PLEGARIAS

CAPITULO 15

Pasaron las semanas, y la relación de Nicole con Mateo se hizo cada vez más fuerte, como amistad, obvio. No solo con el, también pudo ir formando una buena amistad con el grupo de las chicas, y con los amigos de Mateo.

Se siente bien, pero todo lo que a ella le pasó no se va de un día para el otro, suele faltar a varias juntadas, solo porque no tiene ganas de salir de su casa, o también irse mas temprano, porque derrepente la batería social le llego a cero; pero es normal, está haciendo muchas cosas que antes no hacía y eso es lo importante.

Con la única persona que podría estar horas y días sin cansarse, es con Mateo, ni ella sabe el porque, pero el mismo se encargó de que eso sea así, la entiende y la cuida como nadie en el mundo, se encarga de sacarle una sonrisa cada 5 minutos, y eso es lo que necesita la chica.

- no Mateo te dije que no quiero festejar mi cumpleaños - se quejó Nicole ya como por tercera vez

- y yo te dije que no me importa

- aayyyy - escondiendo su cara en la almohada - qué bronca que me das cuando te pones así en terco

- *suelta una carcajada* ya se - despeinándola

- dejaaame - alejándolo

- dijimiii - le hace burla para seguir molestándola

Eso inicio una guerra, de cosquillas, golpes, almohadonazos y todo lo que se les ocurría, pero obvio, en joda, ambos se reían mientras se forcejeaban.

- 1... 2... - empezó a contar Mateo estando arriba de ella, impidiendo que se mueva - 3...

- correte tramposo así no se vale - tratando de sacárselo de encima

- 4... - siguió contando en una carcajada - 5!!! ganeee

- así cualquiera - todavía forzándose, ya que el no se había corrido

Dejo de resistirse al ver que habían quedado muy cerca, o el estaba haciendo que estén cerca, los cuerpos chocaban entre si, y las respiraciones también, respiraciones un poco agitadas, por haber estado jugando.

Ella no se resistió, no pudo, no quiso, y el, bajó varias veces la mirada a sus labios, y dudo, por miedo al rechazo, pero simplemente por un segundo dejó de pensar y se mandó, o bueno, casi.

- timbre! - soltó Nicole enseguida al escuchar el ruido

Mateo chistó la lengua y salió de arriba de ella, quedándose boca arriba en la cama, pasó sus manos por su cara, maldiciendo ser tan cagón y haber tardado tanto, pero igualmente también tomó como una forma de rechazo la reacción tan inmediata de la chica al timbre; no era la primera vez que intentaba safar de un momento así.

- el vecino - habló Nicki volviendo a la pieza - quería un abrelatas - agregó en una carcajada

- bueno entonces mañana festejamos tu cumple? - cambió rotundamente de tema levantándose de la cama

- no y punto, no se habla más del tema

- tanto quilombo por festejarlo? por que no te gusta?

- por que no Mateo que tanto? te podes ir? ahora me buscan las chicas para ir a cenar

- ma si Nicole, arreglate - empezando a caminar

- por que te enojas? - siguiéndolo

- no me enojé, chau - cruzando la puerta sin nisiquiera esperar respuesta

Las especulaciones de la chica le llenaron la cabeza en cuestión de segundos, estaba más que claro que si se había enojado, pero por qué? por el beso? bueno, el no beso, por el cumple? por que lo echó?, en un suspiro dejó todas las suposiciones de lado y se fue a cambiar, ya que en cualquier momento la buscaban y ella no estaba lista.

La cena pasó bastante rápido, entre charla y charla, risas y risas, ni se dieron cuenta del tiempo que pasó.

Ya casi 25 de agosto, ya se estaban por hacer las 12, camino vuelta a casa, Nicole iba en la parte de atrás del auto, conteniéndose las lágrimas, le angustiaba mucho esa fecha, le angustiaba cumplir años.

El auto estaciono en frente del edificio, saludó a sus amigas y se bajó, pidió el ascensor y lo esperó no más de dos minutos, se subió, cuando fue a marcar el número de piso vio en el reloj que ya marcaba 00:00hs, lo ignoró y apretó el número correspondiente.

Sé miro al espejo ya con lagrimas en los ojos, comprobó la hora en el celular y al confirmarla volvió a mirarse; hace un año estaba haciendo lo mismo, no vio la misma Nicole en el espejo, esta Nicole no estaba tan flaca ni consumida como la que recordaba, le veía un poco mas de luz, un poco más de fuerza, pero sus ojos rogaban lo mismo que la de hace un año atrás: que ese día pase rápido.

Llegó a su respectivo piso, abrió el departamento y se dirigió enseguida a su habitación, para allí pasar hundida en su frazada el resto del día, lo que no tuvo en cuenta, fue que no estaba más sola, que esta vez si tenía a alguien que la valore.

Ahí lo vió apenas abrió la puerta, con el cuarto decorado lleno de globos en el techo, y Mateo sentado en la cama, con un ramo de flores y una caja de chocolates.

- feliz cumple hermosa - soltó sonriendo

Nicole estaba completamente sorprendida, no hubo reacción en ella, solo lagrimas corriendo por sus mejillas y la boca un poco boquiabierta.

El chico soltó una carcajada, se paró y fue directo a abrazarla, pero la reacción de la chica no fue como el esperaba.

- por que haces esto?

- por que es una sorpresa - respondió separándose del abrazo para mirarla

- te dije que no quería sorpresas Mateo, que no quería nada - limpiándose las lagrimas

- bueno pero...

- pero nada, por que me la complicas así? si te digo que no quiero festejar mi cumpleaños respétame, aparte, como mierda entraste?

- te afane una llave hoy a la tarde, pero no era para que te pongas así

- y como queres que me ponga si te chupa un huevo lo que te digo!? - con la voz cortajeada

- no me chupa un huevo Nicole, no tenes que odiar siempre tu cumpleaños, puede ser diferente

- no quiero que sea diferente, no quiero sorpresas, no quiero nada, quiero que te vayas - ya llorando

- vos me estás hablando en serio?

- y a vos que te parece??

- *suelta un suspiro y pasa sus manos por su cara* sos imposible Nicole

Apenas terminó de decir esas palabras, pasó por al lado de la chica chocándole un poco el hombro y se fue.

Ella se hizo un bollito sentada en el piso, para llorar, porque se había sentido malagradecida y culpable al instante que el chico cerró la puerta.