CAPITULO 37

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Fueron varias horas las que tuvieron que esperar para recibir por lo menos una noticia sobre el chico, y encima, cuando la recibieron, no les gustó nada lo que escucharon.





- está grave, perdió mucha sangre, y encima la navaja rozó el intestino, todavía no podemos ver si está lastimado o no, pero por su estado, suponemos que si - largó el médico





Ninguno de los tres pudo soltar una palabra.




- alguno es familiar directo? - preguntó el señor después de un silencio no muy largo

- yo - habló Pedro - soy el papá

- te podríamos hacer análisis? así vemos si le podes donar

- si, obvio

- bueno ustedes también pueden - agregó mirando a Nicole y a Fausto - dije familiar directo porque es el que mas probabilidades tiene de ser compatible

- bueno yo me hago los análisis también - soltó Nicki casi sin dejarlo terminar de hablar

- yo también, no tengo problema - Fausto





El médico asintió y de a poco los hizo pasar a una habitación para poder sacarle las muestras a todos, y después de una hora estuvieron listos los resultados.





- los resultados dicen que solo la señorita puede donarle, así que habrá salido con la sangre de la mamá - las ultimas palabras las dijo mirándolo a Pedro, con una leve sonrisa como para alivianar la situación





El papá del protagonista puso todo su esfuerzo para devolverle la sonrisa, pero estaba muy mal como para poder lograrlo del todo.

Por otro lado, Nicole estaba dispuesta a donarle la medula entera si era necesario, y el poder ayudarlo la había hecho sentirse mejor, solo quedaba rogar que eso si lo ayude.

Acompañó al médico a la habitación en la que estaba el chico, se le rompió el corazón al verlo tan débil y vulnerable, respirando gracias a una maquina, con cables por todos lados.

Siguió las indicaciones de la enfermera, recostándose en la camilla de al lado a la de Mateo, sin dejar de mirarlo un segundo, y estaba tan concentrada en el, que nisiquiera se percató de ningún pinchazo.

No puede darle tanta sangre de una, así que fueron unos minutos nomás lo que estuvo ahí recostada, después de un rato iban a llamarla para hacer una segunda transfusión.

Pero no podía salir de la habitación, sin acercarse a mirarlo aunque sea unos segundos.




- podes quedarte un rato si queres - habló el médico al verla tan triste mientras lo miraba

- si? - preguntó secándose las lágrimas





El hombre asintió y abandonó la habitación para dejarla sola con el paciente, y ahí volvió a romper en llanto con total libertad.

Por un rato se mantuvo en silencio, solo mirándolo, rezando por dentro todas las oraciones que se le ocurrieran, mientras con una mano acariciaba suavemente su brazo y con la otra su pelo.

Pero después de unos minutos, no pudo resistir soltarle unas palabras.




- no me dejes sola porfavor - susurró, ya que la voz no le salía por el llanto - porfavor - repitió mientras se alejaba del tacto con ambas manos, para taparse la cara




Lloró un rato más, sin poder nisiquiera mirarlo, y después se secó las lágrimas, tomó aire, y volvió a hablar.




- despertate dale - golpeándole suavemente el hombro - yo se que te gusta dormir, pero esto ya es de vago




Hizo una pausa para mirarlo en silencio.





- quien me va a sacar de la cama si no te despertas? con quien me voy a quedar hasta las 4 de la mañana tomando mate, hablando de la vida?




Se limpió algunas lágrimas que seguían cayendo.




- me tenes que escribir una canción, no me escribiste ninguna todavía, malo - volvió a golpearle suavemente el hombro





Aunque trataba de contenerse lo más posible a llorar mares, y trataba de ponerle onda, parecía que escuchaba los pedacitos de su corazón cada vez que el no le respondía.

El médico volvió a entrar interrumpiendo cualquier otra cosa que pueda decirle, aunque ya ni le alcanzaba la voz para seguir hablando.





- ya me voy - limpiándose las lágrimas

- sos la novia? - preguntó el hombre antes de que la chica cruzara la puerta

- algo así - respondió elevando los hombros después de dudar un poco

- mira no se si será tuyo, o para vos, o nada que ver, pero tenía esto en el bolsillo, es mejor que lo tengas vos antes que yo - entregándole un papel doblado en varias partes

- gracias - respondió un poco confundida agarrando lo que le ofrecía

- de nada - con una sonrisa de lado - en un rato te llamamos para otra transfusión, si te sentís mal o algo, nos avisas enseguida

- dale - soltó antes de irse





Volvió a las sillas junto a Pedro y Fausto, ya le dolía la cabeza de tanto llorar, y sabía que probablemente cualquier cosa que tenga ese papel adentro, la iba a hacer llorar aún más; así que dudó, bastante, pero igual lo abrió.

Apenas se vieron algunas letras del papel mientras lo iba desdoblando, notó enseguida de que se trataba, y como era de esperarse, se inundó en lágrimas antes de abrirlo por completo.

Era la letra de plegarias, esa que ella le había regalado hacía unas semanas atrás, puso su mano en el pecho, como si así pudiera contener un poco el dolor, y lloró mientras leía cada palabra de esa canción.

((vayan a escucharla ya))

El hecho de que la tuviera en el bolsillo, por anda a saber cuanto tiempo, le causó mucha ternura, de que la llevara siempre con el.

Sabía que ese no podía ser el final de todo lo que vivieron, no vivieron nada a comparación de lo que les faltaba por vivir, necesitaba que decirle a Mateo que en serio lo perdonó y necesitaba ver que el se pueda perdonar; necesitaba volver a ser feliz con el, aunque sea unos minutos, que la vuelva a mirar con los ojos de siempre, no con los últimos que vio, llenos de culpa y lamentos.

Tuvo mucho tiempo de espera como para maquinarse cómo sería su vida si Mateo no llegara a salir de esa habitación, y la verdad, no se le pasó nada lindo por la cabeza.

PLEGARIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora