Negocios

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Pov Miranda:
Al llegar a mi casa, con mi mente perdida subí a mí habitación y me di una ducha, mis pensamientos estaban en blanco y no reaccioné hasta sentir como el agua llegaba a mi vagina, bajé mi mano hasta esta y sentí mis labios aún hinchados por lo que acababa de pasar.
- ¿¡Qué he hecho!?
Salí de la ducha y procedí a humectarme la piel para después ponerme mi pijama y tratar de dormir, pero fue en vano, no dejaba de pensar en lo maravilloso que fue; hace mucho que no me hacían sentir tan sexy; jamás había tenido más de dos orgasmos en una sola noche, es más, ya no recordaba cómo se sentía tener un orgasmo. Me llegaban a la mente los recuerdos de su olor, el sentir de su cuerpo tan excitante, el como realmente sentía que se estaba deleitando -como siempre lo ha dicho ella- con mi cuerpo; recuerdo haber escuchado un "mi amor" por parte de ella. Jamás pensé en tener sexo con una mujer y sobre todo mucho menor que yo. Ahora no sé qué sigue. ¿La volveré a ver? Ella lo quiere. ¿Será solo sexo casual entre las dos? No, no podría permitirme ese tipo de vínculo, si la prensa se llega a enterar, mi carrera se acabaría, me destrozarían, le harían mucho daño a mis niñas. Creo que por mi bien y sobre todo el bien de mis niñas lo dejare hasta aquí. Acepto que fue una buena experiencia pero, solo quedará como eso.
Voltee hacia mi buró y me fijo en la hora, 4:30 a.m. Dormí unas dos horas y al sentir la luz entrando por mis cortinas, me levanté para prepararme mi café y disfrutar el fin de semana con mis bobbseys.

Durante la mañana les preparé a mis pequeñas unos hot cakes que ellas aman que les haga. Después del desayuno jugamos con Patricia, mi perra y a la hora de la comida volvieron los flashbacks y dejé de prestar  atención en lo que Caroline me estaba contando.

Caro: Mami estás bien?
M: Si bobbsey, perdón. Que me estabas contando.
Caro: Que papá prometió llevarnos a Disney cuando tú tengas que ir a París.
Cassy: Cuanto falta para eso mami?
M: Un parte de semanas, mi amor.
Cassy: Y si no vas a Paris y vas con nosotros.
M: Bobbsey... sabes que no podría hacer eso, mi amor. Mami tiene que ir a trabajar a Paris, prometo que será solo una semana y después iremos a casa de los Hamptons a tomar unas pequeñas vacaciones, les parece?
C y C: Siii!
M: Ahora porque no van a buscar qué películas veremos...
Carolina: Ok, mami.

Mis bobbseys subieron efusivas a la sala de cine mientras yo seguía teniendo esos flashbacks. Para poder tranquilizar mi mente, me serví una copa de vino y lave los trastes. Al terminar de limpiar y de servir mi segunda copa de vino.  Subí a la sala de cine y comencé a ver 'Megamente' con mis pequeñas. En una escena sale el súper héroe con un traje blanco y Cassidy comenta.

Casy: Por qué ese súper tiene esos cuadros en su estómago, mami?
M: Estos salen cuando haces mucho ejercicio y comes saludable bobbsey.
Casy: Se pone fuerte el estómago?

De inmediato recordé cómo se sintió tocar el abdomen marcado de Kitzia, al terminar de desabrochar su camisa y cuan excitada me puse al sentir su abdomen tan duro y percibir ese perfume embriagante que desprendía de ella...

Casy: Mami?
M: Si, bobbsey?
Casy: No respondiste mi pregunta.
M: Oh! Si, si se pone fuerte el abdomen, mi amor.

Al terminar la película, las niñas quisieron poner otra, la cual no me enteré cual era ya que, mi mente estaba concentrada en una cuestión, regresar a tener una noche más con ella o no...

Mis pensamientos son interrumpidos por el sonido de mi celular y la pantalla mostrando el nombre de Massimo.

M: Bobbseys, ahora vuelvo, tengo que tomar una llamada.

Mientras me dirijo a mi estudio, contesto la llamada.

Miranda: Massimo en qué puedo ayudarte?
M: Miranda, llamo para felicitarte por el evento tan maravilloso de ayer. Mi Sofía quedó muy contenta de poder conocer a Kitzia.
Miranda: Me alegra Massimo.
M: Hoy Kitzia tomó el brunch con nosotros y me agradó mucho. Tiene mucha visión.
-Massimo me contó un poco los planes que tiene pensados en tratar a futuro con Kitzia. Tuvimos que terminar la llamada ya que el necesitaba subir a un helicóptero.
M:Quisiera reunirme contigo, el lunes para explicarte a mayor detalle los planes de negocios que quiero hacer con ella, en donde desde luego, quiero de tu participación.
Miranda: Desde luego, Massimo. Sandra a primero hora te enviará la confirmación y la hora.
M: Disfruta tu fin de semana!

Termino la llamada y después de reflexionar unos segundos llamo a Leslie.

L: Miranda...
M: Leslie, necesito que vengas a mi casa en una hora. Necesito que me redacten un acuerdo de confidencialidad, te daré los detalles en cuanto vengas.
L: Claro, Miranda. Terminó unos pendientes y te veo allá.
Pasada la hora, mientras las niñas jugaban en su habitación, Leslie y yo estábamos en mi estudio.
M: Lo siguiente que te voy a contar será suficiente para la redacción del acuerdo de confidencialidad. Y no quiero preguntas al respecto.
L: De... acuerdo, Miranda.
M: Me he involucrado  con una persona y necesito estar segura por medio de este documento que no saldrá a contar lo que ha tenido conmigo a la prensa o diga cosas demás, tan solo por conseguir dinero o más fama. Aunque no creo que tenga estas intenciones, no puedo permitirme un descuido así. Quiero que se deje bien claro que cualquier publicación ya sea en la página seis o en cualquier programa amarillista, que me involucre de manera sentimental o sexual con esta persona, tendrá consecuencias legales y una deuda de 2 millones de dólares conmigo.
L: De acuerdo, Miranda. Este acuerdo de confidencialidad estaría listo el lunes antes de medio día.
M: Lo quiero para mañana mismo por la tarde.
L: Esta... está bien. Me contactaré con tus abogados para que vayan trabajando en ello.
M: No necesito que se enteren todos. Recurre al más confiable y dirigente de este grupo.
L: Lo haré. Algo más que necesites?
M: Es todo.

Luego del fin de semana con mis niñas. El lunes me reuní con Massimo para hablar de negocios y al llegar la mitad de semana, ya no pude contenerme. Marco el número y espero a que conteste.

K: Diga?
M: Soy Miranda.
K: Miranda, qué sorpresa! Qué puedo hacer por usted?
M: Necesito reunirme lo antes posible contigo, son negocios.
K: El viernes le parece?
M: Bien. Mi asistente le enviará el lugar y hora de la reunión. Y por el hospedaje no se preocupe, de eso se encargará Emily.
K: Entiendo.
M: Ah y Kitzia...
K: Si?
M: Venga sola.
K: Ok. Hasta el viernes, Miranda. Fue un placer volver a escuchar su voz.

No respondí a su comentario que me había producido escalofríos.
Y ordené a Emily hacer una reservación en The lowell hotel.

La mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora