19 | Falso.

1.4K 152 118
                                    

Seungmin llegó lo más rápido que pudo a casa, pero no pudo hacer nada por la comida. Era algo que se preparaba en horas, e incluso estaba en fuego bajo, pero se le pasó el tiempo y alcanzó a quemarse un poco. Estaba molesto por esto, así que no le había dirigido la palabra a Jeongin, no hasta que entró a la cocina, donde estaba él.

—Aquí apesta— comentó el menor.

—¿Por qué será?— le cuestionó Seungmin sin siquiera voltear a verlo.

—Mmh... Pues sí, se quemó. ¿Estás arreglándolo?

—No se puede arreglar, Jeongin. Estoy cocinando algo nuevo, ¿no lo ves?

Jeongin soltó un suspiro y suavizó un poco la mirada. Nunca se veía afectado por las palabras de los demás, simplemente no le daba importancia a lo que le dijeran, pero está vez, algo le extrañó.

—¿Estás enojado, Seungmin?

—Sólo estoy concentrado.— siguió revolviendo en la olla, para luego bajarle el fuego a la estufa.— ¿Necesitas algo?

—No, es que no me has hablado desde que llegamos, y antes de eso igual te veías molesto— dijo, dando un par de pasos para acercarse, pero no de más.— Dime qué pasa... Tampoco puedo disculparme si no sé por qué estás así.

—¿Te importa?— por fin le devolvió la mirada, pero fue por un corto segundo.

—No... No realmente, pero es la primera vez que te pones así. Sólo tenía curiosidad. ¿No me vas a decir?

—Bueno, si no te importa, no, no te diré.

Jeongin se cruzó de brazos al escuchar su respuesta, ya que estaba obligado a decir algo que no quería admitir.

—Bien, hombre. Sí, sí me importa, ¿ya?

—Exacto, hay que ser sinceros. Terminaré de hacer esto e iré a hablar contigo, ¿te parece?

—Sí, claro— susurró, retrocediendo para salir de allí.

Pronto Seungmin acabó de servir, salió de la cocina a buscar al chico, quien al parecer, había subido las escaleras. Cuando subió igualmente, se encontró con que estaba en su habitación. Entró y se sentó a su lado en la cama.

—Ya está la comida, está caliente.

—Bajaré en cuanto se enfríe un poco.

—Bien, bueno, a lo que venía... No es tan profundo, Yang Jeongin. Sólo estaba un poco molesto, es cierto.

—¿Por qué? No lo entiendo.

—Porque eres un mentiroso— soltó, viéndolo a los ojos— Es simple. Ya te había dicho lo que pienso sobre las mentiras, ¿o no?

—¿Ah? A ver, Seungmin, ¿es por lo que pienso que estás así?

—¿Sabes qué? Sí, seguramente sí. Primero mientes sobre que yo soy gay, ¿y justo un día después de que tuvimos sexo le estás diciendo a tus amigos que sólo follas con mujeres? ¿Qué es eso, por Dios?

—¡Pero estás loco si crees que voy a decir algo así! Ya te dije que mis amigos no saben eso.

—¿Y qué me importa? Diles la verdad, entonces. ¿Por cuánto tiempo piensas que van a creerte?

Las cejas de Jeongin se inclinaron hacia abajo, no le agradaba lo que estaba diciendo el mayor, y en su simple expresión se veía.

—¡No tienes que meterte en eso! ¿Entiendes? No quiero que sepan que me metí con mi maldito niñero.

Corregir | SEUNGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora