La orquesta volvió a tocar y a los pocos segundos las dos habían regresado a la pista. A medida que transcurría la velada, Nanami Kento bailó con las esposas e hijas de los hombres con los que había estado hablando, los hombres más solventes y poderosos del distrito. Los de Urayasu no era exactamente exclusivista, pero por lo general los recién llegados requerían un tiempo para ser aceptados, de modo que resultó inesperado que lo recibieran con tanto entusiasmo.
Aunque molesta por su aparente falta de interés, ________ reconoció un enojo tan viejo como el tiempo: manifiesta tu interés, luego retírate para avivar el apetito de la persona que deseas. Resultaba decepcionante. Había esperado que fuera más sutil.
Decidió disfrutar del resto de la noche, y tuvo tanto éxito que el último baile fue una sorpresa no bienvenida. Peor aún fue encontrarse bailando un vals en los brazos de Nanami.
—¿Quién te enseñó a bailar? —preguntó él.
—Mi padre.
—Sabía lo que hacía —asintió.
—Sin ninguna duda.
—¿Qué he dicho?
—Nada —replicó—. ¿Por qué?
—Tengo entendido que te dejó con muchas deudas —el fuego de sus ojos era intenso y concentrado.
—Veo que has estado hablando —comentó con falsa indiferencia.
—Y ni siquiera fui yo quien tuvo que sacar el tema —esa mirada tan distante y con interés la abrasó—. El tango que bailaste con ese chico fue lo bastante descarado como para captar la atención de todo el mundo. La gente estaba demasiado ansiosa de hablar de ti.
«Oh, apuesto que sí», pensó con amargura. Tuvo la tentación de involucrar a Itadori, pero no era justo.
—Itadori es un amigo, casi un hermano, y no es ¨ese chico¨, tiene nombre y es muy lindo.
—No es lo que he oído —enarcó unas cejas oscuras—. Casi se apostaba cuánto tardaría en llevarte a la cama. Al parecer lleva años intentándolo.
—Lamento que hombres que he conocido y respetado durante años sean unos cerdos propagadores de rumores.
—Es una prerrogativa humana ser envidioso de los más jóvenes y atractivos —aunque sonrió de lado, el humor no llegó a los ojos—, y desearle a las mujeres jóvenes un matrimonio feliz. En especial cuando los dos de los que están hablando prácticamente hacen el amor en la pista de baile.
—Itadori y yo exagerábamos ese tango... como sin duda todo el mundo, menos tú, comprendió. Y la próxima vez que surja el tema —añadió con los dientes apretados—, diles de mi parte que no tengo intención de casarme con nadie. Si alguna vez lo decido, enviaré una nota al periódico local.
—No habrá una próxima vez. Al menos no mientras yo esté aquí.
—¿Por qué?
—Porque dejé claro que ese tipo de especulaciones no me resulta interesante.
—Y se callaron —afirmó con dulce cinismo—. Qué maravilloso disponer de esa clase de autoridad.
—Tienes una lengua afilada. Eso me gusta —sonrió. __________ se encogió de hombros, giró la cabeza y cerró los ojos. Por una vez, sólo por un momento, se permitiría la ilusión de creerse a salvo, protegida y en buenas manos. La máscara verde y centelleante ocultaba sus emociones; nadie sabría que estaba escuchando los latidos del corazón de Nanami, respondiendo desamparada a la fuerza de su cuerpo grande contra el suyo, aspirando su leve aroma masculino. Ninguno de los dos habló hasta que la música paró.
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Más que Amante - Nanami Kento X Reader 💝💘🍋
FanfictionT/N Gerner no estaba en venta; un hombre ya había aprendido esa lección y Nanami Kento tendría que aprenderla también. Su nuevo vecino era viril, protector y generoso en exceso, pero nada conseguiría que T/N se metiera en su cama... Hasta la noche e...