CAPITULO 6

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Hace dos semanas ya mi mamá me dejó volverme, le prometí cuidarme, le prometí no volver a cometer el mismo error, me prometí a mi misma no decepcionarla.

La verdad que no cumplí mucho, dejé de tomar las pastillas, no del todo, cuando estoy al borde las consumo, pero no soporto los efectos secundarios, como las nauseas y los problemas para dormir, además, odio el hecho de que mi estabilidad dependa de eso.

En cuanto a la comida, me cuesta mucho comer todavía, no solo por la culpa, sino que siento que cada pedazo que trago, me empieza a hacer una revolución en la panza en cuestión de segundos, porque como sin hambre y sin ganas, la angustia todavía sigue sacándome el apetito.

En realidad nisiquiera se si es angustia, ya les dije, no siento nada, solo vivo por inercia.

Descubrí que el barrio es muy lindo y muy tranquilo para caminar, tiene como un puente con vista a un río, últimamente estoy saliendo mucho a pasear por ahí de noche, me relaja, me relaja sentarme a escuchar el ruido del agua.

En cuanto a vida social, me da mucha ansiedad relacionarme con gente o conocer gente nueva, igualmente no salgo mucho de mi casa, no hablé con otra persona que no sea yo misma, bueno, y un chico que me cruce la otra noche cuando salí a caminar.





- estás bien? - sentí una voz masculina a mis espaldas




Me di vuelta exaltada, no conozco la ciudad, no conozco a nadie, era raro que se me acerquen a hablarme.





- s-si - respondí un poco confundida





Quizás me preguntaba porque estaba sentada al borde de un puente, había pasado las barandas y todo, no iba a saltar, se los juro, pero me gusta estar ahí sentada.





- que haces de ese lado? no es peligroso? - indagó apoyándose en la baranda




No les voy a negar que me dió un poco de miedo, estaba encapuchado, se veía que tenia unos auriculares rodeando su cuello, y por su voz agitada deduje que estaba corriendo, aunque era tarde, pero bueno, a lo mejor era un loquito como yo que le gusta despabilarse a la noche.





- no sé, me pinto sentarme acá - respondí alzando los hombros - pensaste que me iba a tirar? - agregué en una leve carcajada


- puede ser - me respondió con otra carcajada


- tranqui, por ahora me quedo acá, mi mamá no me deja saltar





Mis traumas, mis chistes.





- bueno - soltó en una carcajada





Que bueno que entendió el sarcasmo y no me trató de loca.





- cualquier cosa paso devuelta y te freno - agregó poniéndose devuelta los auriculares





Lo miré como un poco sorprendida, no le respondí, no supe que decirle.





- chau - saludó antes de volver a correr

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