M: Tomaras esa cosa y la llevaras contigo. Y levántate del suelo, pareces chiquilla así.
K: No gracias, estoy muy cómoda con la vista que me da este ángulo.-Kitzia lleva su vista hacia mis piernas que habían quedado un poco descubiertas al subirse mi falda cuando me senté.
Antes de lanzarme contra sus labios, por aquella mirada que me había excitado tanto, sonó mi celular. Leo el nombre de Sandra y a mi pesar contestó.📞
M: ¿Que parte de no molestarme no entendiste? -Me levanto del sofá y tomo mi copa para rellenarla-
S: Disculpa, Miranda. No te llamaría si no fuera por algo urgente.Dos copas después y una segunda botella abierta de vino, pude terminar la llamada.
M: No quiero saber nada de ti hasta mañana que llegue a mi oficina. Es todo.
-Volteo hacia la sala y noto a Kitzia sin camisa, acostada en el suelo lanzando hacia arriba el cojín y cachándolo, repitiendo eso una y otra vez. Camino hacia ella hasta que mis pies quedan a la altura de su cabeza y me mira pícara.
M: ¿Te diviertes chiquilla?
K: Primero, no me llames chiquilla, me molesta. Segunda, fue divertido hacerlo mientras escuchaba aquel tono tan autoritario cargado de tu acento británico que me pone tan caliente.-Eso último lo dijo entre dientes lo que hizo que sintiera mi centro mojarse y contraerse. Creo que el vino ya estaba haciendo efecto en mi subiendo mi temperatura.
Kitzia se pone de rodillas y desabrocha mi falda, al irla deslizando hacia mis pies, ella iba dejando besos en mis piernas. Al tener mi falda en el piso, ella regresa y vuelve a quedar a la altura de mis pechos pone sus manos en mi cadera, planta un beso en cada extremo de mi viente y procede a bajar mis bragas. Regresa esparciendo besos de nuevo en mis piernas y al quedar a la altura de mi centro, ella fija su mirada en, y me pregunta "¿cuándo será el día que me dejes probarte completa?" Lo cual su aliento chocando en mi monte de Venus provoca un enorme escalofrío en todo mi cuerpo.M: Ya te dije que no me gusta.
K: Algún día dame la oportunidad de mostrarte cuando incompetente fue el que te dio este disgusto.Kitzia se puso de pie y quitó mi camisa, dejándome solo en brasier y con tacones solamente. Ella da unos pasos hacia atrás y me observa de pies a cabeza.
K: Ven, quiero que veas cuan sexy te ves así.
Vamos hasta la habitación y me lleva hasta el espejo que tenía ahí, este era largo así que, podía verme de cuerpo completo. Kitiza quedó detrás de mí y por el reflejo mire como me observaba, deseosa de mi.
K: Solo quédate un segundo más así, quiero guardarme esta imagen en mi mente.
Un par de segundos después, desabrocha mi brasier y acaricia mis pechos desde atrás. Con una de sus manos hace un recorrido hasta llegar a mi centro y con fuerza y dos dedos me penetra, por la sorpresa suelto un gemido e inclino mi cabeza hacia atrás, a lo que ella besa mi cuello y después dice:
K: Tu primer orgasmo lo tendrás parada, mirando al espejo como te hago venir.
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La mentira
Romance-Acepte sus condiciones para poder estar con ella. Yo me enamoré de ella y ella de mi, o eso fue lo que me dijo. Ahora no sé si todo esto fue una ilusión creada como parte de un negocio o realmente Miranda Priestly ha arriesgado su reputación y pues...