___________ tendría que haberse reído en su cara. Tendría que haber dicho: «¿De verdad?» con todo el sarcasmo que hubiera podido mostrar, enarcando las cejas con desdén y plantarlo en medio de la pista. A cambio se le resecó la boca y sintió como si hubiera caído en un agujero negro y estuviera siendo despedazada por unas fuerzas contra las que no podía luchar. Bajo esa única palabra había habido una determinación controlada y amenazadora, la implacable paciencia del cazador con el que se había comparado.
Estaba asustada y exultante. Y esa excitación atrevida no se vio templada por el sentido común o el pragmatismo. Él había lanzado un desafío y _________ se sintió tentada a aceptarlo.
—No me gusta rendirme —contraatacó, sorprendida de oír su voz firme.
—Quizá a mí sí —rió al ver el súbito fuego en su mirada—. Sí, te gustaría eso, ¿verdad, ________?
—Me gusta el poder —declaró ella.
Pero ese deseo aterrador y salvaje volvió a agitarse en su interior. El aroma de él, ferozmente masculino, invadió su nariz; le hormiguearon los dedos y la recorrieron sensaciones resplandecientes, encendidas, despiadadas como la lava que devora todo a su paso. «No es más que lujuria», pensó con desdén. Muy aliviada porque terminara la música, se soltó de sus brazos y giró la cabeza con la esperanza de ocultar la respiración entrecortada. Nanami Kento alargó el brazo.
¡Si tan sólo su madre no la hubiera educado para ser una dama! A regañadientes apoyó los dedos en la manga de su chaqueta e irguió la espalda mientras se dirigían a un costado del salón. Nobara ya estaba sentada allí; horrorizada, _________ soportó una punzada de celos ante la sonrisa luminosa y nada afectada que le dirigió su amiga a Nanami. Con voz apagada los presentó.
—Nobara, te presentó a Nanami Kento, nuevo propietario del Rancho Pukekahu. Nanami, te presento a Nobara Kugisaki. Sus padres son los dueños del Hostal Turístico de la Bahía Manakiwi.
Nobara sonrió y alargó su mano pequeña. Con una expresión que indicaba algo más que simple valoración, Nanami la tomó entre la suya. _________ sintió otro aguijonazo de celos.
—Se les ve magníficos juntos —comentó Nobara con una rara falta de tacto—. Todo el mundo los miraba. Realmente hacen una buena pareja.
—De eso precisamente intentaba convencer a ________ —indicó Nanami con ojos burlones.
—Y apuesto que te dijo que no tenía tiempo —Nobara rió y miró la cara impasible de Natalia para volver a centrarse luego en Nanami—. Trabaja demasiado —añadió con firmeza.
Por suerte en ese momento llegaron los padres de Nobara, y la siguiente ronda de presentaciones silenció a su amiga. Sin embargo, un rato después, __________, que dejaba de lado a Nanami Kento, que aún seguía en su grupo, le comentó en voz baja a Nobara:
—Para ya de intentar emparejarnos.
—¿No estás interesada? —Nobara abrió mucho los ojos—. ¿De verdad, __________?
—De verdad —alzó la copa de agua con una brusquedad que casi la hace derramar el líquido.
—Entonces no te importará que pruebe suerte, ¿no?
—En absoluto —repuso tras beber un sorbo helado.
Se puso rígida al oír la pequeña risa de Nanami.
—Mentirosa —se burló Nobara—. Se sienten fascinados el uno por el otro. ________, date un respiro. Una manzana podrida no significa que tengas que retirarte a un convento.
ESTÁS LEYENDO
Más que Amante - Nanami Kento X Reader 💝💘🍋
FanficT/N Gerner no estaba en venta; un hombre ya había aprendido esa lección y Nanami Kento tendría que aprenderla también. Su nuevo vecino era viril, protector y generoso en exceso, pero nada conseguiría que T/N se metiera en su cama... Hasta la noche e...