CAPITULO 32

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Nicole escuchaba las explicaciones de Mateo de eso que pasó en estas semanas para que el llegue a estar así, se le hizo imposible contener las lagrimas tras escuchar todo lo que él había sentido, mientras ella estaba esperando que las cosas se solucionen por arte de magia acostada en su cama.

Le dió mucha pena darse cuenta que todos le echaban la culpa a Mateo por que Fausto haya recaído, y en realidad el solo quería ayudarlo, y en una mala jugada de su cabeza terminó hundiéndose el mismo, quizás por eso es que ahora aleja a todos.





- perdóname - soltó inundada en lágrimas una vez que el chico terminó de hablar - tendría que haberla peleado más por quedarme o por volver

- *chista la lengua* no es culpa tuya Nicole

- si, te dejé solo

- soy grande, tendría que tener el control en mi mismo como para saber las cosas que están mal y las que están bien

- *alza los hombros* yo soy la menos indicada para culparte por como intentas curarte el dolor





El chico pasó sus manos por su cara y soltó un suspiro, ya con un nudo en la garganta por aguantarse las lagrimas.





- tengo miedo - dijo como pudo con la voz cortajeada




Nicole rompió en llanto mas de lo que ya había roto, y se acomodó para estar al lado de el para poder abrazarlo.




- si no puedo salir de esta? - preguntó antes de que la chica pudiera llevarlo hacia su cuerpo




Chistó la lengua y pasó sus brazos por el cuerpo de él para poder lograr el abrazo.




- obvio que podes - respondió tratando de calmar su llanto

- no quiero seguir haciéndote mal Nicole

- entonces dejate ayudar, porfavor

- no, lo único que vas a lograr es salir lastimada

- salgo lastimada si estoy lejos tuyo - separándose para poder mirarlo - me intente alejar desde un principio, nunca me dejaste, ahora báncatela, porque no me voy a mover de al lado tuyo nunca más, hay que cuidar a las personas con las que podes ser vos mismo

- yo te descuide

- *niega con la cabeza* te descuidaste a vos mismo, y así si que no vas a poder estar bien con nadie

- ayúdame a volver a ser yo

- *sonríe con boca cerrada* si, obvio - las lágrimas volvieron a aparecer

- te amo

- te amo - respondió para después besarlo





No había mejor forma de sellar todas sus palabras, y de demostrárselas, que con un buen beso, un beso con sabor a 'te extrañé', 'nos extrañé'.

La necesidad de que la ropa empezara a desaparecer se fue haciendo cada vez más intensa, empezaron a caminar hacia la cama sin separarse ni un centímetro.

Ya estando en la habitación Mateo sacó la remera de la chica, para después llevar sus cuerpos a estar recostados, claramente el arriba.

Después de unos besos más, la remera del chico también había volado, las pieles de sus abdomen rozaban, y un leve movimiento que hacía el con su cuerpo, hacía que la situación este cada vez mas caliente.

El protagonista dejó los labios de Nicole, para poder empezar a bajar hacia su cuello, sus tetas y a su abdomen dejando un camino de besos húmedos.

Llegó a la ropa que cubría la parte de abajo del cuerpo de la chica y también la sacó, para empezar a estimular su zona íntima con su boca y ayudándose con sus dedos.

Una vez qué logró satisfacer a la protagonista, ella fue la que tomó el mando, posicionándose encima de el, y dejando el mismo camino de besos hasta llegar a poder practicarle sexo oral.

Después pasaron directamente a la penetración hasta que ambos llegaron al orgasmo y se recostaron en la cama, ella en el pecho de el, haciéndole un par se dibujos imaginarios con su dedo en el pecho, mientras que el le acariciaba el pelo.

El timbre empezó a sonar interrumpiendo su momento de tranquilidad, ambos se miraron confundidos.




- no vayas - dijo Mateo agarrando del brazo a Nicki cuando ella quizo sentarse en la cama

- como no voy a ir? - poniéndose la remera del chico

- no, mira si es tu vieja devuelta





La chica lo miró enternecida con una sonrisa, le había causado mucha ternura su preocupación, pero no tenían idea de quien estaba del otro lado de la puerta, no podían arriesgarse a dejar plantado a alguien que quizás necesitaba algo importante.

Mateo soltó un suspiro accediendo a dejarla ir, Nicole dejó un suave beso en su boca para darle tranquilidad y después de ponerse un short caminó hacia la puerta para atender.

Se fijó primero por la mirilla, aunque se había echo la superada también le daba miedo que del otro lado esté Liliana, así que miro por ese circulito, terminando completamente sorprendida con quien vio del otro lado.




- y??? quien es?? - preguntó Mateo elevando la voz desde el cuarto




Estaba como tan en shock y confundida, que nisiquiera escuchó esas preguntas; abrió la puerta, permitiéndole ver por completo a Ivo, esperando del otro lado.




- hola - saludó con una sonrisa de lado

- hola - respondió el saludo sin devolverle ningún tipo de mueca, solo el ceño fruncido por la confusión - qué haces acá?

- perdón la hora, te desperté?





La mirada de Ivo se levantó un poco, mirando a  alguien por detrás de la espalda se Nicole, dejándola darse cuenta a ella, que Mateo se había levantado de la cama, así que también miró para atrás; y si, tras no recibir respuesta a sus preguntas y encima escuchar la voz de un hombre, nisiquiera dudo en ir a ver quien era.

El protagonista se quedó mirando la situación, esperando deducir por el mismo de quien era, pero por más de que la chica le había hablado de el, nunca le vió la cara, no podría saberlo así porque si.

Nicole rogó por dentro, que a Ivo ni se le ocurra presentarse, porque después de la historia que ella le contó a Mateo, ese departamento se podía convertir en un ring de box.





- hola - el chico saludó a Mateo - soy Ivo, disculpen que moleste

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