CAPITULO 25

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Los planetas se alinearon y la protagonista pudo subirse al colectivo sin que nadie la detenga, así que emprendió su viaje hacia Buenos Aires.

Las cuatro horas de viaje se le hicieron eternas, necesitaba llegar, su cabeza no paraba de imaginarse los peores escenarios posibles, pasaron dos semanas desde que se fue nomás, pero podía encontrarse con cualquier cosa, y nisiquiera sabía si estaba lista para afrontar lo que quiera que sea.

Por fin se bajó del colectivo, seguía sin celular, así que no tenía como avisarle a nadie que estaba ahí, además, no tenía plata para pedirse ningún tipo de auto, y encima, ya eran casi las 10 de la noche, le daba bastante miedo caminar sola, pero no tenía otra opción.

Le tocó caminar por aproximadamente una hora hasta por fin llegar al estudio, nisiquiera sabía si se lo iba a encontrar ahí, pero era el lugar qué más cerca le quedaba, así que no perdía nada en fijarse.




- no Nicki, no está acá - respondió el productor que suele grabar con Mateo




La chica soltó un suspiro y se despidió para empezar a caminar ahora para la casa del artista; no queda tan lejos, tiene aproximadamente 15 minutos para llegar, y ya estaba un poco harta, se moría de hambre, de sed y de ganas de verlo ya mismo.

Para llegar a la casa del chico tenía que pasar por el puente ese en el que se conocieron, lo miró con nostalgia, con una leve sonrisa de lado, al fin y al cabo ese lugar la cambió la vida.

Prestando un poco más de atención llegó a ver a alguien sentado del otro lado de la baranda, tenía capucha, pero algo en ella la hizo querer acercarse, fue casi segura de que era Mateo.




- ey - dijo para llamar la atención del encapuchado al estar mas cerca




Al darse vuelta confirmó completamente que era quien estaba buscando.

Vio en el una mirada que mostraba confusión, pero también como que estaba perdida, triste, se acercó aún más, pasando la baranda para estar del mismo lado que el, y aunque Mateo nunca dejó de mirarla, nisiquiera se tomó el trabajo de levantarse.




- hola - soltó Nicole al borde del llanto alzando los hombros





Fue un silencio en el que sólo se cruzaron miradas, de parte del chico, una mirada imposible de deducir, sus ojos como que no respondían, estaba serio, pero no parecía enojado.





- no me vas a decir nada? - agachándose a su altura - me esperaba un abrazo, o no se, otra reacción

- y yo me esperaba que no te vayas

- no me fui - con la voz cortada - me llevó mi vieja Matu, pero me escapé, estoy acá ahora, no me va a llevar devuelta - algunas lágrimas ya corrían por sus mejillas

- te llevo yo devuelta entonces




La reacción del chico le dolió en el corazón a Nicole, hablaba como tan frío, tan serio y cortante, pareciera que nisiquiera la miraba, como que sus ojos estaban cansados, en realidad no era Mateo, se lo veía muy deteriorado.




- estás enojado? - preguntó confundida, limpiándose las lagrimas

- quiero que te vayas - respondió corriendo su cabeza hacia el río

- no me voy a ir, vine acá por vos - devuelta su voz se cortajeo




Mateo no respondió, solo siguió mirando hacia delante.




- no estas sobrio no? - habló Nicki después de un leve silencio




Negó con la cabeza levemente, mientras la agachaba y soltaba una carcajada.




- para que? - preguntó volviéndola a mirar

- como para que? vos no te drogas Mateo, que estás haciendo??

- no me conoces - levantándose

- si te conozco - parándose con el - no vengas con boludeces

- cuanto nos conocemos? tampoco hace mucho que nos cruzamos acá, flasheamos un poco nomás, pero no nos conocemos

- qué importa el tiempo? yo no flashee nada - trataba de contener las lágrimas pero no lo lograba




Mateo asintió con una leve sonrisa, y sin decir mucho más empezó a caminar para ir a pasar las vallas.





- que haces? donde vas? - lo frenó la chica agarrándolo del brazo




El se soltó mientras alzaba los hombros.




- vos no pensas todo lo que estás diciendo - agarrándolo nuevamente - quedate conmigo hasta que se te pase, y lo solucionamos juntos

- juntos nada, vos lejos mío - señalándola - yo lejos tuyo - ahora señalándose a si mismo

- no - no pudo decir otra cosa que eso, las lágrimas no la dejaron

- soltame - intentando forzarce

- no Mateo no te vas a ir a ningún lado - tratando de agarrarlo mas fuerte - no es tarde para nada, no te escapes, lo podemos solu...

- soltame!!!!!!!! - elevó la voz interrumpiendo a la chica




Tras ese grito también hizo un movimiento brusco para alejarla de su tacto, y Nicole había quedado tan impactada por su trato que nisiquiera forzó a volver a agarrarlo.

No pudo decirle nada, el solo pasó la baranda y se alejó de a poco, mientras que ella lo miraba sorprendida y todavía llorando; nunca le había gritado, nisiquiera le había hablado mal, le rompía el corazón verlo tan distinto, en tan poco tiempo.

Después de un rato ahí paralizada llorando, se decidió por ir a su departamento, intentar dormir, y mañana intentar insistir devuelta, o por lo menos buscar a las chicas para que la ayuden.

Claramente no tenía las llaves, pero el encargado del edificio la conoce, y la ayudó a poder entrar.

Al estar ya adentro se encontró con un par de vidrios en el piso, asumió enseguida que era el jarrón del centro de mesa, ya que también había tiradas unas flores ya marchitas.

Limpió volviendo a llorar, podía imaginarse la imagen de Mateo revoleándolo al piso enojado, y aunque no sabía si el lo había roto, estaba casi segura.

Al terminar se dirigió a su habitación, la cama estaba deshecha desde la ultima vez que había dormido con el, antes de que Liliana los despertara a timbrazos.

Trató de ignorar recuerdos y pensamientos, solo se buscó ropa para poder bañarse y acostarse completamente limpia.

Siguió llorando lo más que pudo hasta quedarse dormida, a lo largo de su vida el corazón ya se le había roto varias veces, pero parecía ninguno haber dolido tanto como dolía su pecho en ese momento.

PLEGARIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora